Ayuno financiero. El ayuno financiero puede ayudar a reducir sus gastos. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

El objetivo es tener una idea clara de a qué destina su presupuesto en el tiempo.

Durante 21 días, se deben destinar sus ingresos solo a las compras indispensables en alimentación, salud, educación, servicios, arriendo.

El ayuno financiero se trata de un reto de 21 días con el que aprenderás a identificar lo que es verdaderamente necesario en tu vida y lo que no lo es.

En otras palabras, se trata de aplicar un método que plantea que por ese lapso únicamente se asuman gastos relacionados con las necesidades y la supervivencia y se dejen de lado las compras por deseo.

El objetivo principal, según María Belén Moreno, asesora en finanzas personales, es recuperar una economía desgastada por los excesos, las deudas o las malas rachas económicas. Es en estas situaciones cuando más se recomienda aplicarlo.

También se puede hacerlo después de las vacaciones o al inicio del año, que normalmente implican muchos más gastos de lo usual.

¿Cómo hacer un ayuno financiero?

Sabemos que las dietas no son cosa fácil, pero este ayuno financiero vale la pena, así que toma nota de las cuatro reglas que debes seguir para hacerlo correctamente.

1. Hágalo durante 21 días

La primera regla de oro es que respete los tiempos. Tres semanas pueden parecerle una eternidad si está acostumbrado a malos hábitos de compra. Pero si lo hace por menos tiempo, no vas a percibir los beneficios del método y su economía seguirá como hasta ahora.

Si durante los 21 días rompe alguna de las reglas, entonces lo mejor es que empiece todo desde cero y que esto le motive a hacerlo mejor la próxima vez.

2. Compre solo si es necesario

Para cumplir con esta regla, debe identificar aquellos gastos que son imprescindibles para vivir y aquellos que son solo deseos o caprichos. Con esto no queremos decir que darse un gustito sea malo, pero si quiere curar tus finanzas para empezar nuevos hábitos, entonces sí debe dejarlos de lado mientras dura el ayuno. Algunas necesidades orientadas a la supervivencia son: vivienda, alimentos, educación, atención médica y medicinas, servicios básicos, transporte y aseo.

Consulte su presupuesto para asegurarse de tomar en cuenta todos los gastos necesarios para la supervivencia.

3. Pague con efectivo

Durante los 21 días es recomendable que visualice físicamente el dinero que está gastando. Por ello, se recomienda utilizar dinero en efectivo para hacer sus compras de supervivencia.

Esto le volverá más consciente del flujo de dinero en su billetera y lo pensará dos veces cada vez que quiera hacer una compra por impulso o por deseo. Ver volar sus billetes de la cartera es una forma poderosa de visualizar o hacer real su presupuesto

Pasadas las tres semanas, puede volver a usar sus tarjetas de crédito y débito para hacer sus compras.

4. Haz un diario de gastos

Más que un registro, la sugerencia es tener siempre a mano un diario de gastos en donde anote todas las compras que haga con sus respectivos montos. Con esta herramienta sabrá en qué estás usando su dinero, cuánto está ahorrando cada día y cuáles son las tentaciones que le está costando dejar de lado, para que pueda trabajar sobre ellas.

Tres ventajas de poner tus finanzas en ayuno

Aprender a gastar con consciencia: Las compras desmedidas o los gastos hormiga son los que matan una economía saludable. Con este método sabrá con claridad cuáles son sus necesidades y las de su hogar y podrá decidir mejor en qué va a gastar.

Controlará mejor las tentaciones: Si antes no se le escapaban las buenas ofertas, ahora podrá ignorarlas con determinación. Saber que no lo necesita, calmará sus ansias de comprar.

Conocerá su capacidad de ahorro: Disminuyendo aquellos gastos innecesarios, se dará cuenta de la cantidad de dinero que le queda disponible para ahorrar. Desde ese momento, habrá marcado un precedente para mejorar sus finanzas. (JS)