Consejos para comprar una bicicleta eléctrica usada
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Cada vez son más son los usuarios que están en busca de una bicicleta eléctrica, y en varios casos a poder ser de segunda mano. Esto es bien por la utilidad que le van a dar, por su precio, por disponibilidad, o por simple comodidad. Tanto es así que en el mercado de este tipo de vehículos usados son un reclamo más que interesante, pero del que sabemos que no siempre es tan fácil elegir. ¿Sabes lo que tienes que tener en cuenta?
Y es que son muchos los que prefieren dejar el coche aparcado y hacer sus desplazamientos habituales por grandes ciudades en otros medios de transporte alternativos. Esto puede ser con la bicicleta para evitar atascos, ahorrar en combustible, ser más respetuosos con el medio ambiente y, por qué no, aprovechar para hacer algo de ejercicio. Y si queremos, podemos optar por una eléctrica.
Comprar bicicleta eléctrica usada, una buena alternativa
Esto no es por otra razón que porque la bicicleta eléctrica, también de segunda mano, es un vehículo rápido, silencioso, ecológico, saludable, eficiente y divertido. Los mismos se están poniendo de moda dentro y fuera de las urbes con las que ofrecen varias ventajas con respecto a las bicis de tracción mecánica, como su aceleración.
Pero también es verdad que comprar hoy una bici eléctrica puede intimidar y ser frustrante a veces. A diferencia de la más convencional y de la más común, hay que tener una serie de consideraciones que no todo el mundo sabe. Y en el caso de la bicicleta eléctrica de segunda mano, más todavía. Y no, no todo gira alrededor del precio.
Por supuesto, es un factor importante al conocer lo que vamos a adquirir. Pero no por ser más caro va a ser mejor para nuestros intereses que otra más económica. Es por esto que, con el precio de las actuales bicis electrificadas alrededor de los 800 euros (para las más económicas) y sobre los 1500 para las más caras, son muchos los que pretenden equiparse de la mejor forma asaltando la movilidad sostenible con ellas. Pero saben que, de momento, sólo podrán hacerlo con una usada. En el mercado actual ya existen alternativas muy plausibles y bien predispuestas para el alcance de todos. Pero antes debes conocer una serie de consejos a barajar.
Qué bicicleta eléctrica comprar
A la hora de situarse sobre el mercado, y gracias a la buena disposición que se está haciendo desde entonces, es factible que éste se mueva en varias direcciones, lo que hace que tengamos una variedad muy a considerar entre todas las opciones que tenemos a bien encontrar. Es por esto que antes de realizar ninguna comprobación, verifiquemos exactamente qué modelo se ofrece.
A través de ahí haremos una investigación. Bien desde internet y los diferentes portales que atienden como bicicleta eléctrica de segunda mano, como recorriendo algunas de las casas de vehículos. Será entonces cuando deliberemos cuál es la bici electrificada que mejor nos puede convenir para nuestros usos y utilidades.
Aquí lo cierto es que contamos con varios modelos a cada cual más atractivo para nuestra vida diaria. Como tal, en primer lugar debes atender que estos vehículos son bicicletas de pedales con pedaleo asistido, o lo que es lo mismo: aquellas bicicletas equipadas con un motor eléctrico auxiliar. Una ayuda que se activa hasta alcanzar los 25 km/h, y que cuentan con una potencia de motor que no puede superar los 250W por normativa. La energía es suministrada por una batería que se recarga en la red eléctrica. A partir de ahí contamos con varios tipos que podemos comprar.
- Bicicleta eléctrica plegable. Son las urbanas que se han convertido en una interesante opción para los que buscan un transporte por la ciudad eficiente y sostenible. Son pequeñas, portables y son aptas para desplazamientos largos o en los terrenos difíciles.
Bici eléctrica de gravel. Son bicicletas eléctricas polivalentes que te permitirán rodar por todo tipo de terreno, pudiendo alternar tramos por asfalto con tramos por pistas forestales, sendero o grava. - Bicis eléctricas de montaña. Con asistencia eléctrica, aumentan la potencia de pedaleo y al mismo tiempo permiten que disfrutes más en los senderos. Recorre más kilómetros, descubre lugares nuevos y rueda a más velocidad.
- Bicis eléctricas de carretera. Son las idóneas para hacer grandes cantidades de kilómetros. Disponen de motor central, situado en el cuadro, y las que llevan el motor en el buje, generalmente el de la rueda trasera.
- Bicicletas eléctricas de doble suspensión. También de montaña, son de suspensión delantera y trasera. Son las Trail y Mountain para Enduro.
Recomendaciones y verificaciones a seguir
Al igual que sucede con el resto de vehículos que vamos a adquirir, es imprescindible que tomemos en concepto una serie de muestras que harán porque cada una sea la bicicleta eléctrica de segunda mano que mejor se adaptará a nosotros, pero también la que mejor uso tenga, más duración, mejores y buenos cuidados y otras verificaciones muy útiles que luego no nos pillen por sorpresa.
Un dato importante sobre estos vehículos usados es que están viéndose en auge en estos momentos. Esto se observa teniendo en cuenta que, aunque puede ser una apuesta arriesgada, se señala como una de las que más nos pueden beneficiar en gran medida si sabemos cómo hacerlo.
Lo vemos realmente bien con, por ejemplo, a quién debemos comprar esta bici. ¿Optar por un particular es una buena idea? ¿A qué podemos atenernos? ¿Cómo se encuentra la unidad de la batería? Todos estos son puntos que no podemos perder de vista puesto que luego tendrán una valoración más que importante al usarla.
A quién comprar
Uno de los aspectos más importantes es que, a diferencia de una nueva y a estrenar, la compra de una bicicleta eléctrica de segunda mano contempla diferentes riesgos. En primer lugar, tenemos que tener cuidado si lo hacemos directamente con un particular, en lo que entran algunas exposiciones y que a la larga se pueden convertir en un duro revés.
En el caso de que el vendedor viva en la otra punta del país, habrá que acordar la forma de envío y el pago. Por lo que finalmente tendremos que fiarnos de un desconocido del que estás expuesto a mil problemas: que le paguemos la bicicleta y no nos la envíe, que la envíe y esté en un estado peor de lo que decía el vendedor, que se descubran unos u otros daños ocultos… o que, incluso, pueda ser una bicicleta robada.
Por lo tanto, el mejor consejo es que se opte por la vía de una casa o tienda. Bien es verdad que tampoco estaremos exentos de algunos detalles que también pueden verse complicados o deteriorados, pero siempre tendremos la seguridad de que lo que nos han vendido es una bicicleta eléctrica de segunda mano tal y como la hemos visto. Será entonces cuando entren aspectos como la batería o los kilómetros.
Por qué se vende
Quizás una de las preguntas más reconocidas en todos los tipos de ventas de vehículos usados: el motivo de la venta. Muchos expertos señalan que aquí los vendedores lo hacen porque realmente la bici está en desuso, y de los que tiene problemas significativos, como la batería agotada o que, al hacer tantos kilómetros, ya no dé más de sí.
Si hay algo raro que no te gusta o no te convence, probablemente lo notes en la reacción o respuesta del vendedor de la bicicleta eléctrica de segunda mano. Es también necesario que la actitud de la otra persona no te modifique. Si vamos con una idea, llévala hasta el final. No olvides que vas a hacer una compra que te permitirá desplazarte.
Estado de la batería y ajuste del motor
Probablemente una de las consideraciones más importantes, sino la que más a la hora de adquirir una electrificada de este tipo. Y es que la unidad de almacenamiento de energía es lo que suele motivar porque nos inclinemos a un vehículo u otro. Existen baterías desde 180 Wh a 900 Wh.
Estas son las que te proporcionarán una autonomía desde 20 km a 50 ó 60 km, que por lo general, variarán a distancias un poco menores. Si puede ser, la mejor recomendación sobre ello es que probemos bien la bici antes de tomar la decisión de comprarla. Lo mejor es tenerla varios días y observar que la batería nos dura, tras cargarla, los kilómetros que esperas.
Como referencia, una batería de 36V y 9Ah usada, en un estado razonable, debe hacer unos 40 km en nivel medio. También es importante que sepas que resulta más económico regenerar la batería agotada que comprar una nueva. Además, como no hay que cambiar la caja ni la electrónica, no tendrás problemas de compatibilidad. En el caso de que deba ser cambiada porque está muy agotada, hay que pensar que su costo adquiriendo una nueva alcanza el 30 o 35 % del precio de una bicicleta cero kilómetros.
También tenemos que preguntar sobre el ajuste del motor. Por ejemplo, si este es ilegal, anulará todas las garantías del fabricante y la licencia de funcionamiento. El ajuste también sobrecarga la batería y el motor, lo que significa que se deteriorarán a un ritmo más rápido que con el uso regular.
¿Cuántos kilómetros tiene?
Y si la batería está bien, el próximo indicador que hará porque nos hagamos con una de ellas es lo que tiene que ver con el rodaje, otro de los puntos más relevantes. Porque cuanto más se haya montado, más desgaste tendrá. Aquí también vale la pena descubrir en qué tipo de terreno se ha movido el usuario.
Muchos ascensos y descensos de montaña habrán pasado factura a los engranajes, frenos y neumáticos, además del barro que hace mucho daño a las partes móviles de la bicicleta. Si la bicicleta ha sido montada intensamente, las pastillas de freno deben cambiarse cada 500–1,000 km, y la cadena se recomienda cambiar cada 1.500 o 2.500 km. Es recomendable comprar una bicicleta con menos de 5 años de uso si es de mountain bike, y con menos de 7 si es de carretera.
Frenos, ruedas y engranajes: comprar una bicicleta eléctrica usada
Un vistazo rápido a la bici mostrará cuánto queda en las pastillas de freno. Los discos mostrarán su edad mediante decoloración y marcas. Comprueba que los frenos no pierdan efectividad muy rápido o hagan ruido, podrían estar contaminados de aceite. Si es así habría que cambiar las pastillas y limpiar bien los discos o cambiarlos.
También hay que considerar el estado de las ruedas y engranajes, especialmente porque son las dos marcas que nos mostrarás que el vehículo de Movilidad Personal nos dará la satisfacción que necesitamos al recorrer unos pocos o varios kilómetros.
Así, pasa por todos los piñones y platos en la vuelta de prueba y asegúrate de que la cadena no se deslice a través de los engranajes, eso implicaría un desgaste grave. Para las ruedas verifica que la rueda funcione correctamente controlando que no esté torcida haciéndola girar en el aire.
El precio no lo es todo: comprar una bicicleta eléctrica usada
Si bien es cierto que tu elección debe encajar en el presupuesto de que dispongas, es importante también comprar teniendo en cuenta el uso que le vas a dar a la bicicleta y qué puede suceder en caso de que tengas que revenderla. Y es que puede que dentro de unos meses descubramos que el ciclismo ya no es lo tuyo…
O que hayamos mejorado tanto el nivel que necesitamos una bicicleta de una gama superior. En ese caso tendrás que vender tu bici y es bueno comprar ahora algo que puedas amortizar dentro de 6, 12 ó 18 meses. Por esto, hay que prestar atención a qué es lo que puede suceder en su caso.