El analista vislumbra un panorama complejo en la Asamblea Nacional para el futuro mandatario.

Punto Noticias. A criterio del analista político David Chávez, estamos frente al peor escenario que nos podía pasar como país, en referencia a los resultados de la elección presidencial, que según las encuestas a boca de urna de Cedatos dan como ganador a Guillermo Lasso y Clima Social hay un empate técnico.

Chávez cree que los resultados oficiales no variarán esta tendencia. Sobre esta base, considera que el próximo presidente de la República entrará débil, por triunfar con poco margen sobre su contendiente.

Era deseable que cualquiera de los dos que gane lo hiciera con contundencia, con amplitud, porque en el Legislativo va a ser problemática la gobernabilidad debido a que allí hay una serie de bloques fuertes y ninguno de los dos candidatos tiene mayoría, advierte.

El conflicto con la Asamblea Nacional va a ser muy complejo, cuando se trata de un Gobierno que no gana contundentemente. Y si el escenario, además, es golpear, deslegitimar, casi desde el principio, que ya sucedió en 2017 para provocar un efecto como el que terminaron provocando: un viraje político radical de Moreno, observó el experto.

Chávez señala que si gana Arauz ese será la estrategia. Si triunfa Lasso, le parece que tendrá más posibilidades de construir acuerdos, porque puede volver a poner a funcionar la coalición anticorreísta que podría configurarse en la Legislatura, para continuar con el agresivo programa neoliberal aplicado en el gobierno de Lenín Moreno.

El analista sostiene que la disputa anticorreísta no es simplemente un capricho de ciertos políticos, sino que es un hecho objetivo que está ahí, que expresa contradicciones, fracturas, tensiones sociales y no va a dejar de estar ahí.

Esta confrontación, dice, nunca se fue y recuerda que los políticos Yaku Pérez (PK) y Xavier Hervas (ID) construyeron una campaña electoral muy fuertemente anticorreísta. En su opinión, esta disputa anticorreísta no es mala, en sí misma, porque visibiliza los conflictos de fondo que no aparecen, porque la derecha, de forma desesperada, como lo hizo Lasso en su campaña, intenta ocultar las desigualdades sociales, la opresión, etc.

El problema, piensa, es que los actores políticos se han quedado solo con la construcción negativa y no han cumplido con una de las tareas que es darle la vuelta a ese sentido negativo de la confrontación, para llevarla a un nivel que genere elementos positivos, identidades políticas, con creatividad e imaginación.