En cárcel de Ambato se implementan túneles de desinfección y se descartan casos de COVID-19
El director del Centro de Rehabilitación Social Ambato (CRSA), Carlos Manzano, en contacto telefónico este lunes con Diario EL UNIVERSO ratificó que hasta el momento no hay ningún caso de COVIDv-19 al interior del lugar.
Advirtió que este lunes estuvo previsto tomar pruebas de acuerdo a un monitoreo que se encontraba previamente planificada y que se seguirá siendo más en el futuro.
También comentó que en el CRSA se tuvo una fuerte epidemia de influenza, de la que también él cayó enfermo, pero que están saliendo adelante con la bendición de Dios y que tiene la seguridad de que lo podrán hacer.
“Pero si así fuese (que haya algún caso positivo), con el Ministerio de Salud tendremos que tomar todos los protocolos correspondientes para generar un proceso de aislamiento y precautelar la seguridad del resto de privados de la libertad”, añadió Manzano.
Asimismo comentó que no por el amotinamiento que se generó el domingo por un grupo de personas privadas de la libertad (PPL) en el CRSA, sino porque se lo tenía planificado desde la semana anterior, desde ayer lunes se comenzó a instalar un túnel de desinfección para las personas que ingresan al lugar, como también un arco para los automotores.
Recordó que el proceso de desinfección de las personas y vehículos que ingresan al centro se estuvo haciendo con una bomba manual, pero que ahora se va a implementar de acuerdo a los niveles tecnológicos recomendados.
Se estima que en tres o cuatro días estén listos, dijo Manzano al aclarar que la mano de obra será de parte de las PPL del CRSA porque la mayoría tiene la predisposición de continuar trabajando y haciendo las actividades de rehabilitación.
Advirtió que no están para nada de acuerdo con la actitud que asumió el domingo un grupo de reos, ante lo cual aseguró que los que fueron cabecillas o incitaron el amotinamiento tendrán que ser sancionados de acuerdo a la ley, de los que ratificó que se los tiene plenamente identificados.
«Vamos a arreglar lo que fue dañado por el amotinamiento», dijo, que se quemó una bodega de productos textiles en donde se almacenaban donaciones de telas hechas por empresas ambateñas, así como los techos de carpintería y del gimnasio que fueron por donde estuvieron caminando algunas reos.