
CMF Phone 2 Pro análisis review con características y precio
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Un teléfono de 249 euros con especificaciones de uno que cuesta más del doble. Gracias, Nothing. La submarca de la compañía de Carl Pei, CMF, ya tiene su segundo teléfono, uno que llega con apellido «Pro». Más allá del marketing, este teléfono mantiene la esencia del CMF Phone 1: una relación calidad-precio brutal para una propuesta con el software como punto fuerte.
Llevo algo más de una semana con el CMF Phone 2 Pro en mis manos, y voy a contarte cuál ha sido mi experiencia con el que, ya te adelanto, será una de mis principales recomendaciones en calidad-precio durante 2025. Si te interesa su análisis a fondo, quédate (y si no, también, merece la pena).
Ficha técnica del CMF Phone 2 Pro
Diseño, pantalla y sonido: casi todo son buenas noticias
Me pasó el año pasado y me vuelve a suceder en 2025: tengo buenas y malas noticias con el diseño. La parte positiva es que estamos ante un teléfono que, nos guste más o menos, es muy diferente a los demás. No hay ni uno solo que se le parezca lo más mínimo. Esto, en tiempos de móviles clónicos, es un punto a valorar.
En esta generación, la parte trasera está finalizada en dos tonos. Se mantiene la tornillería de acero inoxidable y la ruedecita extraíble para añadirle la correa. Si le damos la vuelta, encontramos un teléfono con frontal plano, perforación frontal y unos biseles aceptables.
¿Es original? Sí. ¿Es un diseño para todo el mundo? No. Para gustos, colores, pero tras unos cuantos de móviles probados tenemos una ligera idea de qué diseños suelen gustar al usuario medio.
Durante esta semana probando el CMF ha habido unanimidad, al menos en mi círculo: a nadie le ha parecido especialmente bonito. De hecho yo mismo, cuando lo saqué de la caja, pensé que no era demasiado agraciado. Es de los pocos teléfonos que luce mejor en fotos que en persona, al menos en este color.

Las formas de la cámara sin módulo, los tornillos de cabeza plana (para que puedas cambiar la tapa trasera tú mismo si se daña), el circulito para la correa… El nivel de atención al detalle de CMF es altísimo, algo que no solemos apreciar en dispositivos de este segmento.
Arriba, botón de encendido. Abajo, Essential Key. Es bastante fácil confundirse.
La botonera de volumen sigue en su sitio, aunque en el lateral derecho ahora encontramos una Essential Key heredado del Nothing Phone, y de la que hablaré más adelante. Por lo pronto te adelanto que no me ha gustado su posición: está en la posición habitual de los botones de encendido, y es fácil acabar pulsándolo por accidente.
El tacto de los botones es plasticoso pero no hay bailes de ningún tipo y, dado el precio del producto, no exijo metal en sus laterales.
Pero el punto fuerte de este teléfono está en la personalización, con esta oferta de chucherías ofrecida por Nothing.
- Funda y adaptador magnético para accesorios
- Tarjetero y soporte
- Cordón
- Objetivos intercambiables
Contar con accesorios como lentes ojo de pez y macro intercambiables, o con una funda-tarjetero que no requiere MagSafe sino tornillería, es un puntazo. Este teléfono es el gama media más personalizable del mercado, por mucho.

La pantalla de este teléfono es una AMOLED de 6,77 pulgadas a 120 Hz, con resolución Full HD+, brillo pico de 3.000 nits (HMB de 1.300 nits) y compatible con HDR10+. Tanto el nivel de brillo como con la compatibilidad con el estándar HDR10+ son algo poco habitual (por no decir un imposible) en móviles de menos de 250 euros.
Trasladando los números al mundo real, esta es una buena pantalla. De hecho, es un panel más cercano a lo que solemos encontrar en teléfonos de 400 euros que a lo que esperaría en un móvil de este precio. No nos volvamos locos, el pico de 3.000 nits solo aplica a contenidos HDR y, bajo el sol, podría brillar un pelín más. Pero son resultados excelentes en general.

La calibración está más afinada respecto a la del año pasado, y tan solo podemos ajustar los modos de color (Activo y Estándar) junto al balance de blancos. Es la configuración nativa que permite Android Stock, sin personalización alguna.
Sí que podemos ajustar la frecuencia de actualización de pantalla, forzando que siempre esté a 120 Hz, que funcione a 60 Hz para maximizar autonomía, o que cambie de forma dinámica entre 60 y 120 Hz.
Respecto al sonido, es aceptable, sin más. Los recortes tenían que aparecer por algún sitio, y al reproducir cualquier vídeo o canción localizamos cuál es. Este teléfono cuenta con tan solo un altavoz, algo poco habitual incluso en teléfonos de corte económico.
Rendimiento, software, autonomía: una ROM limpia y un chip que nos suena
El principal problema de los teléfonos económicos suele estar en su rendimiento. Recortar en el procesador es una práctica habitual, y CMF se ha quedado a medio camino. El año pasado, el Phone 1 contaba con el MediaTek Dimensity 7300. Este teléfono cuenta con la variante «Pro» del mismo, que mejora un 10% el rendimiento de la CPU y un 10% el de la GPU.
¿Se nota la mejora? No. De hecho, en benchmarks me ha dado incluso menos puntuación que el CMF Phone 1 en Geekbench. ¿Rinde bien el CMF Phone 2 Pro? Para costar 249 euros, sí. Este procesador es la respuesta de MediaTek al Snapdragon 7 Gen 3, aunque queda por debajo en rendimiento gráfico. En tareas del día a día, como navegar, utilizar redes sociales o combinar el uso de varias apps, no he tenido problema alguno.

Tan solo jugando a entregas como ‘Pubg Mobile’ o juegos de cierto peso (varios gigas), he notado que «rasca» un poco cuando llevamos un rato jugando. No se debe al calor, ya que disipa bastante bien. Es, simplemente, que estamos ante un procesador humilde y no especialmente optimizado para el gaming.

Donde brilla este CMF Phone 2 Pro, un año más, es en su software. El teléfono no trae bloatware, y cuenta con aplicaciones propias para Galería, Grabadora y Tiempo. Si tienes unos auriculares de Nothing, la app Nothing viene preinstalada para que puedas configurarlos. Por cierto, este teléfono se actualizará durante tres años (hasta Android 18) para la versión de sistema operativo y seis en el caso
También contamos con Essential Space, un espacio potenciado por IA en el que podemos guardar notas de voz o texto junto a su correspondiente captura de pantalla. El funcionamiento es bastante sencillo:
- Doble pulsación desde el escritorio: abrir el Essential Space
- Una pulsación: captura de pantalla + notas
- Una pulsación larga: captura de pantalla + nota de voz.
No es la función más revolucionaria y me gustaría que el botón dedicado a este espacio pudiera programarse pero, de nuevo, son puntos en los que CMF trata de diferenciarse respecto a la competencia.

Respecto a IA, tenemos por un lado integración nativa con Gemini en el botón de bloqueo (basta con dejarlo pulsado), y el citado Essential Key. Este permite añadir notas o grabaciones de voz dentro de la app Essential Space. En resumidas cuentas, es una suerte de Google Keep que hace resúmenes por IA de lo que ve en la pantalla. No es la función más loca ni útil, pero ahí está.
En lo que respecta a la autonomía, no espero integración de tecnología silicio-carbono en un móvil de este precio, así que los 5.000mAh con 33W de carga rápida no suenan mal del todo. Quizás esperaba algo más de carga rápida, pero se carga del 0 al 50% en media hora y tarda en completarse poco más de una, así que no es ningún drama.
La autonomía es excelente, con más de siete horas de pantalla activa en uso intenso. Si estamos a pleno sol, el brillo extra se nota, y notamos cómo gasta algo más de energía de lo habitual. Pese a ello, es un apartado con el que estoy más que conforme.
Cámaras: esa tercera cámara no es un macro, pide un deseo.

Cansado, cansadísimo estoy de las cámaras macro de dos megapíxeles en teléfonos de gama media. Este año CMF no ha querido meter relleno: las tres cámaras funcionan de verdad.
- 50 MP, f/1.9, 24mm, 1/1.57″, 1.0µm, dual pixel PDAF
- 50 MP, f/1.9, 50mm teleobjetivo, 1/2.88″, PDAF, 2x
- 8 MP, f/2.2, 15mm, 120˚, 1/4.0″, 1.12µm
Los sensores son bastante pequeños y ya anticipan que los resultados no serán espectaculares, pero introducir un teleobjetivo de dos aumentos en este rango de precio no es habitual.
La app de cámara es prácticamente la misma de Nothing. Muy sencilla, sin florituras ni funciones de IA. Es una app para hacer fotos y punto, algo que agradezco en un teléfono que busca ser sencillo.
Respecto a los resultados de la cámara, es lo que esperaba en un móvil de 249 euros, ni más ni menos. Tiene ese toque de sobresaturación y, en algunas ocasiones, sobreexposición (como puedes observar en el edificio de esta fotografía) tan típicos de la gama media. También hay bastante pérdida de nitidez en esquinas, aunque la zona central se preserva relativamente bien.
La principal pega, como en la mayoría de teléfonos de su rango de precio, es que las fotografías están bastante procesadas. Estoy convencido de que, incluso con sensores pequeños, no forzar tanto la reducción de ruido y el detalle acabarían generando, irónicamente, fotografías con más detalle (al menos, con una nitidez natural).
El teleobjetivo es cortito, pero sirve para tener un zoom 2x con relativa calidad. Y digo relativa porque hablamos de un sensor muy, muy pequeño, por lo que la pérdida de nitidez respecto al sensor principal es notable. Tampoco hay consistencia de color, siendo mucho más pálidos los resultados obtenidos con este objetivo.
El ultra gran angular es exactamente lo que esperaba: una cámara justita. Es de utilidad para aportar versatilidad al conjunto, pero no intentes utilizarla si la luz o la situación no es prácticamente perfecta.
La buena noticia es que, cuando cae la noche, los resultados son aceptables. No es la mejor fotografía nocturna del mercado, pero tampoco una cámara de la que huir cuando cae la luz. La carga de procesado ayuda en este caso para que, a pesar de tener un sensor pequeño, pueda rescatarse suficiente luminosidad.
La calidad del selfie es también justita, con un modo retrato algo artificial y un procesado algo agresivo en el que los tonos anaranjados son protagonistas. Es suficientemente angular para nuestras fotografías de grupo, aunque con 22mm no es el más amplio que he probado.
Respecto a la grabación de vídeo, tenemos 4K a 30 fps. La calidad es justita y la estabilización bastante artificial, algo lógico teniendo en cuenta que esta cámara no cuenta con estabilizador óptico (OIS). Pese a ello, contextualizando con su gama, es un resultado más que digno.