Durante esta temporada, los incendiosforestales se incrementan debido al verano.

En Cayambe, por ejemplo, varias hectáreas se han visto consumidas por la candela. Para sofocarlos, ha sido necesario la intervención del cuerpo de bomberos de la zona.

El último evento se registró en Santo Domingo de Guzmán, un poblado de ese cantón del norte de Quito. Con herramientas manuales, media docena de uniformados lograron apagar la candela, pocos minutos después de haber iniciado.

Sin embargo, en no todo los puntos, la tarea ha sido sencilla. En días pasados, en la comunidad de Caleras, las llamas permanecieron activas durante dos días y afectaron al menos 15 hectáreas de esa zona. En este sitio, una de las dificultades fue el acceso limitado al área comprometida.

Horas después, en el poblado de Cangahua, el fuego se prendió en el pajonal durante varias horas. Sin embargo, fueron controlados tiempo después. En ambos sitios, organismosambientales evalúan los daños, especialmente en temas de flora y fauna.

Según los bomberos, hasta el momento, 300 hectáreas han sido afectadas por la candela.

Para ello, la institución sugiere cuidar los espacios de quemas agrícolas, acumulación de vegetaciónseca y construirreservorio cerca de los sitios plagados de cultivos.