Cuál es la edad del universo y cómo la hemos calculado

Cuál es la edad del universo y cómo la hemos calculado

Cuál es la edad del universo y cómo la hemos calculado. Calcular cuál es la edad del universo no es tan sencillo como parece. Hace 100 años ni siquiera era una pregunta, nadie pensaba que el universo pudiera tener edad. Por ejemplo, en 1915 el físico Albert Einstein estaba seguro de que el universo siempre había estado ahí, y que, por tanto, no tenía principio. Pero sí lo tuvo. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

La última estimación sobre la edad del universo viene de un estudio del Telescopio de Cosmología de Atacama (ACT) del año 2020 en una colaboración internacional de científicos de 41 instituciones de siete países diferentes.

La luz más antigua

El equipo de ACT calculó la edad del universo midiendo su luz más antigua perceptible por sus herramientas. Otros grupos científicos tomaron medidas de galaxias para hacer estimaciones de la edad del universo. Todo apunta a que tiene 13.800 millones de años. Estas mediciones coinciden con las que se realizaron con los satélites de Planck en 2019 y el modelo estándar del universo (modelo Lambda-CDM).

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Tenemos cientos de miles de millones de estrellas solo en la galaxia de la Vía Láctea. Cuando se observa una población de estrellas, se puede saber qué edad tiene observando qué tipos de estrellas aún permanecen y qué clases de estrellas ya han desaparecido completamente.

«Restauramos la «foto de bebé» del universo a su condición original, eliminando el desgaste del tiempo y el espacio que distorsionaba la imagen. Solo al ver esta foto o imagen de bebé más nítida del universo, podemos comprender mejor cómo nació nuestro universo», explicó la profesora Neelima Sehgal, del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad Stony Brook.

Esta técnica es el análisis del fondo cósmico de microondas (CMB), la luz residual del Big Bang, lo que ayuda. a los científicos a comprender mejor los orígenes del universo, cómo llegamos a dónde estamos en la Tierra, las galaxias, a dónde vamos, cómo puede terminar el universo y cuándo final puede ocurrir.

«Encontramos una tasa de expansión que está en la estimación del equipo de satélites de Planck. Esto nos da más confianza en las mediciones de la luz más antigua del universo», continuó Neelima Sehgal. Las mediciones ACT sugieren una constante de Hubble de 67,6 kilómetros por segundo por megaparsec. Cuando calculas lo que eso significa para la edad del Universo, obtienes unos 13.800 millones de años, además una cifra completamente consistente con todo lo que sabemos sobre las estrellas.

Mediciones anteriores

Georges Lemaître, un físico y un cura católico de origen belga, presentó su teoría sobre la expansión del universo, ampliamente atribuida de forma incorrecta a Edwin Hubble, aunque por ejemplo Einstein la rechazó en 1927. Lemaître también propuso lo que se conocería como la teoría del Big Bang del origen del universo, a la que llamó hipótesis del átomo primigenio o el huevo cósmico.

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Precisamente Edwin Hubble fue el siguiente en dar un paso en este sentido con el descubrimiento de que había galaxias fuera de la Vía Láctea. Según sus estimaciones, el universo tenía 2.000 millones de años. A partir de entonces, se partió de esta base, creyendo durante la década de los Años 30 que era de unos 3.000 millones de años.

El descubrimiento de que la expansión del Universo se aceleró sorprendió a todos y le mereció el Premio Nobel de 2011 a los científicos que lo detectaron. La demostración de que la velocidad de expansión es mayor en la actualidad significa que, en el pasado, fue menor, lo que a su vez implica que el Universo es más viejo de lo que se creía. Los físicos no supieron entonces cómo explicar la aceleración, pero sí que llegaron a una edad estimada: 14.000 millones de años.

A principios de la década de 2000, y desde entonces, los mejores datos que tenemos provienen de los antecedentes del fondo cósmico de microondas (CMB): primero de WMAP, luego de Planck y, desde el 14 de julio de 2020, también del Telescopio de Cosmología de Atacama.