Autos eléctricos y sus dificultades en América Latina
En 2022 los autos híbridos y eléctricos alcanzaron registros inéditos en la región. Según la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, en el 2021 se matricularon 118.191 vehículos con algún nivel de electrificación en Latinoamérica. De esta forma, la prevalencia de estos Autos eléctricos incrementó en un 107 % respecto al 2020. A pesar de esto, todavía existen condiciones que dificultan la transición energética. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
La Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), confirmó que las ventas de vehículos con tecnología eléctrica crecieron en un 300% en Ecuador. Las razones son: las condiciones del mercado, los precios de los combustibles y el creciente catálogo de vehículos híbridos y eléctricos que ofrecen las marcas. Sin embargo, también existen dificultades como la infraestructura, los incentivos y el desconocimiento.
Los vehículos con tecnología eléctrica requieren de cierta infraestructura para su carga. Debido a la creciente demanda, algunos proyectos inmobiliarios y centros comerciales han implementado cargadores, pero resultan insuficientes para una transición energética. De igual forma, el costo de estas ‘electrolineras’ representa un obstáculo para su masiva instalación, ya que, dependiendo del fabricante, podrían costar hasta 3.000 UDS.
Según el programa de movilidad eléctrica: Avances en América Latina y el Caribe; la mayoría de países en la región están avanzando en materia de logística. Por otro lado, los incentivos, no solo económicos, son claves para este cambio de paradigma. Según la ONU, 5.000 autobuses eléctricos circularán en las principales ciudades latinoamericanas en el 2025 para motivar el uso de esta tecnología. Sin embargo, algunas limitaciones todavía están latentes.
La primera es el costo de estos autos, que resulta inaccesible para la mayoría del mercado. Además, aunque existen incentivos tributarios, el subsidio de los combustibles fósiles continúa siendo un obstáculo. Según FMI, en América Latina se pagan 46.000 millones USD anuales en subsidios para las gasolinas. Por último, medidas como prohibir la venta de vehículos convencionales a mediano plazo, resulta casi imposible en la región, a diferencia de Estados Unidos y Europa.