“El mundo conocerá mi nombre” habría dicho copiloto del Airbus 320
Andreas Lubitz, el copiloto que intencionalmente estrelló un avión esta semana causando la muerte de las 150 personas que iban a bordo, había confesado a su novia su deseo por hacer algo que conmocionara al mundo entero.
El diario alemán Bild publicó una entrevista con una mujer con la que Lubitz mantuviera una relación en 2014. Maria W, como fue llamada para ocultar su identidad, una azafata de 26 años, reveló:
«Cuando me enteré del accidente, recordé una y otra vez una frase que él decía: ‘Un día haré algo que cambiará el sistema, y entonces todo el mundo conocerá mi nombre y lo recordará'»
«No sabía qué quería decir en ese momento, pero ahora tiene sentido. Lo hizo porque se dio cuenta de que, debido a sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa, de tener un trabajo de piloto, y de piloto de vuelos de larga distancia, era casi imposible. Nunca hablaba mucho sobre su enfermedad, sólo que estaba en tratamiento psiquiátrico»
A finales de la semana, las autoridades alemanas dijeron que habían encontrado documentos en las casa de Lubitz que demostraban que el copiloto contaba con una suspensión médica, por lo que no debía asistir al vuelo que finalmente terminara en tragedia. Germanwings, la comapañía aérea de bajo costo de Lufthansa, dijo que el piloto no había enviado ningún documento al respecto.
De acuerdo con Maria W., Lubitz presentó un cambio de carácter hacia el final de la relación:
«Siempre hablábamos mucho de trabajo y luego se convirtió en una persona diferente. Le disgustaban las condiciones bajo las que trabajaba: poco dinero, temor de perder el contrato, demasiada presión».
Según las últimas investigaciones de las autoridades francesas y alemanas, Andreas Lubitz buscó tratamiento para problemas de visión, por lo que habría temido que su carrera llegara a su fin. Cuadros de depresión y diversos problemas psicológicos se suman a los padecimientos con los que lidiaba.
Con todo, Jean-Pierre Michel, general de la gendarmería francesa, aclaró que, si bien el carácter de Lubitz puede ser una pista, no se ha descartado la posibilidad de que se presentaran fallas técnicas durante el vuelo.
«Intentaremos entender lo que, en su vida, podría haberlo llevado a pasar el acto en esta oportunidad […] Tenemos un determinado número de elementos que nos permiten avanzar con esta pista (de la personalidad), que es una pista seria, pero que no puede ser la única», declaró Michel.
El 17 de abril tenrá lugar una ceremonia a la que asistirá la canciller alemana Angela Merkel así como altos funcionarios de otros países, incluyendo Francia y España.