El experto explica que la causa es el despojo de la materialidad que permite una buena calidad de vida.

Punto Noticias. Los suicidios en el Ecuador se incrementaron en 37 % en el primer semestre del presente año y alcanzaron 194 casos. Los intentos de suicidio aumentaron en 15 % y se contabilizaron 357, hasta junio pasado, según información del ECU 911.

La situación económica causada por la pandemia agravó este problema, lo que encendió las alarmas en los organismos de socorro. Jaime Torres, psicólogo y docente universitario, señaló que la depresión y el suicidio, como su consecuencia, tienen que ver con la pérdida.

La depresión está relacionada, de manera simbólica, con la angustia de perder a las personas amadas, la materialidad que sostiene a la familia, a la pareja, que permite una proyección de vida, explicó.

Las experiencias en nuestra vida en la infancia, adolescencia, adultez, están llenas de pérdidas, de los abuelos, un familiar cercano, amigos, que no necesariamente han muerto pero se han ido. Pérdida del trabajo, la casa, etc.

Es decir, nuestra vida está relacionada muy profundamente con la pérdida y, por lo tanto, con los duelos. Cuando se tiene las probabilidad de contar con un contexto fuerte, un tejido social apropiado, que nos apuntale como sujetos, nos permite superar las pérdidas, comprenderlas y tener la posibilidad de proyección del yo, constante y permanente, describió Torres.

Comentó que este sostenimiento en el tejido social permite tener comportamientos resilientes; poder recuperarnos de cualquier pérdida, frustración o lo que sea para seguir con nuestras vidas.

Advirtió que el neoliberalismo, como sistema político, económico y social, se basa en tres hechos que son fundamentales. Primero, es un régimen social que vive del despojo, arrebatándonos las condiciones materiales para tener una buena calidad de vida, a través de la precarización del trabajo.

Nos despoja de los bienes y servicios que, de manera mínima, el Estado tiene la obligación de darnos y que nosotros contribuimos para tener ese beneficio, con el pago de impuestos, como salud, educación, trabajo digno, justicia.

Con el despojo de estos beneficios y teniendo una experiencia de pérdida constante, finalmente no hay tejido social que sostenga, no hay proyección de vida, se entra en el mecanismo de sufrimiento porque no se puede aceptar la pérdida y deviene el suicidio, ilustró el especialista.