Boca Juniors y River Plate, los dos equipos más populares del fútbol argentino, juegan la semifinal de ida de la Copa Sudamericana una serie que promete dejar huella.

El «superclásico» argentino es ya de por sí un duelo cargado de emoción, pero si el choque ocurre en una etapa decisiva y de eliminación directa de un torneo internacional puede generar una onda expansiva imparable.

Un triunfo ante Boca supondría un impulso decisivo para River en la búsqueda de la doble corona en el torneo local y la Sudamericana, pero una derrota podría derrumbar a un equipo que tras brillar en la mayor parte del semestre llega al cierre del año al límite de sus energías.

«No pienso en situaciones negativas, no está en mi cabeza, no está en mi mente, lo único que tengo en mi cabeza es ganar, ganar y ganar», afirmó el técnico de River, Marcelo Gallardo, de cara a la esperada serie que comienza el jueves con el duelo de ida en La Bombonera y se cerrará una semana después en el estadio Monumental.

Pese a ser aún líder del torneo argentino, River llega al duelo con Boca en un momento de declive luego de cosechar apenas dos de los últimos nueve puntos y perder un invicto de 31 partidos.

La seguidilla de partidos en distintas competiciones parecen estar dejando con poco combustible al conjunto «millonario», que cuenta con un plantel con escaso recambio, aunque Gallardo está convencido de que recuperará a tiempo su nivel.

«Que el hincha de River se quede tranquilo porque a este equipo le quedan cosas, más allá que el nivel futbolístico ha bajado en los últimos partidos, estoy convencido que va a volver a subir», aseguró el técnico del último campeón argentino.

Boca, ya fuera de competencia en el torneo doméstico, arriba a la serie con mayor descanso tras rotar el plantel el último fin de semana. Y, al contrario de River, su nivel se encuentra en ascenso tras un año turbulento.

Gran artífice de la mejora de Boca es su técnico, Rodolfo Arruabarrena, quien asumió el mando del equipo a fines de agosto tras el despido de Carlos Bianchi, el entrenador más exitoso de la historia «xeneize».

«Pensar que salvamos el año pasando a River es una estupidez. Boca tiene que ser protagonista de los torneos. No por ganar un clásico salvás un año o no lo salvás. Es mi manera de pensar, sería mediocre pensar en eso», sostuvo Arruabarrena.

Más allá de la actualidad de ambos equipos, Boca parte con cierta ventaja psicológica por su historial favorable ante River, que busca poner fin a una larga maldición internacional ante su gran rival.

Cuatro veces se enfrentaron los dos equipos más populares del fútbol argentino en un duelo de eliminación directa de una copa internacional y siempre el triunfo fue para Boca.

Y aunque ya no queda prácticamente ninguno de aquellos protagonistas, el recuerdo de la Supercopa de 1994 y las Copas Libertadores de 1978, 2000 y 2004 permanecen muy vivos en la memoria de ambos equipos. El último duelo, hace diez años en una semifinal épica en la Libertadores, se saldó con victoria de Boca por penales en pleno Monumental.

«Se ha dado pocas veces un Boca-River en una serie de Copa. Le damos la importancia que tiene en la historia, ganarle al eterno rival y darle una alegría al hincha»», afirmó Agustín Orión, el arquero de Boca. «Es historia pura para este club y para todos lo que nos toca participar», aseguró.

River, en cambio, se aferrará a las buenas sensaciones que viene teniendo este año en el mano a mano ante Boca. Contando tanto amistosos como duelos oficiales, el conjunto «millonario» se impuso en tres partidos e igualó en los otros tres ante su eterno rival en 2014.

Boca tendrá mañana como novedad en su once inicial el regreso en la defensa del experimentado Daniel «Cata» Díaz, que volvió recientemente a la actividad tras una lesión, mientras que Juan Manuel Martínez irá desde el arranque en un extremo del ataque en lugar del chileno José Fuenzalida.

En River, la única duda pasa por quien ocupará el centro del mediocampo, un puesto en el que Gallardo está buscando variantes tras la grave lesión de Matías Kranevitter, una de las joyas del «millonario». Entre Leonardo Ponzio o Guido Rodríguez, que vienen alternando la titularidad, se definirá al «5» en La Bombonera.

El uruguayo Carlos Sánchez, pieza vital de River en el mediocampo, saltará a la cancha tras jugar el martes 45 minutos en el amistoso de su selección ante Chile y tomarse inmediatamente después del partido en Santiago un avión privado rentado por el «millonario».

Alineaciones:

Boca Juniors: Agustín Orión; Leandro Marín, Daniel Díaz, Juan Forlín, Nicolás Colazo; Cristian Erbes; Fernando Gago, Marcelo Meli; Juan Manuel Martínez, Jonathan Calleri y Andrés Chávez. DT: Rodolfo Arruabarrena. 

River Plate: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonathan Maidana, Ramiro Funes, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Ariel Rojas; Leonardo Pisculichi; Teófilo Gutiérrez y Giovanni Simeone. DT: Marcelo Gallardo.

Árbitro: Silvio Trucco.

Estadio: La Bombonera (Boca Jrs.)