Con un monto anual de $ 20 millones asignados para recuperar inmuebles y lugares emblemáticos, Cuenca celebró ayer los quince años de la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El austero programa incluyó la colocación de un ramo de flores junto a la placa recordatoria en el parque Calderón, la presentación de un libro sobre el Pase del Niño Viajero, sesión solemne y presentación de la Orquesta Sinfónica.

Monserrath Tello (de la alianza Participa e Igualdad), edil presidenta de la Comisión de Áreas Históricas, evocó que el expediente que se dio en 1999 a la Unesco incluyó las 342 hectáreas del Centro Histórico.

La mayor inversión se dirigió a los diez inmuebles considerados palacetes, especie de palacios pequeños, y son la Catedral de la Inmaculada Concepción y Catedral Vieja, lo que era el seminario San Luis, monasterios del Carmen y de las Conceptas, iglesia Santo Domingo, Curia, Alcaldía, colegio Benigno Malo y Corte de Justicia.

Fausto Cardoso, investigador del patrimonio, recordó que a más de los 8.056 inmuebles inventariados, 2.117 con valor patrimonial, las manifestaciones culturales también fueron catalogadas como patrimonio intangible y lamentó que en esto casi no haya inversión.

En un informe, Cardoso describe casas, vías, parques y otros espacios en donde las características únicas de los cuencanos desaparecieron, como el olor de tareas como pelar patas de res, o talleres artesanales que había en sitios como El Vecino.