Ecosistemas de la Reserva Ecológica Mache Chindul
La Reserva Ecológica Mache-Chindul (REMCH) se encuentra en la región suroccidental de la provincia de Esmeraldas y al norte de Manabí, en las montañas homónimas, que constituyen la extensión norte de la cordillera de la Costa. Su extensión abarca más de 119.000 hectáreas, incluyendo la cuenca superior del río Bilsa, ubicada a pocos kilómetros al este de San José de Bilsa (al sur de Muisne), cerca de la costa. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
Esta área protegida fue establecida como reserva estatal en agosto de 1996. Además, dentro de la zona se encuentra la Estación Biológica Bilsa, una reserva privada administrada desde 1994 por la Fundación Jatun Sacha, que ocupa aproximadamente 3.000 hectáreas. En el interior de la reserva se encuentra la Laguna de Cube, con una extensión de 113 hectáreas, que fue reconocida como sitio Ramsar por la UNESCO en 2002.
Biodiversidad
La reserva es un área de gran riqueza biológica, albergando más de 500 especies de aves, como el tucán de pico curvado, el loro orejiamarillo y el águila arpía. Asimismo, se han registrado cerca de 200 especies de mamíferos, entre ellos el oso hormiguero, el mono aullador y el jaguar.
También es hogar de una gran variedad de reptiles, anfibios y plantas. La reserva abarca diversos tipos de ecosistemas, tales como bosques tropicales, manglares, estuarios, playas y cuerpos de agua, que proporcionan refugio a numerosas especies y juegan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad.
Flora
En la Reserva se han registrado 1.434 especies, distribuidas en 624 géneros y 149 familias. Las familias con mayor abundancia y diversidad incluyen: Araceae, Orchidaceae, Rubiaceae, Fabaceae, Gesneriaceae, Poaceae, Melastomataceae, Dryopteridaceae, Piperaceae y Moraceae. Del total de especies registradas, un 8% (111 especies) son endémicas, y la mayoría de ellas se encuentran bajo alguna categoría de amenaza.
Especies comunes:
- Virola dixonii
- Quararibea soegenii
- Coussapoa eggersi
- Symphonia globulifera
En 1991, aún existían significativos remanentes de bosques con grandes árboles madereros, aunque la deforestación, aunque aún en sus primeras etapas, ya comenzaba a desarrollarse.
Fauna
Existen 136 especies de mamíferos, 491 de aves, 54 de anfibios y 38 de reptiles.
Quirópteros:
- Murciélago frutero pequeño (Rhinophylla alethina), típico de bosques prístinos.
- Murciélago de nariz peluda (Mimon crenulatum), también común en estos bosques.
Mamíferos menores:
- Armadillo de cola desnuda (Cabassous centralis).
- Perezoso bayo (Bradypus variegatus).
Herpetofauna:
- 17 especies de anuros (sapos y ranas).
- 21 especies de reptiles, destacando:
- Cinco especies del género Anolis (camaleones americanos).
- Dos especies del género Tantilla (serpientes no venenosas).
- Diez especies del género Eleutherodactylus (coquíes).
- Ctenophryne aterrima (rana hocicuda negra).
- Ameerega erythromos (rana venenosa de Palenque).
Mamíferos grandes:
- Jaguar (Panthera onca).
- Oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla).
- Capuchino de frente blanca (Cebus albifrons).
- Mono aullador negro (Alouatta palliata), común en la Reserva.
Aves:
- Más de 170 especies reportadas en Cabeceras de Bilsa (1991).
- Más de 250 especies registradas en la Estación Biológica Bilsa.
- Especies amenazadas globalmente y endémicas del Chocó:
- Cuco terrestre escamado (Neomorphus radiolosus).
- Toropisco amazónico (Cephalopterus penduliger).
- Especies endémicas de Tumbes:
- Busardo dorsigrís (Leucopternis occidentalis).
- Poblaciones aisladas de especies de los Andes, varias kilómetros al este.
Conservación
A pesar de ser una reserva protegida, la zona enfrenta varias amenazas, como la deforestación, la caza furtiva y la explotación de recursos naturales. No obstante, se han adoptado medidas de conservación para salvaguardar el área, tales como el fomento del ecoturismo y el fortalecimiento de la participación de las comunidades locales en la gestión sostenible de los recursos.
A continuación, se redactan las soluciones posibles a los problemas socioambientales:
- Es fundamental implementar alternativas de producción sostenible para las comunidades, tanto dentro como fuera de la Reserva. Estas alternativas deben recibir apoyo no solo de los extensionistas del MAG, sino también en aspectos como la regularización de tierras, el acceso a créditos verdes para iniciativas sostenibles y la inserción de productos en el mercado.
- Fomentar actividades económicas sostenibles a través de sistemas agroforestales y el desarrollo de bio-emprendimientos puede asegurar ingresos para las comunidades locales y, al mismo tiempo, garantizar la preservación de los bosques. Como se propone más adelante, la producción de cacao en sistemas agroforestales constituye una excelente opción si se gestiona adecuadamente toda la cadena de valor del producto.
- Es necesario llevar a cabo la restauración forestal en toda la Reserva, utilizando especies que puedan ser manejadas de manera comercial, favoreciendo la conectividad de los bosques remanentes y permitiendo el libre tránsito de las especies biológicas.
- Asimismo, se debe impulsar la creación de áreas de conservación por parte de los Gobiernos Locales, como la propuesta de establecer un corredor para proteger los bosques remanentes entre Galera y San Francisco del Cabo.