Dilma destituye a directora de Petrobras por corrupción
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, acorralada en distintos frentes, políticos y económicos, decidió destituir a Graça Foster, la directora de la petrolera Petrobras, por sucesivos escándalos de corrupción.
Aún no hay fecha fija para su salida de la mega empresa con más de 85, 000 empleados. El valor de lo robado por el sistema de corrupción asciende al equivalente a casi 34,000 millones de dólares.
Foster, llevaba tres años en el cargo, bastó que de publicará la destitución en los medios de comunicación para que las acciones de la petrolera se dispararan hasta un 10%. Las ganancias de Petrobras del tercer trimestre de 2014 cayeron un 9,07% respecto al mismo período de 2013, según el informe de resultados publicado el miércoles, que no incluye lo robado.
A finales del año pasado, Rousseff defendió a Foster, de quien se considera una amiga personal y afirmó que no pretendía sustituirla. “La conozco. Y me consta su seriedad y su corrección”. Sin embargo; Julio Camargo, uno de los acusados de sobornar a altos cargos de Petrobras que, bajo arresto, se han animado a denunciar el sistema de corrupción, aseguraba que pagó el equivalente a 4.5 millones de dólares para obtener concesiones de obras y añadió que el pago de sobornos en esta empresa por parte de las empresas concesionarias era “una realidad institucionalizada”.
El FMI calcula que Brasil, uno de los países emergentes que hacía años asombraba al mundo con crecimientos por encima del 6%, sólo superará un anémico 0,3%. La exportación de materias primas se ha atascado y la industria se encoge: de hecho, la producción industrial reculó el año pasado un 3,2%, el peor registro desde 2009.
Y todo será peor si no llueve. La mayor sequía desde hace 80 años amenaza con racionar el agua cinco días a la semana a los habitantes de la mayor ciudad del país, São Paulo, si las presas no se llenan antes de abril. La sequía encarece los precios de los alimentos y afectará al suministro de la energía eléctrica.