Conducir con cambio manual 4 errores típicos
Conducir con cambio manual 4 errores típicos. Generalmente, si pasamos las revisiones pertinentes, mantenemos buen nivel de aceite y no forzamos los cambios de marchas, la caja de cambios suele tener una vida útil prolongada y no necesita ser repuesta a lo largo del tiempo que tengamos en uso nuestro vehículo. No obstante, hay una serie de averías a las que ésta puede quedar expuesta si somos muy bruscos con nuestro cambio manual. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
No hagas sufrir más de la cuenta al cambio manual
La caja de cambios es uno de los componentes de mayor vida útil del coche, siempre que se le realice un correcto mantenimiento y no se fuerce demasiado en la conducción, siendo claramente también parte de los elementos básicos del sistema de transmisión.
No obstante, como cualquier otro componente, también puede sufrir averías. Como tal, su función principal misión, por tanto, es permitir que las ruedas del coche tengan la fuerza suficiente (par motor) para poder desplazar de una manera óptima el vehículo.
En este sentido, y a diferencia de otros componentes, cuando el cambio del coche falla es fácil detectar que estamos a punto de sufrir una avería. Eso sí, se trata de un diagnóstico válido únicamente para las transmisiones de cambio manual que nos puede ahorrar una factura que suele oscilar entre 150 y más de 1.000 euros: todo dependerá de si trata de la reparación o sustitución de algún componente o del sistema completo.
Algunas de sus averías pueden llegar a más de 1.000 euros
En ello, un mantenimiento deficiente del vehículo o el exceso de kilómetros suelen ser las causas principales de las averías en las cajas de cambio manual. Y la mayor parte de las veces, como decimos, el precio de este tipo de reparaciones suele ser muy alto, ya que son necesarias muchas horas de trabajo.
Es así que, por ejemplo, si notamos que el sistema del embrague presenta problemas hay algunos síntomas en los cambios de marcha manuales que así lo indican. Entre ellos destacan algunos como las siguientes:
- Al meter la marcha o cambiar se escucha un ruido metálico, es decir, la transmisión rasca.
- La marcha se bloquea o salta.
- Es complicado introducir la marcha al arrancar o al cambiar.
- Una de las más comunes podemos detectarla gracias al olor a aceite quemado que desprende, siendo este indicativo de que la transmisión se está sobrecalentando. En el momento en el que detectemos alguno de estos fallos hay que pasar por el taller para evitar que el problema se convierta en una avería mayor.
Evita estas malas costumbres
Algo a valorar es que todas las piezas que componen una caja de cambios manual necesitan una elevada precisión a la hora de montarlas y, por eso, se crean con materiales de alta resistencia. En caso de una avería en alguno de sus componentes, se necesita utilizar herramientas específicas para arreglarlo.
Pero hay veces que este tipo de averías se deben, también, a las que pueden ser ciertas malas costumbres de nosotros como conductores y de las que, aunque no nos demos cuenta, pueden estar provocando un daño excesivo al mismo.
- No dejes la mano sobre la palanca de cambios. Aunque parezca que no, nuestra mano ejerce presión sobre los mecanismos internos de la caja de cambios, desgastándolos más rápido y provocando holguras en los rodamientos o los sincronizadores. Está claro que con ello no vamos a provocar una avería inmediata, pero a largo plazo este mal hábito se traduce en vibraciones y contribuye a que las relaciones de cambio acaben teniendo un engranaje más impreciso.
- Pon punto muerto en los semáforos. Otro de los vicios más repetidos consiste en dejar el pedal del embrague pisado, por ejemplo, cuando estamos parados en los semáforos. Comodidades aparte, el principal motivo por el cual debes desprenderte de esta manía lo antes posible es nuevamente la fuerza que ejerces sobre el sistema.
- No seas brusco con las marchas. También es muy importante no manejar la palanca con demasiada brusquedad y fuerza, ya que en la actualidad son elementos muy trabajados y que funcionan con suavidad. El uso violento de la palanca fuerza muchos componentes que tarde o temprano tendremos que sustituir.
- No cambies de marcha tan rápido. ¿Qué sucede si cambias demasiado rápido? Pues que el mecanismo de sincronización no tiene tiempo para ajustar suavemente la rueda dentada a la velocidad de la rueda, lo que conduce a un mayor desgaste de este elemento ‘mediador’, e incluso puede romperlo.