Allanar los hogares sin requerir orden judicial, podría disponer el próximo estado de excepción
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Con el fin de ingresar a las viviendas donde se realizan fiestas clandestinas y suspenderlas, anunció la intendenta de Pichincha.
Punto Noticias. El nuevo estado de excepción, en el que trabajan las autoridades competentes, podría incluir la suspensión del derecho a la inviolabilidad del domicilio, para poder allanar, sin necesidad de orden judicial, los hogares en donde se realizan fiestas clandestinas o reuniones con aforo no permitido, adelantó la intendenta de Policía de Pichincha, Daniela Valarezo.
Significa que, con el fin de frenar la propagación del COVID-19, mientras dura el estado de excepción, la Intendencia, con la fuerza pública, podría ingresar a las viviendas de los ciudadanos, que, en flagrancia, están cometiendo un delito y detenerlos, por hacer fiestas mientras estamos en emergencia sanitaria.
También la Intendencia ha propuesto que se disponga la restricción en la venta y consumo de bebidas alcohólicas, durante jueves, viernes y sábados, a partir de las 18h00, porque hay datos que en esos días y horario es más frecuente esta actividad.
Valarezo explicó que la Intendencia tiene la facultad para clausurar los establecimientos que están bajo la normativa de esta institución, pero no puede imponer multas, porque no tiene un juzgado de coactivas.
Para clausurar y multar a los establecimientos que no están bajo el control de la Intendencia, las autoridades de esta, en los operativos, son acompañadas por funcionarios municipales, de los ocho cantones, aclaró.
La intendenta criticó la actitud de una minoría de la ciudadanía que, dijo, no acata las restricciones ni las medidas de bioseguridad impuestas para evitar los contagios. Solo el último fin de semana fueron suspendidas 28 reuniones en la provincia, de las cuales 24 se realizaron en Quito; 10 en centros de tolerancia, alrededor de otras 10 en espacios privados, donde se llevaban a cabo fiestas clandestinas, y actividades como peleas de gallos, que en la capital es prohibido, apuntó la autoridad.
Mientras tanto, el subdirector de Medicina Crítica del Hospital del IESS Quito Sur, Hugo Espejo, advirtió que están agotados todos los profesionales que intervienen en la atención a los pacientes con la pandemia: neumólogos, internistas, clínicos, intensivistas, emergenciólogos, enfermeras y todo el personal de apoyo.
No solo por el esfuerzo redoblado, sino debido a que, al no ser su especialidad, se agotan más rápido porque se impactan mucho por las circunstancias que viven a diario: pacientes que no tienen una cama hospitalaria, no pueden llegar a terapia intensiva, que fallecen, familias enteras que llegan diariamente al hospital, cuenta Espejo.
El especialista alertó que esta actual ola de contagios es muy diferente a la de 2020. Alrededor del 50% de pacientes que llegan a las casas de salud requieren altas cantidades de oxígeno, a diferencia del año anterior que venían con un cuadro similar a un resfriado, que no necesitaban oxígeno.
Al necesitar altos flujos de oxígeno, no se los puede tratar con un tanque portátil ni con el grande, sino con una toma central, por lo que estos pacientes requieren de un nivel hospitalario mayor.
Los otros pacientes que requieren poco oxígeno se quedan sin espacio en el hospital, lo que provoca la congestión hospitalaria y saturación de todo el sistema, lamentó.
Las causas pueden ser las variantes del virus, que lo vuelven más transmisibles, y la falta de precaución de los pacientes y familiares, de ir temprano a una atención médica. Se están automedicando, tratando en casa y poniéndose de todo, por lo que llegan en un período totalmente maltratado, en condiciones moderadas a graves. Y, obviamente, al personal hospitalario se le sale de las manos el caso, previno el médico.