Conoce el estilista que le corta el cabello a los indigentes de Nueva York

En su rutina diaria Bustos trabaja en un salón de belleza ubicado en el barrio de West Chelsea, en Manhattan, donde sus clientes pagan cientos de dólares por un cambio de peinado, sin embargo los domingos realiza su labor gratis. El estilista de 30 años practica este particular trabajo social en las calles de Nueva York para sensibilizar a los transúntes, «cualquiera puede hacer prácticamente cualquier cosa para retribuir todo lo bueno que tiene y mi manera de hacerlo es con mi pasión: la peluquería», afirmó.

Todo empezó cuando hace 2 años Bustos viajó con su novia LaLa Javier, quien también es estilista a Filipinas, lugar de donde proceden los familiares de la pareja. Allí alquilaron un sillón en una barbería en la provincia de Pampanga para cortarle el cabello a niños de bajos recursos. Luego de esta experiencia, decidieron aplicar la idea en Nueva York. También ha llevado su estilo a Los Ángeles, Jamaica y Costa Rica, siempre en compañía de su novia y de su amigo fotógrafo Devin Masga, quien captura a Bustos cortándole el cabello a los indigentes para luego subir las imágenes a Instagram con la etiqueta #BeAwesomeToSomebody (#SéIncreíbleConAlguien)

A través de esta red social, Bustos aprovecha para contar la historia de las personas de la calle con las que se encuentra, como la de Ashley, una joven de 24 años que comenzó esta vida cuando terminó una relación en la que era víctima de abusos.

Cuando Bustos se acerca a las personas, se agacha para mirarles la cara y decirles «quiero hacer algo bueno por ti hoy». Antes de hablarles sobre el corte de cabello, les ofrece comida, bebida y un paquete con productos de higiene. Según su experiencia, el 80% de los individuos acepta la oferta, pero hay otros que no, en ese caso, solo conversa con ellos y les da el alimento y el paquete con los productos.

«Generalmente están muy emocionados porque en muchos casos han pasado meses, incluso años desde el último corte de pelo», expresó. Recordó la reacción del primer indigente al que le cortó el pelo en Nueva York, Jamar, quien luego de verse en el espejo tras el corte le preguntó: «¿Sabes de alguien que esté contratando?». «Allí me di cuenta de que estaba haciendo lo correcto», manifestó.

Además, Bustos tiene pensado crear una organización para crear conciencia de que con iniciativas sencillas como estas, es posible ayudar a quienes más lo necesitan.