¿Cómo afectará al turismo espacial el accidente de Virgin Galactic?

El multimillonario Richard Branson, propietario de Virgin Galactic, había prometido poner los primeros turistas espaciales en órbita en 2015, pero el desastre sufrido por una de sus naves en el desierto del Mojave, California, puede replantear la viabilidad de un proyecto que muchos consideran todavía un sueño.

Este viernes la nave SpaceShipTwo de Virgin Galactic se estrelló en un vuelo de prueba. Un piloto murió y otro resultó gravemente herido.Los responsables de Virgin Galactic explicaron en un comunicado que en el vuelo «ocurrió una anomalía seria que provocó la pérdida de la aeronave».

Este era tan sólo la segunda prueba que Virgin Galactic realizaba en los últimos nueve meses desde el Puerto Aeroespacial de Mojave, situado a unos 150 kilómetros al noreste de Los Ángeles.La nave había sido lanzada a primera hora de la mañana con el avión WhiteKnightTwo, del que se separó sin problemas para volar de forma independiente. Instantes después la SpaceShipTwo se estrelló.

Apenas tres días antes un cohete Antares, desarrollado por Orbital Sciences y subcontratado por la Agencia Espacial Estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés), explotó a seis segundos de haber despegado de una plataforma de lanzamiento en el estado de Virginia

Pese a que todavía se desconocen las causas de ambos accidentes, estos han hecho que se cuestione la viabilidad de la industria espacial privada, que cuenta con varias compañías que compiten por llevar a pasajeros civiles al espacio.No obstante, Branson aseguró que mantendrá sus ambiciones de turismo espacial: «Siempre hemos sabido que el camino al espacio es extremadamente difícil y que cada nuevo medio de transporte tiene que lidiar con días malos», sostuvo.»El espacio es duro, pero merece la pena. Perseveraremos e iremos hacia adelante», afirmó el empresario al decir que dedicarán los esfuerzos para seguir adelante a los compañeros que volaban en el vehículo espacial accidentado y a los que trabajaron duro en él.

Una década de trabajo Virgin Galactic ha invertido cerca de una década en tratar de desarrollar aeronaves que sean capaces de transportar a grupos de turistas al espacio en viajes de corta duración.En mayo la compañía de Richard Branson llegó a un acuerdo con la Agencia de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) que allanaba el camino para la realización de estos vuelos suborbitales, que se espera alcancen una altura de 110 kilómetros, permitiendo observar la curvatura de la Tierra.

El acuerdo establecía cómo estas misiones utilizarían el espacio aéreo estadounidense, aunque no daba todavía luz verde al inicio de los viajes.

Branson había repetido en los últimos meses que confiaba en mandar a los primeros turistas al espacio a finales de este año o principios de 2015, algo que tras este accidente los expertos consideran poco probable que vaya a suceder.Según Virgin Galactic, más de 700 personas han reservado sus billetes a un precio de unos US$250.000. Entre ellas hay famosos, como los actores Ashton Kutcher y Leonardo DiCaprio.

«Inusual»

«Lo cierto es que lo ocurrido este viernes ha sido un shock, particularmente tras la explosión del cohete Antares el pasado martes. Que hayan sucedido dos accidentes tan graves en una semana es extremadamente inusual en esta industria», asegura Marco Caceres, director de estudios espaciales de la compañía estadounidense Teal Group, especializada en el análisis de la industria aeroespacial.

«En los últimos años se ha hablado mucho del turismo espacial y se le ha hecho mucha publicidad, pero la realidad es que todavía está dando sus primeros pasos», señala Caceres en conversación con BBC Mundo.Según el experto, «Virgin Galactic es sin duda la compañía pionera y se encuentra al frente de los esfuerzos por mandar turistas al espacio, aunque hay ser conscientes de que gran parte de su actividad se ha centrado en la autopromoción».

Por eso Caceres dice tener la sensación de que se trata más de una iniciativa comercial que de «un esfuerzo por innovar en el campo de la ingeniería». «En la industria aeroespacial nos enfocamos más en la tecnología y su desarrollo, y no hemos oído a los responsables de Virgin Galactic hablar mucho de los desafíos tecnológicos que se están encontrando o de las pruebas que están realizando».

En opinión de Caceres, «el turismo espacial sigue siendo un sueño, que sin duda se va a poder realizar, aunque aún faltan unos años para ello».»Si Virgin Galactic no sufre otro contratiempo grave como este, es posible que en dos o tres años veamos a los primeros turistas realizar viajes suborbitales. Lo que está claro es que tras el accidente de este viernes la previsión de que los viajes se inicien el próximo año no es realista porque va a haber retrasos», apunta el experto.

Vuelos de prueba Caceres cree que Virgin Galactic va a tener que poner «más énfasis en los vuelos de prueba».»No concuerda que digas que el año que viene vas a enviar turistas al espacio si solo has realizado dos vuelos de prueba. Hay que realizar al menos una docena de vuelos de prueba seguidos antes de pensar en enviar a pasajeros al espacio».