Asesinatos y extorsión, los problemas en Turi
El Estado ecuatoriano perdió el control del Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Turi en apenas cinco años y tres meses de funcionamiento. Esa es la conclusión a la que llegaron quienes pasaron por ese lugar, delante y detrás de las rejas, y que analizan la realidad actual de este centro carcelario.
Desde su apertura, los reos se han asesinado entre sí, han ingresado armas de fuego, sembrado plantas de marihuana, se han fugado por la puerta principal, manejan bandas delictivas y hasta organizan fiestas de carnaval donde convierten un pabellón en una piscina.
También es común que graben con sus celulares diferentes situaciones que se viralizan en las redes sociales.
El año pasado hubo 21 muertes violentas dentro de todas las cárceles del país y una fue en Cuenca, según datos de la Fiscalía del Azuay. Pero a inicios del 2020 en Turi se registran seis muertos en un solo día.
El jueves 20 de febrero la directora de este centro carcelario, María Belén Cabrera, declaró que todos se habían suicidado. Contó a detalle dónde estaban, quiénes eran y hasta con qué se habían colgado los internos.
Pero el 28 de ese mismo mes el fiscal de Azuay, Leonardo Amoroso, desmintió esa versión y aseveró que se trató de múltilples asesinatos.
“Desde el inicio, cuando se encontró toda la evidencia, los indicios en la celda de cada uno de los privados de la libertad nosotros manejábamos otra hipótesis que se confirmó con la autopsia que reveló que uno de los reclusos tenía reventado el hígado”, aseveró el fiscal.
El 27 del mismo mes los reos volvieron a sorprender a la ciudadanía difundiendo un video en donde se los observa nadando en una improvisada piscina. Se ingeniaron para taponar las alcantarillas para que el agua se acumule en el patio de máxima seguridad.
Quienes pasaron recluidos algunos años en Turi no se sorprenden de estas situaciones. José (nombre protegido), recuperó su libertad hace tres meses, luego de estar cuatro años recluido y aseguró que los 2650 privados de la libertad ahí retenidos tienen el poder absoluto de la situación.
Para este exinterno, la violencia allí se da porque “la gente no copia”, esto no significa tomar apuntes sino acatar las órdenes, no de las autoridades, sino de la banda líder que en el caso de Cuenca son los Latin Kings y Los Choneros, según refirió.
Contó que quienes no quieren meterse en problemas se dedican a estudiar, lavar ropa, hacer deporte. Pero el verdadero conflicto es entre consumidores de droga y vendedores y por eso se prendan (pagan para no ser golpeados), pero si incumplen son asesinados.
Luis (nombre oculto), otro exinterno, contó que, aunque en la cárcel todo empezó con fuertes reglas para mantenerlos en orden, de a poco empezaron las extorsiones. Como no circulaba dinero y toda la comida se manejaba a través del economato (tienda en la que los familiares depositaban desde afuera un monto mensual), el trato era dar la comida a los mafiosos a cambio de mantener su integridad. Otra forma era exigir a los allegados que depositen dinero en cuentas externas.
Para todo había tarifa incluso para cargar un teléfono celular, solo por conectarlos a los tomacorrientes pagaban $ 10, recordó Luis quien sugirió cambiar a los guías y policías.
Respuesta
Últimos incidentes
Autoridades
Sobre la situación de la cárcel de Turi, el gobernador del Azuay, Xavier Martínez, mencionó que están trabajando en la implementación de tecnología para mantener un control más estricto de armas, celulares y drogas.
Sobre piscina
Respecto a la improvisada piscina en el patio de Máxima Seguridad reveló que no se trató de un estancamiento de aguas lluvias, que guías ayudaron en el llenado. (I)