Considera que los vocales del Consejo Electoral responden a instrucciones de la élite, que los colocó ahí.

Punto Noticias. A criterio del analista político Fernando Casado, tanto el Consejo Nacional Electoral (CNE) como el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) procedieron motivados por un cálculo importante para permitir la inscripción y calificación de los candidatos presidenciales de UNES y Justicia Social.

Anota que estos organismos actuaron de esta forma cuando los postulantes Andrés Arauz y Álvaro Noboa ya habían anunciado que estaban denunciando ante organismos internacionales los obstáculos que encontraron para participar en las elecciones de 2021.

Recordó que el actual CNE fue nombrado en la etapa de la desinstitucionalización generalizada, por parte del Consejo de Participación Ciudadana transitorio de Trujillo, y obedece a instrucciones de una élite, que es la que les puso a los consejeros electorales allí.

“Para ellos habría sido muy cómodo haber allanado el terreno para el clarísimamente candidato de la élite, como es Guillermo Lasso, pero, al mismo tiempo, hubo ciertos límites o líneas rojas que estaban tanteando si se podían o no cruzar y que, probablemente, han visto la necesidad de no hacerlo”, señaló.

Para Casado, el daño ya está hecho, porque en esa política de desgaste de esas candidaturas, que no acaban de confirmarse, hay un drenaje importante de energía, de personal, de honor, imagen y fama, frente a la opinión pública, ya que se puso en tela de duda la honorabilidad y legalidad de las candidaturas.

En opinión del analista, la actuación del CNE y del TCE se enmarca en una persecución política en contra de ciertas candidaturas.

El experto dice que, una vez en carrera las 17 candidaturas presidenciales, incluida la de Noboa, es difícil prever cuál será el resultado final, aunque cree que la postulación del empresario perjudica más a la derecha formal de la élite. Gane Noboa o gane Lasso, en el fondo, sigue ganando la élite, porque respaldarán los pilares fundamentales de esta, como son la aplicación de una agenda neoliberal y la aniquilación del correísmo, apuntó.