Más de 6000 personas participan en el grupo Trueque Guayaquil para intercambiar bienes y servicios en medio de la pandemia
¿Cómo encontrar un cargador de celular en medio de la pandemia y con todo cerrado? Ese fue el inicio de una idea que se convirtió en un grupo de Facebook en la que ya más de 6000 personas participan e intercambian productos y servicios: Trueque Guayaquil.
Acutalmente administran el sitio tres amigas: Rebeca Donoso (una chef), Gabriela Camacho (diseñadora de interiores) y Andrea Baquerizo (artista). Ellas se encargan de supervisar que lo que se publica en el grupo esté acorde a lo quieren que sea esta comunidad y no se ponga algo indebido.
Trueque en Guayaquil tiene 15 días desde que se abrió y ha llamado la atención de muchas personas que ponen cosas que quieren intercambiar por otras específicas o por alguna buena oferta. Luego otros miembros del grupo aceptan dar lo que pidió a cambio u ofrecen algo más que ellos tienen para ver si las aceptan.
Camacho cuenta que todo nace porque Donoso necesita un cargador, puesto que el de su celular se había dañado y en medio de la pandemia no podía salir a comprarlo en nigún lado.
Camacho agrega que si bien el grupo aparece en este momento, con sus amigas ya venían conversando desde hace un largo tiempo de tener otro tipo de interacción e intercambio entre personas que se conocían. Incluso que en el pasado organizaban pulgueritos en los que recopilaban las cosas que ya no usaban y las intercambiaban o vendían barato para luego adquirir otras.
«Siempre con ese pensamiento de que si ya lo tienes mucho tiempo ahí (cualquier objeto) y no lo usas o de repente (si es un prenda) se lo puso tu amiga y le queda mejor, es porque ya simplemente no es para ti y se merece, la prenda o el objeto que sea, tener otra vida», dice Camacho.
Para estas tres amigas lo más importante es que las personas puedan cubrir una necesidad sin importar el costo de lo que se intercambia, sino más bien ver las cosas por el lado de la utilidad.
Entre lo más raro que han visto es que alguien que tenía una colección de muñecos de las Tortugas Ninja que seguían en sus cajas y quería a cambio un piano. Mientras que desde el punto de vista negativo, una vez alguien quizo intercambiar fotos subidas de tono y entonces lo bloquearon.
«Es también sobre el poder que tenemos las personas, de que si en verdad lo quieres debes ingeniártelas y ver de qué forma conveces al otro o qué le ofreces, porque tienes a 10 o más personas queriendo lo mismo. Cómo haces que te escojan a ti», dice, entre risas, Camacho.
Ella añade que junto a sus amigas también han participado en trueques y también han perdido muchas ofertas. En su caso, afirma que ha podido obtener comida para sus mascotas como para dos meses.
¿Cómo es el proceso?
Una vez que eres aceptado en el grupo de Facebook se puede postear una publicación de las cosas que se quieren cambiar o conectarte con los que están ofreciendo sus cosas.
Luego se ponen de acuerdo en la vía de comunicación, ya sea por comentarios, mensaje de Facebook o se escriben por WhatsApp.
Respecto al intercambio físico, se hacen por servicios de entrega o entre las mismas personas, quienes salen el día que les toca por su placa u otras lo hacen a pie si no están muy lejos.
Una experiencia diferente
Bruno Carranza es una de las personas que ya tienen experiencia en este proceso de hacer trueque.
El empezó buscando cosas para usar en el pequeño huerto que tiene en su casa. Algo que se ha convertido en una pasión para él. Para ello puso en el grupo varios artículos de los 16 que había reunido mientras ordenaba su hogar al no podía salir de casa por la pandemia.
«Luego de dos horas (de subir las fotos de los artículos) ya había truequeado todo», cuenta Carranza, quien en su bicileta ha salido a entregar las cosas en el horario permitido para salir a la calle.
Cuenta que entra las cosas que consiguió están macetas y una percha para organizar sus plantas.
Carranza añade que la idea le parece perfecta, aunque la plataforma de Facebook es un poco confusa por el manejo de los mensajes con las cuentas de las personas que no son sus amigos. Algo que a veces hace que se pasen buenas oportunidades.
Una fuente para paliar la falta de ingresos
Para muchos esta opción de hacer trueque puede ayudarlos en su manera de sustentarse durante este tiempo de complicaciones por la pandemia.
Esto, según las administradoras del grupo, se puede ver por posteos de comida -más que nada postres o tortas- , alimentos orgánicos o vegetarianos. Incluso vegetales, semillas y tierra de sembrado para hacer un huerto propio en casa.
Personas que han perdido su trabajo o no puede ofrecer sus servicios como lo hacían antes de la pandemia buscan intercambiar algo para paliar esa falta de ingresos. Además hay quienes ofrecen intercambiar su conocimiento en alguna disciplina por un bien que necesiten o hasta para que le enseñen cosas de otras áreas que no maneja.
Por ahora la gran mayoría de los miembros del Trueque Guayaquil son de esta ciudad y sus alrededores, por cuestión de logística para la entrega de las cosas. Aunque a veces suelen permitir que las personas interesadas en entrar lo hagan, siempre y cuando no tengan una localización ficticia -algunos han querido ser parte y en su perfil dice que son de Disney-.
«Hay personas que dicen que es como ir a vitrinear», afirma Camacho, quien piensa que en el futuro esta se podría ver cómo se potencia el intercambio y se agilizar la aprobación y eliminación de los que participan en la comunidad.
También apunta que voluntarios de fundaciones de animales también han usado el grupo para conseguir donaciones de comida o medicina durante la emergencia.
Todo esto demuestra que hay una comunidad que ha encontrado en esta iniciativa una herramienta muy útil para conseguir, cambiar o deshacerse se cosas, para distintos fines. (I)