Delfín Sporting Club compró 16 jugadores para sostener su campaña
Delfín Sporting Club compró 16 jugadores para sostener su campaña
Carlos Garcés, de 27 años, es un ídolo en su tierra natal. El delantero del Delfín Sporting Club volvió al clima cálido de Manabí después de cinco años fuera de su ciudad. Su último club fue el Atlante de México, el 2016.
Ahora, Garcés, es una de las estrellas del equipo sensación en la primera etapa del torneo. El autor de nueve goles en la gran campaña del ‘cetáceo’ revive su infancia y adolescencia. Él nació en Manta, pero vivió en Montecristi.
Allí estudió en la Unidad Educativa Almirante H. Nelson, ubicada en un sector conocido como La Paola (a 30 minutos de Manta).
En los tiempos libres le encanta recorrer la zona y visitar las canchas donde jugaba fútbol en los recreos. Hace dos años, el colegio le entregó el reconocimiento como emblema deportivo de la provincia.
Su novia, su familia y sus amigos de barrio fueron fundamentales para que Garcés se decidiera por volver al país, al ‘cetáceo’. “Regresé a Manta por la buena amistad que tengo con el presidente del club (José Delgado). La oferta de Defín fue buena y firmé por cuatro años”, explica sobre su vinculación.
En el complejo Los Geranios (al sur de Manta), sitio de entrenamiento del club, en enero Garcés se reencontró con un amigo que conoció hace una década: Roberto ‘La Tuka’ Ordóñez. Ambos fueron compañeros y amigos en el Manta del 2007, en la Serie B. Garcés, de 17 años, recién empezaba su carrera como juvenil.
Para la contratación de los dos hubo un análisis minucioso de la directiva. Mauro Rezabala, gerente, explica que se estudiaron los rendimientos futbolísticos y detalles de la vida personal de cada uno de los 16 contratados a inicio de año.
A Garcés le convenció la oferta económica del club. Delfín negoció con Liga y así se cayó el negocio con Peñarol.
Delgado es cauto en dar cifras. Sin embargo, Esteban Paz, directivo de la ‘U’ (en enero), contó que la negociación superaba los USD 150 000. Fue una de las inversiones más altas.
Con ‘La Tuka’, en cambio, negociaron directo y le ofrecieron contrato por dos años.
De los 16 fichajes realizados este año, 14 han sido parte de la exitosa campaña del club. Fabián Bustos, exgerente deportivo, argumentó la contratación de cada futbolista. Por ejemplo, pidió a la dupla Andrés Chicaiza – Joao Paredes. Entre ambos marcaron 29 goles en Técnico Universitario, el año pasado.
“Igual se demostró los buenos números de Jacob Murillo y Francisco Mera. Fuimos contratando según las necesidades”, explica Rezabala. Así, este año, llegaron cuatro futbolistas de la Serie B, tres extranjeros (dos uruguayos y un venezolano) y nueve nacionales con experiencia en la Serie A. Mantuvieron la base del guardameta Pedro Ortiz, el defensa paraguayo Francisco Silva, Marcos Cangá…
Dos de los últimos en integrarse al club fueron el volante Bryan Oña y Geovanny Nazareno. El lateral Nazareno lo hizo después de la ruptura de ligamentos de José Madrid, en el primer partido del año.
Cada contratación tuvo un procedimiento. El DT Guillermo Sanguinetti, por ejemplo, se tomó dos semanas hasta aprobar la vinculación de Oña. El uruguayo revisó videos del futbolista, revisó los números en las formativas y pidió referencias a sus conocidos.
La contratación de los tres extranjeros también se hizo mediante una coordinación entre Sanguinetti y Bustos.
El defensa venezolano John Chancellor llamó la atención por su estatura (1,98 m). Para cerrar el acuerdo, el presidente del club viajó a Panamá. Allí firmaron el contrato. Los uruguayos Matías Duffard y Cristian Malán llegaron por recomendación de empresarios.