Banda delictiva azota a bañistas desde hace 6 meses en Sucre

La policía de Santa Fe, en el estado Sucre, recuperó la lancha en la que se desplazaban los hombres armados que el viernes en la tarde robaron a varias familias en playa Arapito, Mochima. La embarcación fue abandonada en una zona de lancheros adonde llegaron los delincuentes porque el motor presentaba fallas; conminaron a los trabajadores a que lo repararan, pero, impacientes, se apoderaron de una lancha allí estacionada, a la que traspasaron el botín robado.

Yuneika Mariño, dueña de un kiosco y de los toldos que usaban las familias víctimas del asalto, señaló que cuando se dio cuenta de la situación ya sus clientes estaban siendo sometidos por el grupo armado. Ella y otros dueños de kioscos en esa parte de la costa aseguraron que no vieron el nombre del peñero en el que se desplazaban los delincuentes debido al nerviosismo. “Ellos robaron rápido y se fueron”, dijo Mariño.

Ángel Martínez, comerciante del lugar, declaró que han pedido apoyo a las autoridades para que garanticen seguridad a usuarios y trabajadores de las playas, pero no han sido escuchados: “Estamos cansados de la zozobra con esta banda. Le pedimos ayuda a la Guardia Nacional porque ya no aguantamos”.

El grupo delictivo al que se refiere Martínez se dedica al robo de turistas, lanchas y yates, y mantiene azotados a los visitantes de Arapito, playa Colorada, Valle Seco, Mochima, playa Pescador y Vallecito desde hace seis meses.

Hace un mes, estos delincuentes llegaron en lanchas a Arapito, donde robaron a los que disfrutaban de la playa. Hace una semana hurtaron pertenencias en isla de Arapo. “Pasaron recogiendo los bolsos, asustaron a los turistas”, dijo un trabajador de la zona. Información extraoficial indica que en los últimos 6 meses por lo menos 300 personas han sido víctimas de robos y de hurtos en los balnearios entre Sucre y Anzoátegui.

La inseguridad afecta a más de 200 familias que trabajan en la playa Arapito, entre kiosqueros, lancheros, tolderos y vendedores ambulantes.

Ayer, en Arapito, donde acuden entre 3.000 y 7.000 bañistas en temporada alta, había policías, GNB y Guardia Costera. Se respiraba tensa calma, pero aún así llegaban algunos turistas a disfrutar de un día de playa. Comerciantes del lugar dijeron que ayer disminuyó 90% la actividad turística.