El satanizado gasto en salud hoy sirve para atender la emergencia del coronavirus
El presidente Moreno criticó la construcción de grandes hospitales en el Gobierno anterior
LOS PERIODISTAS
En la década pasada, el Gobierno invirtió USD 13.000 millones en el área de salud y gran parte de esos recursos fueron destinados para la construcción de nuevos hospitales y la repotenciación de otros.
Son esas unidades hospitalarias las que, precisamente, hoy sirven para enfrentar la emergencia sanitaria desatada por el coronavirus.
En Guayas, la provincia con mayor número de casos, las personas contagiadas son atendidas en el Hospital del Guasmo Sur, del Ministerio de Salud; y en el de Los Ceibos, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
Este último, inaugurado en marzo de 2017, es el más grande del país, tiene una extensión de 76.000 metros cuadrados, con seis torres de 8 pisos. Se invirtieron USD 219 millones y cuenta con 600 camas, 22 quirófanos y 105 consultorios. Aquí laboran 1.626 profesionales de la salud.
En cuanto al Hospital del Guasmo Sur, este cuenta con 494 camas y 11 quirófanos. Ha beneficiado a 4,2 millones de personas, según información oficial del Ministerio de Salud.
En la capital, se construyó el Hospital Quito Sur, del IESS, con una inversión de USD 226 millones. Tiene una extensión de 83.000 metros cuadrados y 10 pisos, en 5 torres. Esta unidad beneficia a 1,2 millones de personas y cuenta con 14 quirófanos y 33 especialidades.
El hospital San Francisco, que también pertenece al IESS, se construyó en el barrio Carcelén, en el norte de Quito. Ocupa un área de 26.000 metros cuadrados, tiene 120 camas y atiende hasta 4.000 pacientes diarios.
Otro centro hospitalario es el Docente de Calderón, que tuvo un costo de USD 73 millones, con capacidad de 150 camas y 16 quirófanos. Beneficia a 500.000 ciudadanos de las parroquias del norte de la capital.
En el sur de Quito, está la Maternidad Luz Elena Arismendi, con 172 camas y una capacidad anual para atender 15.000 partos normales y 5.000 cesáreas. Beneficia a 600.000 habitantes y para su construcción se invirtieron USD 55 millones.
En total se construyeron y se repotenciaron 21 centros hospitalarios en todo el país. Paradójicamente, hace pocos meses, el presidente Lenín Moreno criticaba la construcción de grandes hospitales, realizados por el pasado Gobierno.
“Se hicieron grandes, inmensos hospitales, que inclusive ya no son funcionales para la época, ya no se hacen hospitales de 400 o 500 camas, porque son difíciles de administrar y hasta porque los pacientes se escapan”, expresó el mandatario.
Andrés Michelena, ministro de Telecomunicaciones y exsubsecretario de la Secretaría Nacional de Comunicación del Gobierno de Rafael Correa, también minimizó la importancia de los centros hospitalarios.
En una entrevista aseguró: “ya para qué hacer más hospitales o escuelas, si hay la educación virtual, si hay la medicina virtual”.
Los nuevos hospitales, construidos como parte del tan satanizado gasto social, son los que ahora están recibiendo a cientos de ciudadanos contagiados con el covid 19. ¿Qué hubiera pasado si el país no contaba con esas unidades de salud?
Las autoridades deben aprender esta lección y no desmantelar lo público. Cuánta falta hacen los más de 7.000 profesionales de la salud que fueron despedidos en los últimos dos años, dentro de las políticas de reducción del Estado, aplicado por el presidente Moreno.
La actual emergencia sanitaria, generada por la propagación del coronavirus, ha evidenciado la importancia de contar con una infraestructura hospitalaria pública adecuada.