Cumbre Tajín nos abre sus puertas y sus sabores
El jueves, 19 de marzo, tuvo su inauguración la XVI edición de Cumbre Tajín, un festival que demuestra con orgullo que se pueden llevar a cabo eventos de gran escala fuera del DF con artistas de renombre internacional. Hasta hace pocos años, la Cumbre ha generado bastante atención por sus alineaciones de actos como Björk, Tool, Primus, Smashing Pumpkins, Calvin Harris, y Pet Shop Boys. Este año no se quedan muy atrás, gracias a las participaciones de Incubus, Flaming Lips, Macklemore, Santana, y Empire of the Sun. En el primer día de actividades, Cumbre Tajín nos dio la bienvenida con una alineación más bien «folclórica», encabezada por La Arrolladora Banda El Limón (por acá puedes ver la reseña del espacio musical).
Aquí lo que llama la atención, sin embargo, es que la música apenas representa una de las miles de actividades que los asistentes al Parque Temático Takilhsukut pueden emprender. La idea claro es que la gente venga por la música y se quede por todo lo demás que celebra la cultura Totonaca, grupo indígena de la región. Javier Duarte, gobernador del estado de Veracruz, afirmó en su discurso de inauguración que Cumbre Tajín crea un alto impacto turístico e impulsa el desarrollo social de la región al crear más trabajos, favorecer la infraestructura turística y reactivar la economía del estado. En efecto, miles de asistentes se dieron cita hoy, tomando en cuenta que se trata de un día entre semana y La Arrolladora dejó de tocar hasta que casi diera la 1 am. En su primer día, el parque recibió más que nada a los residentes de ciudades cercanas como Papantla, Poza Rica, y Tuxpan. Se espera que el panorama luzca distinto en el fin de semana con la participación de las bandas anglosajonas.
Ya que la música no empieza sino hasta tarde, el equipo de Sopitas.com debe encontrar otras manera de pasar el tiempo, y como ya lo habíamos comentado, Cumbre Tajín no escasea en cosas que hacer. Después de asistir a la inauguración y ver la ceremonia de los voladores de Papantla (la primera de muchas que se vieron a lo largo del día), nos fuimos a explorar el parque, el cual se distingue por los nichos (pequeñas chozas cubiertas por palapas) donde se ofrecen talleres, exposiciones, presentaciones y demás. Después de pasar por una cerveza (¿una caguama por 70 pesos? ¡Ya somos de aquí!) fuimos a su famosos nicho de sabores. Llegamos un poco tarde para el menú de comida, así que nos apuntamos para la cena.
El nicho de sabores se presenta como una atracción gastronómica, o sea, una oportunidad para que los asistentes sean introducidos a los platillos típicos de la región. Si algo caracteriza a la comida veracruzana es el sabor auténtico y natural de sus platillos, un dato que comprobamos en el buffet para nosotros, humildres integrantes de la prensa. Ya dentro del marco de Cumbre Tajín, el nicho de sabores cuenta con un menú más exótico… bueno, exótico para nuestros gustos defeños. Así que pedimos los molotes con crema y salsa verde, acompañada por agua de horchata y jamaica.
El molote es un antojito mexicano hecho a base de masa y relleno de picadillo. Es elaborado por las señoras de humo, llamadas así por una técnica rudimentaria de la tradición totonaca de cocinar con un fogón. Al ser expuestas a tanto humo -ya que viven prácticamente en sus cocinas- las mujeres incluso adquieren ese olor particular y se dice que nunca se ve el gris de sus canas. Con fogón y comal, las cocineras mantienen con vida su estilo gastronómico en el Centro de Artes Indígenas, mismo parque donde se lleva a cabo Cumbre Tajín. Por esta ocasión, ellas reciben la ayuda de estudiantes de gastronomía de la Ciudad de México con el fin de aprender las recetas y maneras de la cocina indígenas. ¡Por cierto, su pan dulce recién horneado también es una delicia!