Desaparición de 43 estudiantes mantiene en vilo a México

Casi una semana después de la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero, en el sur de México, sus familiares luchan por encontrarlos vivos y exigen esfuerzos serios a las autoridades federales y locales, pero algunos ya temen lo peor.

«El miedo se convierte en coraje, en impotencia. Si te quitan a tu hijo, a tu sobrino, a un familiar, el miedo queda fuera y no te importa, luchas hasta encontrarlo», dijo a Efe uno de los familiares que pidió no ser identificado.

«Ningún padre va a descansar hasta que le regresen a su hijo. Yo creo que hasta exhibir el cuerpo será un consuelo a no saber nada de ellos», añadió.

La noche del viernes al sábado pasado un grupo de policías municipales perpetró varios ataques contra estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa (dedicada a la formación de maestros) en Iguala, en los que seis personas fallecieron y 25 resultaron heridas.

Desde esos hechos, en los que se cree que también participaron miembros del crimen organizado, 43 estudiantes están en paradero desconocido.

«Hay pruebas contundentes de que se los llevaron en patrullas y es ilógico que ahora no sepan en dónde están», denunció el familiar.

Los alumnos de la Normal de Ayotzinapa, en su mayoría de bajos recursos, denunciaron que sus compañeros fueron detenidos por policías municipales y subidos a unas cinco patrullas, sin que hasta el momento se conozca su paradero.

«Hay pruebas, fotos, vídeos y audios que lo corroboran. Los policías se los llevaron y ellos saben dónde están. No pedimos ayuda para buscarlos, exigimos que ellos nos los entreguen», manifestó el familiar afuera de la Secretaría de Gobernación, donde 18 familiares se reunieron con el subsecretario Luis Enrique Miranda.

«Se ha corroborado que fueron los policías, hay evidencias de que ellos se los llevaron», agregó al denunciar que la Normal «desde toda la vida ha sufrido ese tipo de situaciones» ya que allí les «enseñan que debe haber igualdad social», algo que, aseguró, no quiere el Gobierno.

El familiar explicó que el bloqueo de la autopista entre Chilpancingo y el puerto de Acapulco realizado el jueves fue para exigir al Gobierno la aparición con vida de los 43 estudiantes.

«Si no hubiéramos hecho el bloqueo (durante más de seis horas), no estaríamos aquí. Si al Gobierno no le hace uno ruido, nada más no pasa nada», sostuvo.

Tras las primeras investigaciones, 22 policías de Iguala fueron detenidos el fin de semana y puestos a disposición de un juez, después de que las pruebas periciales confirmaran que dispararon contra los jóvenes cuando estos se apoderaron de algunos autobuses privados.

«En el Gobierno no se puede confiar, dicen que la violencia en Michoacán está más fuerte, pero no es cierto, en Guerrero toda la vida ha habido violencia», aseguró, al cuestionar por qué el gobernador Ángel Aguirre sigue en su puesto.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se ha desmarcado de esta situación y ha pedido a las autoridades de Guerrero que asuman su responsabilidad ante esta ola de violencia, mientras que en estados como Michoacán las fuerzas federales han tomado el control de la seguridad ante el desbordamiento de las autoridades locales frente al crimen.

Pero no sólo los familiares están dedicados a la búsqueda de los desaparecidos, también sus compañeros acompañan los esfuerzos y demandas de justicia a las autoridades.

«No se ve interés por parte del Gobierno estatal en encontrar a nuestros compañeros», dijo a los medios uno de los estudiantes que viajó a la capital para asistir a la reunión en la Secretaría de Gobernación y quien también prefirió no identificarse.

«Son ya siete días y no hay resultados. No son uno o dos, son 43 personas», remarcó.

El padre de un chico de 17 años que se encuentra desaparecido contó que la comitiva pidió al subsecretario Miranda «la intervención del Gobierno federal, que haga un operativo de búsqueda».

«Seguiremos haciendo la denuncia pública» hasta que haya un «esclarecimiento (del caso) y la presentación de los autores materiales e intelectuales que ocasionaron estos hechos violentos», apuntó.

Han sido «días de desesperación, de tristeza, de llanto de los padres de familia» que perdieron a sus hijos y de los que tienen hijos desaparecidos, comentó.

«Pedimos justicia para los jóvenes muertos y esclarecimiento de los hechos. El principal objetivo es la presentación con vida de los jóvenes lo más pronto posible. Queremos de regreso a nuestros hijos», aseguró.