Ecuador, el peor país de la región en dominio del idioma inglés, según análisis; educadores dan sus observaciones
Basada en las pruebas tomadas a más de 2,2 millones de personas de todo el mundo, la edición 2020 del English Proficiency Index (EPI) del programa Education First (EF) ubicó a Ecuador en la posición 19 a nivel latinoamericano y 93 entre 100 países del mundo.
En este ranking, Países Bajos, Dinamarca y Finlandia lideran la máxima banda de dominio del idioma en la categoría Dominio Muy Alto, la cual refiere que sus participantes usan un lenguaje matizado y apropiado en situaciones sociales, leen textos avanzados con facilidad y pueden negociar un contrato con un nivel nativo de inglés.
Mientras, los participantes de Ecuador, en el quinto grupo de Dominio Muy Bajo, apenas pueden presentarse a sí mismos de manera simple (nombre, edad, lugar de origen), comprender signos vitales y brindar direcciones básicas a un extranjero, indica el análisis de EF. El país pasó del puesto 35 en 2014 al 93 este año.
Para varios educadores consultados, la posición de Ecuador refleja los problemas que aún tienen los ciudadanos en el aprendizaje del inglés y llaman a promover metodologías más atractivas en las cuatro habilidades básicas: escuchar, hablar, leer y escribir.
La educadora Cristina Rivera, con siete años de experiencia en docencia del inglés en colegios y universidades, precisa que los métodos tradicionales de gramática (repetir términos o grabarse de memoria) deben complementarse con opciones innovadoras y los contenidos de libros deben ser aterrizados a la realidad local.
En sus clases, comenta, busca compartir los conocimientos a través de dinámicas o juegos tipo Scrabble. Según estudios, de esta manera se genera mayor motivación en el estudiante, se deja un aprendizaje significativo e incluso se reducen los nervios del alumno, que en muchos casos “se frustra” o “choca” al no poder comunicarse en inglés.
Por su parte, el rector del Copol, Rodolfo Chang, aclara que este índice de EF no representa a toda la población ecuatoriana, sino a aquellos que toman un curso o buscan mejorar sus habilidades en el idioma con la firma. Pese a ello, el educador cree importante la comparación de este grupo (ubicado en el puesto más bajo en la región) con el de otros países, y agrega que “no causa mucha sorpresa” el puesto al considerar varios factores que pudieran afectar, como el número de horas de inglés previstas en la malla curricular y la capacitación de docentes.
En el caso del Copol, Chang dice que incentivan la instrucción de los educadores y a sus alumnos los motivan con actividades que involucren el idioma extranjero; por ejemplo, ayer un grupo de ellos daba noticias en inglés, contó.
“Los docentes y autoridades involucradas en el ámbito educativo deben seguir capacitándose con la ayuda de herramientas metodológicas y tecnológicas”, expresa Marlon Montes, docente de inglés en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (sede Esmeraldas) y en la U. E. La Providencia.
Montes acota que las autoridades deberían promover más intercambios internacionales e inversión económica para que especialistas en el idioma proporcionen sus conocimientos en los establecimientos tanto del sector público como del privado.
Sandra Bustamente, docente de inglés durante 16 años, considera necesario que la impartición de cursos a docentes sea apoyada por las instituciones y que sean dirigidos específicamente al gremio del área de inglés. “Que conozca de más recursos le permitirá poder adaptarlos de forma grupal y hasta de manera individual (al alumno) ”, comenta.
Chang es claro. Considera que los alumnos deben estar más expuestos a la enseñanza del idioma extranjero, mejorarse los medios y recursos de enseñanza y aumentar la formación adecuada de docentes de inglés, ya que los esfuerzos actuales “aún son insuficientes”, con presupuestos ajustados a todo nivel. (I)