Cómo limpiar tu ratón a fondo para alargar su vida útil
Vamos a explicarte cómo limpiar el ratón de tu ordenador a fondo, de manera que ayudes a alargar su vida útil. Se trata de una serie de consejos que vamos a darte para que, si nunca has realizado esta tarea, puedas hacerla de la manera más efectiva posible. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
Vamos a empezar con los consejos y los pasos a la hora de hacer una limpieza superficial del ratón, algo que es recomendable hacer cada poco tiempo. Y luego, pasaremos a decirte los pasos a dar en el caso de que necesites hacer una limpieza un poco más a fondo.
Asegúrate de que esté desconectado
El primer paso antes de empezar a limpiar el ratón, igual que si fueras a hacerlo con cualquier otro periférico, es asegurarte de que esté apagado. En el caso de ser un ratón por cable, desconéctalo de tu ordenador, y si es un ratón inalámbrico asegúrate de apagarlo con el botón manual para hacerlo.
En el caso de que tu ratón tenga pilas o baterías, también debes comprobar que estén quitadas. Vamos, que al ratón no le llegue nada de corriente para evitar que la humedad pueda hacer que una pequeña descarga eléctrica pueda estropear algún componente interno.
Haz una limpieza superficial
Si quieres hacer una limpieza superficial o de mantenimiento de tu ratón, realmente no vas a necesitar mucho. En primer lugar, vas a necesitar usar un palillo que no sea muy duro, como de los de madera o alguno de plástico, y con él quitar la suciedad de las ranuras y los huecos que hay entre los componentes externos del ratón.
Ten mucho cuidado y ten mucha paciencia con esto, y si ves que sacas bastante suciedad dale la vuelta al ratón y dale unos golpecitos para que caiga y se suelta. También puedes usar una lata de aire comprimido sin apuntar directamente hacia las ranuras, para intentar que la suciedad caiga.
Porque lo más importante es intentar que la suciedad salga para afuera y no acabe entrando dentro del propio ratón. También debes presta especial atención a algunas zonas como las ranuras o los huecos, que normalmente es donde más suciedad puede haber.
Luego, tienes que usar un paño de microfibra humedecido, evitando que esté mojado y suelte agua. Con este paño limpia el ratón por fuera, intentando frotar un poco más en esas zonas donde la grasa y la suciedad puede acumularse un poco más, como son los botones y las zonas donde reposas los dedos. También préstale atención a cualquier posible zona pegajosa.
Ten especial cuidado limpiando el sensor óptico del ratón, porque es una de las partes más delicadas. Debes limpiarlo con cuidado humedeciendo un bastoncito de algodón con alcohol isopropílico al 70%, y frotar suavemente el sensor. Asegúrate de no ejercer demasiada presión sobre el sensor, ya que podrías dañarle.
Préstale también mucha atención a los pelos que puedan haberse quedado en algunos huecos del ratón, utilizando también el palillo. No te olvides de la rueda. una vez hayas terminado, seca el ratón en el caso de que fuera necesario antes de ponerle las baterías o enchufarlo de nuevo.
Por último, debes recordar que es aconsejable mantener limpio el ratón para evitar que la suciedad pueda hacer que algún botón funcione incorrectamente. Puedes hacer estas pequeñas limpiezas superficiales de una manera periódica.
Limpia el ratón internamente
Limpiar el ratón por fuera es necesario en la mayoría de los casos. Pero a veces, sobre todo si no hemos mantenido el ratón limpio por fuera durante mucho tiempo, es posible que la suciedad entre en su interior, y en estos casos hay que dar algunos pasos más.
Por eso, siempre que el ratón lo permita y solo si es necesario, puedes intentar abrirlo. Para esto, dale la vuelta y mira dónde hay tornillos, y aflójalos, luego intenta quitar la tapa o todo lo que puedas.
Aquí, es importante no forzar la apertura del ratón. Puede que algunos fabricantes no pongan facilidades para que los abras, y si ves que cuesta hacerlo no lo hagas a la fuerza por si rompieras alguna pieza interior. En estos casos, consulta el manual del ratón o la asistencia por Internet para ver si se puede abrir y cómo puedes hacerlo.
Si hay alguna pieza del ratón, como alguna tapa o en algunos modelos de ratón las propias teclas, vas a poder limpiarlas aparte de una manera más intensa, incluso meterlas en agua con jabón para humedecerlas y luego frotar mejor. Recuerda, esto último NUNCA debes hacerlo con componentes que tengan circuitos.
Más allá de eso, para realizar una limpieza profunda de los componentes externos que no se limpien bien, también puedes agregar una gota de jabón suave a un poco de agua destilada, mezclar la solución y humedecer un palillo con ella. Y luego, con mucho cuidado, limpiar las zonas más difíciles de alcanzar como espacios entre botones o la rueda, o limpiar otras más a fondo.
También puedes comprobar si hay suciedad interna o en algún componente interno. No toques nunca directamente los circuitos internos que pueda tener el ratón, ya que dañarlos podría ser peligroso. En cualquier caso, cuando lo tengas abierta debes retirar cualquier acumulación de suciedad y residuos, utilizando preferiblemente un pincel sucio o aire comprimido de forma suave y no directa para hacerlo.
Consejos adicionales al limpiar el ratón
El primer consejo ya lo hemos mencionado un poco más arriba, y es el de intentar limpiar el ratón con regularidad. La frecuencia dependerá del uso que le des, pero es recomendable limpiarlo una vez por semana. Así, una pequeña limpieza periódica evitará que tengas que hacer limpiezas a fondo más a menudo, y que la suciedad se acumule.
Evita usar productos de limpieza agresivos, ya que pueden dañar el acabado del ratón o los componentes electrónicos internos, haciendo que quede descolorido en alguna zona o directamente que se estropee. Tampoco sumerjas el ratón en agua, y si por alguna razón se mojase por dentro, espera a que se seque antes de volver a usarlo.
Y por último, ten mucho cuidado al limpiar las zonas más sensibles, como pueden ser el sensor óptico o los botones, ya que son especialmente delicados. Estas zonas límpialas con mucho cuidado y sin forzar ninguna pieza.
En el caso de tener un ratón mecánico con una bola de seguimiento, tienes que abrir su compartimento y sacarla. Cuando lo hagas, limpia con cuidado por el interior de este hueco, usando una lata de aire comprimido para expulsar la suciedad. Préstale especial atención a los rodillos del trackball para que estén limpios.
Luego, con un paño humedecido limpia la suciedad de la bola de seguimiento, frotando con cuidado su exterior. Ten cuidado, porque puede haber zonas con más suciedad en las que deberás frotar un poco más par asegurarte de que toda la suciedad salga.