Conoce a Galo, el guardián de la calle Ámsterdam en la Condesa
El histórico Café La Habana se convirtió esta mañana en cómplice y testigo de la entrevista que realicé al escritor argentino Sergio Schmucler. Nos encontrábamos ahí, frente a frente, si no haciendo historia, por lo menos formando parte de ella, en un lugar frecuentado en los años 70 por exiliados de la guerra española, personalidades de la literatura de América Latina, periodistas, e inclusive por Fidel y el Che Guevara, autores intelectuales de la Revolución Cubana.
La figura de Sergio apareció en un taxi a las 11:38 am, lo saludé. Soy la persona que te va a entrevistar, le dije. Nos adentramos al café, compartimos durante la charla un americano doble. ¿Para qué contarles esto?, sólo para introducirlos a una entrevista que hizo más las veces de una charla entre dos personas dispuestas a conocerse. ¿El motivo?, la presentación próxima de su libro «El guardián de la calle Ámsterdam».
Un libro que cuenta la historia de Galo, un niño mexicano, que vive en una familia mexicana. Que le corta el bigote a Lázaro Cárdenas en épocas de la expropiación petrolera, que se escribe cartas con el Che Guevara, y que está destinado a vivir en una atmósfera cosmopolita -creada por Schmucler-, cuando su mamá se ve en la necesidad de rentar los cuartos de su casa a personajes que cargan consigo historias de exilio, nazismo, de la España franquista, de oscurantismo religioso, de dictaduras latinoamericanas y represión mexicana. Historias y sentimientos, destinados a dar vueltas en la elíptica y paradójica figura de la calle Ámsterdam, ubicada en la Colonia Condesa.
Sopitas.com: Una vez más tu segunda novela te ha traído de vuelta al tema del exilio ¿Por qué?
Sergio: Mi primera novela («Detrás del vidrio» publicada en el año 2000), fue más una cuestión autobiográfica sobre lo que viví al momento de ser exiliado a los 17 años de Argentina y llegar a México. Creo que en esta ocasión necesitaba sacar algo que traía dentro, pero desde otro punto de vista. Eso lo logré con Galo, el personaje principal de la historia.
Sopitas.com: Benjamín Cann (cineasta) te encargó una historia que se pudiera filmar en un sólo lugar y a ti se te ocurrió la calle de Ámsterdam, ubicada en la Colonia Condesa. ¿Crees que esta calle te hubiera funcionado igual si en lugar de una forma elíptica, hubiera tenido una forma circular perfecta?.
Sergio: Esa pregunta es muy interesante, contestó sonriendo. No. No me hubiera funcionado igual. La forma elíptica te permite llevar un ritmo, una velocidad que en un momento determinado te permite ser modificada para romper con esa figura, para salir de ella. El círculo no te permite lo mismo.
Sopitas.com: ¿Crees que esa forma elíptica es precisamente lo mismo que te trajo de vuelta a escribir sobre este tema?
Sergio: Creo que si. Creo necesitaba madurar en ese tema y Galo me ayudó con eso.
Sopitas.com: ¿Qué falsedades históricas buscas aclarar en este libro?
Sergio: Buscó decir la verdad. Los exiliados no sólo trajeron cosas buenas a México, el país no despuntó gracias a los exiliados españoles. Todos llegaron también con sus maletas cargadas de mierda y creo que es justo mencionar eso. Ese malinchismo merece también saber el otro lado de la historia.
Sopitas.com: ¿Qué mierda traías tú en tu maleta cuando llegaste a México después de ser exiliado?
Sergio: Imagínate, yo era un adolescente de 17 años. En Argentina fui perseguido, yo era un idealista revolucionario, era muy dogmático, como también aquí lo eran muchos adolescentes mexicanos. Yo tengo un hermano desaparecido a consecuencia de esa persecución. Por supuesto que llegué lleno de resentimientos, fracaso, y me preguntaba ¿Y ahora qué mierda voy a hacer yo aquí?.
Sopitas.com: ¿Consideras que la gente debería interesarse más por este tipo de temáticas?
Sergio: La verdad es que no. Creo más en el presente. Este libro es eso. Representa el hoy.
Sopitas.com: ¿Entonces el vínculo que buscas crear con el lector es más acerca del hoy?
Sergio: Claro, por supuesto. Muchos exiliados se han enojado conmigo después de leer el libro, pero me importa un carajo. Eso es precisamente porque viven resentidos y no quieren vivir en el hoy. Tu eres tus recuerdos y gracias a ellos vives el hoy.
Sopitas.com: ¿Con qué personaje te identificas más?
Sergio: Creo que soy un pedazo de todos. Inevitablemente eso sucede cuando uno escribe. Pero a la vez no soy Galo, ni soy ninguno de los personajes. Tan es así que tuve que incluirme en el libro. Desde que Hitchcock se incluyó en sus películas, ahora todos los hacemos, dijo bromeando. Hay una parte en el libro donde menciono a un adolescente abatido, resentido, que no sabe qué hacer con su vida. Ese soy yo.
Sopitas.com: ¿Aunque quizás no debería hacerse, a veces un libro si se juzga por su portada, te gustó la del tuyo?
Sergio: Yo creo que si debería de juzgarse así. Cuando la vi ¡Me encantó! Cuando el libro fue publicado en Argentina, los colores, todo, era demasiado serio. No invitaba, no encajaba. Cuando vi la de mi libro acá, me di cuenta que la artista había entendido bien el concepto. La propuesta de una persona generando ideas y que éstas fueran representadas a través de una bugambilia me parece de lo más bello. Creo que sólo una persona que ha vivido en México, podía lograr entender tan bien el concepto del libro. ¡Se ve fresco!
Sopitas.com: ¿Qué fue, es y será, lo más gratificante que has obtenido de «El guardián de la calle Ámsterdam»?
Sergio: Que fue, es y será. Bueno pues en el «fue», creo que sería el sacarme ese granito que me había salido a consecuencia de querer escribir este libro. Eso me da tranquilidad. El «es», pues sería el nerviosismo, estrés y la intriga que me genera su presentación. Si irá gente o no irá gente, todo eso. Es parte de la emoción. Y que «será», pues es más bien un anhelo, espero que Galo se convierta en un ícono, en un personaje más de la historia de México, como la llorona. Me gustaría que la gente que vaya caminando en la calle de Ámsterdam pueda decir ¡Ah mira, ahí esta Galo! o ¡Ahí viene Galo! Eso de verdad que me fascinaría. Le tengo mucho cariño a Galo. Es un personaje que estimo mucho.
Con esta entrevista terminamos por enamorarnos de Galo. Si ustedes también quieren conocerlo, pueden acudir mañana 4 de febrero a las 19:00 hrs, a la presentación de su libro en la Casa Refugio, ubicada en Citlaltépetl 25, entre Ámsterdam y Campeche en la Colonia Hipódromo Condesa.
El libro será presentado por el cineasta y amigo de Schmucler, Benjamín Cann. En un acto de empatía por parte de Sergio, al haberlo dejado sin guión para su filme, por convertir su inspiración en una linda novela.
Habrá música tradicional judía (no, no es aburrida), y fragmentos del libro serán leídos por la actriz mexicana Sophie Alexander, sobrina de la actriz Susana Alexander.
Si se pierden la presentación de Galo, también puede adquirir su libro en las librerías Educal, por la módica cantidad de 200 pesos. Literatura contemporánea, completamente recomendable 🙂 . Prometo que no se arrepentirán.
Por: @D_u_m_m_y_irish