El asalto a una reconocida joyería —en la calle 5 de Junio entre Rocafuerte y 9 de Octubre— del cantónMilagro fue truncado por un cuidador de carros que dejó encerrados a dos de los tres sujetos que llegaron para cometer el atraco.

Pasadas las siete de la noche, los hampones llegaron a la joyería a bordo de una moto, vestidos elegantemente para simular ser clientes y, una vez dentro sacaron a relucir sus armas para amedrentar a las víctimas.

Su misión era destruir las vitrinas en las que se exhiben anillos, relojes, cadenas y otros accesorios de oro y para ello usarían un combo de acero.

Dos de los tres sujetos ingresaron al local, mientras el otro vigilaba que no apareciera la policías. Sin embargo, pasó desapercibida la presencia de un cuidador de carros que valientemente se acercó al local y bajó la puerta enrollable para dejar encerrados a los asaltantes.

En ese momento y con el temor de ser capturados, los maleantes dispararon desde el interior de la joyería por tres ocasiones, abrieron la puerta y huyeron a precipitada carrera. Uno de los proyectiles quedó impregnado en un local de utensilios de cocina al otro extremo de la calle.

A los pocos minutos llegó personal policial y pese a la gravedad del caso, les fue impedido su ingreso a la joyería, pues sus propietarios no les brindaron las facilidades. Agentes de la unidad de Criminalística levantaron indicios desde la parte exterior de la joyería y del local en el que impactaron los proyectiles.

Saúl Jara, testigo del hecho, indicó que frecuentemente son visitados por la delincuencia debido a que esa zona —a pesar de ser altamente comercial— carece de iluminación.