El ayuno intermitente ha ganado popularidad en los últimos años, no solo como una estrategia para perder peso, sino también como una herramienta para mejorar la salud metabólica, hormonal y emocional. Pero si estás atravesando la menopausia, probablemente te preguntes si esta práctica es adecuada para ti. En este artículo descubrirás qué es el ayuno intermitente, cómo funciona, sus beneficios, posibles riesgos, la historia detrás de su descubrimiento y cómo aplicarlo en esta etapa de la vida.

 

¿Qué es el ayuno intermitente y quién lo descubrió?

El ayuno intermitente no es una dieta tradicional. Es un patrón de alimentación que alterna períodos de comida con períodos de ayuno, sin especificar necesariamente qué comer, sino cuándo hacerlo. Hay diferentes formas: el método 16/8 (ayunar 16 horas y comer durante 8), el 5:2 (comer normalmente 5 días a la semana y restringir calorías en 2), entre otros.

Desde principios de los años 2000, el Dr. Mark Mattson ha documentado los beneficios del ayuno intermitente en la salud cerebral y metabólica. Aunque el concepto de ayunar es milenario, fue el científico japonés Yoshinori Ohsumi quien revolucionó nuestra comprensión del ayuno a nivel celular. En 2016, recibió el Premio Nobel de Medicina por su investigación sobre la autofagia, un proceso en el que las células se limpian y regeneran durante el ayuno. Este hallazgo confirmó que ayunar puede activar mecanismos de reparación en el cuerpo que podrían retrasar el envejecimiento, prevenir y combatir enfermedades.

 

¿Por qué considerar el ayuno intermitente durante la menopausia?

Según investigaciones recientes, una mujer en etapa de menopausia que practique ayuno intermitente bajo supervisión profesional podría experimentar una serie de beneficios. Estos incluyen:

  • Posible reducción del peso corporal, especialmente en la zona abdominal.
  • Mejora en los niveles de energía.
  • Mayor claridad mental y estabilidad emocional.
  • También se han observado mejoras en la sensibilidad a la insulina, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades metabólicas.
  •  Disminución en la intensidad de los sofocos y una mejor calidad del sueño.

Además, algunas mujeres podrían notar cambios positivos en su relación con la comida, desarrollando una mayor consciencia sobre sus hábitos alimenticios. Aunque estos resultados no son universales ni garantizados, estudios como los publicados por la Clínica Mayo y Harvard Medical School sugieren que, cuando se adapta correctamente, el ayuno intermitente puede convertirse en una herramienta de apoyo valiosa durante la transición menopáusica.

Estas experiencias no son reglas, pero muestran cómo puede convertirse en un aliado poderoso cuando se hace con guía de un experto.

 

¿Quiénes deberían evitar el Ayuno Intermitente?

El ayuno intermitente no es para todas. Hay situaciones en las que debe evitarse o realizarse con mucha precaución:

• Mujeres con antecedentes de trastornos alimenticios.
• Personas con hipoglucemia, diabetes tipo 1, o enfermedades crónicas sin control.
• Si estás tomando ciertos medicamentos, como anticoagulantes o insulina.
• Mujeres con problemas tiroideos no tratados.

Si tienes dudas, habla con tu médico o nutricionista. El ayuno intermitente puede ser beneficioso, pero no es una solución mágica ni universal.

 

Contraindicaciones y efectos secundarios

Como todo cambio, el cuerpo necesita adaptarse. Al iniciar el ayuno intermitente podrías experimentar:

• Dolores de cabeza.
• Fatiga o irritabilidad.
• Mareos.
• Cambios digestivos (estreñimiento o gases).

Estos síntomas suelen ser temporales, pero si persisten, es mejor detener la práctica y consultar con tu médico.

 

¿Cómo empezar de forma segura el ayuno intermitente si estás en menopausia?

1. Consulta con un profesional de la salud.
2. Comienza poco a poco: prueba con 12 horas y ve avanzando.
3. Hidrátate bien: agua, infusiones sin azúcar o caldos.
4. Elige alimentos nutritivos: cuando rompas el ayuno, no lo hagas con alimentos ultraprocesados.
5. Escucha a tu cuerpo: si sientes ansiedad, cansancio o hambre extrema, es señal de que debes ajustar tu enfoque.

Lo emocional también cuenta durante la Menopausia

La menopausia no solo afecta tu cuerpo, también tus emociones. Muchas mujeres viven esta etapa como una pérdida, un cambio de identidad o una desconexión consigo mismas. El ayuno, cuando se practica con consciencia, puede ser un acto de reconexión, de escucharte, de reducir la velocidad y de cuidarte desde un lugar más amoroso.
Si además lo acompañas con apoyo emocional —como las terapias florales, el coaching o prácticas como el mindfulness— el impacto positivo puede ser aún mayor.

Advertencia importante

Este artículo tiene fines exclusivamente informativos. No representa una recomendación médica ni debe ser usado como base para iniciar un tratamiento. Siempre consulta a un profesional de la salud antes de hacer cambios en tu alimentación o estilo de vida. No nos hacemos responsables por decisiones tomadas únicamente con base en este contenido.