Trabajo de inmigrantes no cesa; críticas a Qatar 2022

El Gobierno de Catar afirmó que ha ejecutado medidas amplias para proteger a los trabajadores inmigrantes ante el coronavirus, después de que un documental alemán destacó que las obras de construcción de infraestructura para el Mundial 2022 continúan y conllevan el riesgo de infecciones.

Mediante un comunicado que recibió la agencia AP, el Gobierno aseguró que proporciona atención gratuita a la salud y garantías salariales a todos los trabajadores afectados por el COVID-19. Añadió que lleva diariamente un cargamento de comida y equipo protector al área industrial donde residen los trabajadores inmigrantes.

La respuesta llegó después de que el documental informó que escaseaba la comida para los trabajadores, quienes enfrentaban además un mayor riesgo de infecciones al mantenerse hacinados dentro de una parte que se ha declarado en cuarentena en el distrito industrial cercano a Doha.

Las tiendas minoristas y las sucursales bancarias en los centros comerciales mantienen sus puertas cerradas, mientras Catar busca contener el virus. Este país del golfo Pérsico ha reportado más de 1800 casos confirmados del padecimiento COVID-19, con unas 130 recuperaciones y 4 muertes.

Pero el trabajo en las obras de construcción prosigue mientras Catar se prepara para albergar el Mundial en 2022. Los trabajadores inmigrantes han encabezado estas obras.

Al igual que otras naciones árabes, Catar depende de los trabajadores extranjeros para construir sus colosales proyectos y autopistas. Estos obreros aceptan los trabajos para devengar salarios que jamás podrían obtener en sus naciones, aunque se han reportado abusos y maltratos por años.

Muchos trabajadores viven en viviendas repletas, acondicionadas apenas de dormitorios colectivos.

Trabajadores afectados dijeron al canal alemán ARD que, en términos efectivos, están encarcelados en la zona, con poco que comer y casi nula protección frente al virus.

El distanciamiento social es imposible para estos trabajadores. ARD informó que había hablado con obreros de Nepal, Bangladés y varios países africanos. Todos solicitaron permanecer anónimos por el miedo a represalias tras revelar sus condiciones. Temen que se les niegue su salario.

50 personas por autobús

El Gobierno de Catar dice que limita a cuatro el número de trabajadores por dormitorio y que organiza por etapas la entrada y salida de obreros (50 por cada autobús).

Fuente: AP

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