De vuelta a la nostalgia con Slash
De nueva cuenta, el iconico Saul Hudson, bajo el apelativo de Slash, acompañado de Myles Kennedy y su banda los Conspirators, posaron sus reales en suelo mexicano para deleite de los seguidores de este importante guitarrista.
Desde luego la nostalgia por Guns N’ Roses es el primer atractivo para este show, decenas de cuarenteenagers y adolescentes, muchos de los cuales seguramente aún no nacían cuando Axl, Duff, Slash, Izzy y Steven conquistaban al mundo con sus rolas, pero sí eran lo suficientemente grandes como para haber conocido al guitarrista del sombrero de copa mientras jugaban Guitar Hero, habían arribado desde muy temprano, e incluso algunos pocos desde el día anterior a las instalaciones del Pepsi Center WTC para estar en primer lugar y ver muy de cerca a la banda.
Antes de ello tendrían que recibir la descarga de poder de la banda Motor, capitalinos que resultaron ser una acertada decisión para calentar el ambiente. Los recibió un público que comenzaba a impacientarse y necesitaba ya una dosis de Rock & Roll, mismo que para entonces apenas cubría un cuarto de la capacidad del recinto. Varios asistentes lucían replicas de sombreros de copa y pelucas rizadas que imitaban la cabellera de Slash. Motor subió los ánimos del personal con guitarras duras y un sonido potente. Manuel Suárez, viejo conocido de las glorias del Rock Mexicano de los 90, se encargó de hacer contacto con el público al que ya tenía cantando desde la primera rola, aunque no se la supieran. Así es como este tío demostró los años de experiencia que ha tenido tocando en todo tipo de escenarios desde aquella mítica banda, Guillotina, hasta este nuevo proyecto. Los puños se levantaron en repetidas ocasiones al ritmo de la música. Al final de su actuación el vocalista se aventuró a zambullirse entre la gente, despojándose de su camisa. Motor hizo un estupendo trabajo dejando calientito al público para que llegara Slash.
Motor setlist:
Forastero
Superhéroes
Mientes Bien
Odio
No Hay Vuelta Atrás
Sólo Importo Yo
Después de unos cuantos minutos de espera, las luces se apagaron y de inmediato salió Slash, guitarra en mano, acompañado por Myles Kennedy y el resto de los Conspirators, Todd Kerns al bajo, Brent Fitz en la batería y Frank Sidoris en la otra guitarra.
Para entonces el lugar ya presentaba un lleno a la mitad y la parte de los palcos también tenían un buen número de personas viendo a la banda desde el segundo piso. Slash lucía una playera negra con el logo de Aerosmith, una de sus grandes influencias de toda la vida, empuñando su Les Paul, en color «tabaco quemado».
El primer macanazo es «You’re a Lie», desde el exitoso Apocalyptic Love. Apenas nos estábamos de esta primera sacudida, cuando sin piedad el grupo nos asestaba una apresurada versión de «Nightrain» de los insuperables Guns N’ Roses. Los alaridos eran ensordecedores y las chicas comenzaban a contonearse, mientras muchos otros capturaban desesperadamente el momento con sus teléfonos. Myles de repente era una reencarnación de Axl Rose quien lucía una playera del famoso Viper Room, club nocturno de la zona del Sunset Strip en California. Y hablando de ello, el look de Todd Kerns era el de un absoluto y verdadero habitante de la era del Glam de los 80: pantalón entubado, botas, maquillaje en los ojos y esa tez color «me voy a morir de sobredosis» tan característica, el tipo movía su gigantesca humanidad por todo el escenario, arrojando plumillas al público sin parar.
El set continuaba con «Halo», «Ghost», «Back From Cali» y «Wicked Stone» durante la cual desde el público le arrojan un sombrero a Myles, quien está encuclillado del lado derecho del escenario, al parecer le está faltando un poco el aire debido al cambio de altitud. Intenta probarse el sombrero pero es demasiado pequeño, no le queda y lo regresa. En este punto nos damos cuenta que el señor Kerns está dando muestras de ser un buen vocalista haciendo unos agudísimos coros.
Prosiguen con «Double Jive Talkin'» durante la cual Slash hace un extenso solo, ahora con una Les Paul roja. Kennedy opta por empuñar una guitarra, para no tener que quedarse bailando a solas mientras Slash hace que sus dedos vuelen por todo el brazo de la guitarra. Antes de llegar al punto de la aburrición, la banda suelta otro bombazo en el momento justo: «You Could Be Mine», la cual toma a todo el mundo por sorpresa y de nuevo los gritos casi superan al audio. Es la locura total. Si uno cerraba los ojos, fácilmente podías pensar que ahí estaba Axl de nuevo en el escenario, como en los viejos buenos tiempos.
Myles deja el escenario y le encarga el micrófono a Todd quien de inmediato se arranca con «Dr. Alibi» la canción que interpretara Lemmy Kilmister, el Dios de Motörhead, en el álbum homónimo de Slash de 2010. Obviamente la canta a su más puro estilo hardrockero, sin tratar de imitar la aguardientosa voz del Dios Verruga. La ligan inmediatamente a «Welcome to the Jungle», con la cual muchísimos saltan frenéticamente de emoción y cantan a todo pulmón junto a Kerns, quien está haciendo un grandioso trabajo alcanzando con precisión los altísimos tonos de esta canción, la cual pocas veces se escucha como hoy: ¡bien cantada!
Durante «Beneath the Savage Sun», el guitarrista hace un extenso solo que ahora sí estuvo al borde de desesperar a la gente, aunque muchos estaban hipnotizados por la destreza, sin embargo duró eternidades, lo cual muchos aprovecharon para ir al baño, comprar más cerveza e incluso echarse una pestañita recargados en las paredes. «Rocket Queen» despertó a todos de su letargo y hacia el final de la velada asestaban «World on Fire» título de su más reciente producción y la canción que sería el colmo del paroxismo: «Sweet Child O’ Mine», con gritos frenéticos y voces que cantaban a voz con carganta desgarrada cada estrofa de la canción. También hay un espacio para algo de Velvet Revolver con «Slither», banda que parece estar olvidada por el extenso letargo en la que se quedó desde la salida de Scott Weiland.
La velada cerró con «Paradise City’, obligada de todo bar de covers que se digne serlo. Tras este set nos preguntamos qué diablos les estará tomando tanto tiempo que no están ya mismo planeando una reunión de Guns N’ Roses a escala mundial que dejaría millones como para vivir seis vidas más. Los egos desde luego son enormes, las heridas quizás demasiado profundas como para sanar, con excepción de Axl, los demás integrantes de la banda original parecen estar en muy buenas condiciones para tocar, mucho más que en sus días de gloria. En cada concierto de Slash en nuestro país queda de manifiesto que la sombra de Guns N’ Roses es demasiado grande como para pensar que algún día pudiera dejarla de lado, si no es dándole rocanrolera sepultura o continuidad junto a sus antiguos compañeros.
Slash Feat. Myles Kennedy and the Conspirators setlist:
You’re a Lie
Nightrain
Halo
Ghost
Back from Cali
Wicked Stone
Double Jive Talkin’
You Could Be Mine
Doctor Alibi
Welcome to the Jungle
Starlight
The Dissident
Beneath the Savage Sun
Rocket Queen
Bent to Fly
World on Fire
Anastasia
Sweet Child O’ Mine
Slither
Paradise City
@ivannieblas
Fotos: Diego Figueroa