Diez cosas en las que los ecuatorianos perdemos dinero
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La falta de educación financiera, la relación tortuosa con el dinero en las familias y la crisis económica provocan, entre otras cosas, que los ecuatorianos tomen constantemente malas decisiones que golpean su bolsillo y dan como resultado que sean más pobres y más endeudados cada año. Entérese de cuáles son las principales de esas malas decisiones que nos cuestan bienestar y calidad de vida.
La falta de educación financiera, la relación tortuosa con el dinero en las familias y la crisis económica provocan, entre otras cosas, que los ecuatorianos tomen constantemente malas decisiones que golpean su bolsillo y dan como resultado que sean más pobres y más endeudados cada año.
José Abel DeFina en una nota reciente, se alerta lo siguiente en medio de la crisis económica del país: «Lo primero que debemos pensar al momento de manejar una situación económica difícil, como la actual, es que no podemos seguir pagando deudas impagables. La prioridad debe ser no quebrar y para eso existen alternativas».
A continuación, se detallan 10 de las principales malas decisiones que afectan la economía de los ecuatorianos:
1. Gastos en servicios financieros inadecuados
Uno de los ejemplos clásicos es la contratación de préstamos informales (chulqueros) con tasas de interés extremadamente altas debido a falta de acceso o desconfianza en el sistema bancario formal.
Una persona que pide $500 a un chulquero con un interés del 10% pagará, en poco tiempo, más del doble o $1.200 solo en intereses.
2. Compras impulsivas y falta de presupuesto
Gastar en promociones aparentemente atractivas como «3×2» o «descuentos flash» sin necesidad real de los productos.
Una familia compra electrodomésticos en oferta por $1.200 en cuotas, aunque no los necesita urgentemente, incurriendo en un gasto innecesario y pagos prolongados con intereses. Analizando como el crédito directo, a través de casa comerciales, puede hacer que se paga hasta cinco veces más por un producto.
3. Mal mantenimiento de bienes y servicios
No realizar mantenimiento preventivo de un vehículo, lo que lleva a reparaciones mayores. Por ejemplo, evitar cambiar el aceite del auto por $50 puede resultar en un daño al motor que cuesta $1.500 o más en arreglar.
4. Multas y penalidades por descuidos
Pagar fuera de plazo facturas de servicios básicos, impuestos o matrículas vehiculares. Un retraso en el pago del impuesto predial puede generar multas e intereses acumulados de hasta el 10% del valor original.
5. Consumo excesivo de servicios no controlados
No monitorear el uso de servicios como electricidad, agua o telefonía móvil. Una familia que deja luces encendidas todo el día puede aumentar su factura mensual en $15, lo que equivale a $180 al año.
Asimismo, un inodoro con fuga o mal funcionamiento puede desperdiciar entre 750 a 4.000 litros de agua al mes, lo que equivale a 9.000 a 48.000 litros al año. Esto puede sumar entre $100 y $500 al año, dependiendo de la magnitud de la fuga y las tarifas locales.
6. Inversiones mal asesoradas o estafas
Invertir en esquemas piramidales (como ciertos «negocios de alto rendimiento» no regulados).
Una persona que invierte $2.000 en un esquema que promete duplicar el dinero en tres meses puede perder todo su capital cuando el esquema colapsa, e incluso tener que adquirir deudas costosas para cubrir esa pérdida.
Eso reduce entre un 30% hasta un 60% el gasto en productos y servicios realmente necesarios, e incluso, en muchos casos, hace que se posponga gastos en salud que luego pueden convertirse en bolas de nieve.
7. Compras de bienes de baja calidad
Comprar zapatos o electrodomésticos baratos que se dañan rápido y requieren reemplazo. Gastar $30 en zapatos que duran tres meses, en lugar de $100 en un par de buena calidad que dure dos años, lleva a un gasto adicional anual de $120.
8. Alimentación poco planificada
Comprar comida procesada o pedir a domicilio con frecuencia. Una familia que gasta $15 en comida a domicilio tres veces por semana gasta $2.340 al año, cuando cocinar en casa podría reducir este monto en un 50%.
9. Transporte mal planificado
Uso excesivo de taxis o plataformas como Uber en lugar de transporte público o compartir vehículos. Una persona que gasta $10 diarios en taxis podría gastar $3.600 al año, en comparación con $480 usando transporte público.
10. Falta de planificación de salud
No tener un seguro médico y ser sorprendido, sin ningún tipo de respaldo, por imprevistos de salud. Una cirugía de emergencia puede costar $5.000, mientras que un seguro anual podría costar $600 y cubriría estos gastos.