Ejército y FARC mantienen combates, según habitantes de zona de liberación

Líderes comunitarios y representantes de la Iglesia católica del departamento colombiano del Chocó (oeste) aseguraron hoy que se están produciendo enfrentamientos entre las Fuerzas Militares y las FARC en la zona, donde se espera un cese de operaciones que permita la liberación de tres secuestrados.

Rosmira Salas, representante del consejo comunitario del río Atrato, zona cercana a donde previsiblemente se producirá la entrega del general Rubén Darío Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, aseguró que la población está atemorizada.

«Es una de las cosas que nos tiene atemorizados. Nunca se habían escuchado explosiones tan fuertes, al punto que han caído vajillas por la vibración de los explosivos», relató a periodistas en Quibdó, la capital regional.

Precisamente hoy los negociadores de paz de las FARC en La Habana dijeron que el Gobierno colombiano mantiene un «ruidoso operativo» en esa región que «no es otra cosa que una aventurera y arriesgada pretensión de rescate del general y sus acompañantes».

Especificaron, además, que se han producido «bombardeos, desembarcos y sobrevuelos de inteligencia técnica» y que «se han presentado choques terrestres con la guerrilla», una denuncia compartida en las últimas horas por el líder máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timochenko», en un comunicado.

«Se insiste en un rescate por la fuerza, quizás en precipitar una desgracia que ninguno desea. Esa es la verdadera catadura del régimen. No hay que llamarse a engaños, Santos juega a lo mismo», afirmó el líder guerrillero.

Dichas acusaciones fueron desmentidas por el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, quien precisó que el despliegue militar obedece a «operaciones de control territorial y de seguridad de los habitantes».

Los protocolos para la liberación de secuestrados establecen que debe regir una suspensión temporal militar para que se produzca la entrega de forma segura, por lo que la guerrilla ha sugerido que la operación podría entorpecerse si el Ejército mantiene su actividad.