Asus Zenfone 9, análisis: el Android pequeño, potente y con buena cámara que estábamos esperando
Un nuevo aspirante al trono de los móviles más contenidos y potentes entra como un elefante en una cacharrería, y eso que es pequeño: el Asus Zenfone 9 es justo el teléfono a recomendar para quien quiera un móvil lo mas manejable posible. Sorprende en todos los ámbitos, incluso donde menos parecía que iba a sorprender. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Los móviles han ascendido en las dimensiones de pantalla hasta casi parecer cines de mano. Precisamente, el contenido multimedia primó en el ascenso en pulgadas; no en vano ver pelis, cines y jugar supone gran parte del uso habitual. Ahora bien: ¿qué ocurre si a alguien se le ocurre buscar un móvil que no se haga demasiado grande? Hay muy poco donde elegir, puedo dar fe. Por suerte, no todas las marcas se han rendido a las moles: Asus es esa aldea irreductible que se resiste a la invasión de las pulgadas.
Diseño: el tamaño es uno de sus principales valores
¿Alguna vez le habías pedido a los Reyes un móvil Android potente, con buena cámara y contenido en sus dimensiones y peso? Pues el Asus Zenfone 9 es justo la respuesta a esos deseos, va a ser mi recomendación cada vez que alguien me pida un móvil que se rija por esas tres premisas. Ha hecho que me reconcilie con los tamaños manejables.
Es tan pequeño, compacto y de peso tan reducido que cuesta creer todo lo que alberga en su interior. Y en lo que respecta al exterior… Lo cierto es que resulta innegable: se me antoja un iPhone 4 visto por el lado. En lo que respecta a su cara trasera, Asus cambia el cristal y el metal para apostar por un acabado de tacto agradable que se asemeja en gran medida a la goma.
La cara trasera del Asus Zenfone 9 ofrece una especie de textura con cierto tacto de lija muy suave que no sólo facilita el agarre, también evita cualquier tipo de huella. Me ha recordado a las fundas «sandstone» de los OnePlus (incluso al primer OnePlus One). El acabado puede retener las manchas, también los colores: de llevarlo en los vaqueros, mi Asus Zenfone 9 presenta una tenue coloración azul en los contornos.
El acabado trasero facilita el agarre, no ofrece riesgo de roturas, tampoco de arañazos. Eso sí, puede retener las manchas. Y ofrece certificación IP68
El cuerpo del teléfono está construido en aluminio y presenta distintas secciones para alojar las pertinentes antenas (la superior está justo sobre el extremo del auricular de llamadas, no termina de encajar en el diseño). En cuestión de botones, todos se sitúan en el costado derecho del móvil; con el de encendido en el centro, muy alargado y perfecto para llegar con el dedo pulgar. Una de las máximas de Asus con el Zenfone 9 es hacer que el uso del teléfono sea totalmente viable con una mano. Por mi experiencia, lo consigue.
El botón de encendido no sólo tiene esa función, también es el lector de huellas capacitivo (el Asus Zenfone 8 tenía escáner óptico bajo la pantalla). Dicho lector funciona a las mil maravillas, desbloquea el teléfono al instante y me parece terriblemente cómodo de utilizar, mucho más que los escáneres bajo la pantalla. Además, Asus lo convierte en una tecla multifunción: permite ejecutar acciones hasta realizando gestos sobre el botón. Con otro extra personalizable: incluye doble toque en la cara trasera del teléfono. Y desbloqueo facial con la cámara frontal (menos seguro que con el escáner de huellas).
El siempre bienvenido jack de auriculares en el borde superior, limpieza absoluta en el costado izquierdo (a excepción de las antenas) y zona inferior donde se aloja la bandeja para doble nano SIM (no hay espacio para tarjeta SD), el USB C y uno de los altavoces externos. El móvil ofrece protección contra polvo y agua IP68 y la pantalla queda protegida por cristal Corning Gorilla Glass Victus.
Acostumbrado como estoy a los teléfonos enormes, estar unas semanas a solas con el Asus Zenfone 9 ha supuesto que me replantee mis preferencias. De hecho, me va a costar volver a mis Google Pixel 6 o iPhone 12 Pro Max: ahora me parecen gigantescos. ¡Que vivan los móviles pequeños!
Pantalla: contención no implica reducir la calidad
Si las dimensiones del teléfono son muy reducidas, está claro que la pantalla ha de ajustarse al envoltorio que le brinda el teléfono. Y es de agradecer: las 5,9 pulgadas del panel Super AMOLED que monta el Zenfone 9 se bastan y se sobran para ofrecer la mejor experiencia Android. Y aprovechan bien el frontal del móvil (90,02 % según Asus); lástima que el agujero para la cámara parezca más grande de lo habitual debido a la diagonal contenida.
La pantalla se ve a las mil maravillas, incluso bajo el sol directo de un mediodía de verano. Resolución Full HD+ que mantiene gran nitidez y detalle (445 PPI), altísimo contraste, la respuesta al toque es inmediata y ofrece alta tasa de refresco de hasta 120 Hz (60/90/120 Hz). No incluye un panel LTPO, podría ser la guinda a un excelente pastel visual al que no le encuentro más pegas que cierta saturación (pese a que resulta personalizable desde los ajustes no terminé de encontrarle una coloración 100 % natural) y ciertos saltos en el desplazamiento vertical de menús.
La pantalla fluye como la seda en las transiciones, da extrema sensación de rapidez, el brillo automático se adapta perfectamente a la iluminación del entorno y el brillo mínimo llega a molestar ligeramente en completa penumbra. Por lo demás, es una pantalla perfecta para consumir todo tipo de contenido multimedia: las dimensiones reducidas no tienen por qué restarle atractivo visual. También va a gustos, claro.
Sonido: un gama premium cargado de calidad y posibilidades
Que el tamaño no lleve a engaños: el Asus Zenfone 9 es un gama premium con todas las de la ley. Hardware de altísimo nivel, una construcción envidiable, pantalla que se mantiene a la altura de las altas expectativas y un sonido que redondea el sobresaliente multimedia ampliando las posibilidades del teléfono sin perder calidad por el camino. Sorprende tanta capacidad en un móvil tan reducido en dimensiones.
Disponer de conector de auriculares no resulta habitual en su gama, denota el mimo que la marca ha puesto en el dispositivo. No sólo permite mantener los auriculares con cable de toda la vida, también ofrece una gran cantidad de añadidos por software con los que personalizar la escucha. Y tiene dos pegas: no ofrece salida de audio analógico a través del USB C (se necesitan auriculares con DAC externo) y no saca vídeo a través de ese puerto (no se le pueden conectar pantallas o teles usando el cable).
El sonido escuchando música con auriculares es de buena calidad, aunque le falta cierta presencia. Quedan algo marcados los agudos y quizá le falte cierto refuerzo de bajos. Con la personalización de Dirac pueden ajustarse ciertos aspectos de la escucha, como el balance de agudos y graves o la ecualización.
La escucha sin cables ofrece muy buena calidad de audio, incluso algo mejor que con cables (para la prueba utilice unos Bose Bose 700 NCH y unos Google Pixel Buds Pro). Volumen muy alto, sonido detallado, equilibrado en graves y agudos y suficientemente bien balanceado. Y viene de serie con una amplia compatibilidad con códecs Bluetooth: SBC, AAC, LDAC y Qualcomm aptX (Audio, HD Audio, Adaptive Audio y TWS+ Audio).
Por último, toca darle un repaso al audio con los altavoces externos. El Asus Zenfone 9 posee dos y audio estéreo: uno en la parte baja del teléfono y el otro en el auricular de llamadas, arriba. Son muy potentes, alcanzan los 86 dB, no distorsionan en exceso hasta llegar alrededor del 80 % (más allá molestan) y la cámara de resonancia transmite demasiada vibración a la parte trasera del teléfono: puede molestar ligeramente al jugar si se tiene el volumen alto (o al ver una película, por ejemplo).
Pequeño, pero matón en sonido: tanto por posibilidades como por la calidad media usándolo como soporte multimedia. Y qué decir de su potencia, es una bestia.
Rendimiento: el David capaz de vencer a un Goliat
Si bien el Snapdragon 8 Gen 1 marcó la primera mitad de 2022 en cuestión de altas prestaciones, con la versión mejorada de este SoC, el Snapdragon 8+ Gen 1, marcas como Asus han aprovechado para impulsar aún más la gama superior de su catálogo aprovechando la mayor eficiencia que otorga ese «plus» de Qualcomm. Ya pude comprobar lo bien que funcionan tanto el procesador como la optimización de Asus, el Asus ROG Phone 6 Pro me dejó muy buenas sensaciones. El Zenfone 9 mantiene ese alma «gamer».
El rendimiento de nuestro protagonista de análisis es fabuloso, en todo momento. Tanto da que arranque juegos de alta capacidad gráfica como que toque moverse entre los escritorios mostrando las animaciones con total fluidez: el Asus Zenfone 9 es súper rápido, se ve tal que así y no se le puede poner pega alguna en ejecución. Las apps arrancan tan veloces que da gusto cargar en memoria medio cajón de aplicaciones: no se ralentiza ni un ápice. Sí aprecié algún salto en el scroll vertical dentro de aplicaciones que requieren desplazamientos.
A continuación tienes el Asus Zenfone 9 enfrentado en benchmarks contra algunos de sus compañeros, tanto por potencia como por tamaño.
La potencia está fuera de toda duda. Pero ¿qué ocurre cuando toca enfrentar ese rendimiento contra el termómetro? Pues el balance es suficientemente fresco: pese a que se calienta durante largas sesiones de juego o cargando, la temperatura no se hace excesiva. La disipación pasiva es muy buena. Y la cara trasera ayuda a que la sensación de calidez sea menor.
La eficiencia energética se traslada a la temperatura: no genera excesivo calor ni durante largas sesiones jugando. Ni siquiera mientras se usa conectado al cargador
Aparte de la potencia de procesamiento, y la rapidez en ejecución que alcanza tanto a la memoria como al espacio disponible (16 y 256 GB tiene el teléfono, respectivamente), el Asus Zenfone 9 llega cargado con la conectividad heredada de la familia ROG. Por ejemplo, puede conectarse a las dos bandas de la WiFi a la vez para aprovechar todo el ancho disponible (nunca había visto un dispositivo obtener unas métricas de carga y descarga a ese nivel), incluye compatibilidad con redes WiFi 6E, es apto para redes 5G SA/NSA (en ambas nano SIMs), incluye el pertinente NFC para los pagos móviles y GPS dual. No se le puede pedir más.
Batería: y parecía pequeña – Asus Zenfone 9
Si el frasco es pequeño el contenido debe ir en consecuencia, ésa es la teoría. Aunque otra cosa es el rendimiento que se le saque a dicho contenido, algo en lo que se ha especializado nuestro protagonista: la autonomía del Asus Zenfone 9 me ha sorprendido para bien. Aunque debo destacar que el grosor también importa, no puedo decir que el móvil sea fino.
Los 4.300 mAh de batería dan mucho de sí gracias a la optimización del sistema y a que la pantalla es más pequeña de lo habitual. Con la configuración automática, y funcionando la mayor parte del tiempo a 120 Hz, el teléfono me ha aguantado día y medio incluso con un uso intensivo. Más de una hora con Genshin Impact, música, Netflix, mucha foto en exterior y con 4G/5G. ¿Que se reduce el uso? Con la pantalla apagada el gasto de energía es mínimo, aguanta más de dos días de utilización moderada.
El Asus Zenfone 9 ofrece distintos modos de rendimiento con un ahorro de batería (Duradero y Ultraduradero) que logra exprimir el último 5 % sin perder apenas funciones en el teléfono. Además, el móvil permite ejecutar el modo de Alto rendimiento con el que estrujar a fondo las capacidades; perdiendo más batería por el camino, como es lógico.
En cuestión de carga rápida, el Asus Zenfone 9 recibe hasta 30 W de potencia a través del cargador incluido en la caja (también incluye una carcasa adaptada al diseño de la cara trasera). Es una de las pegas en comparación con otros competidores de su gama: se demora más de una hora en llegar al 100 %. Eso sí, sus rivales de categoría tienden a no incluir el cargador, me alegro de que Asus no se lo haya planteado.
Los tiempos de carga del Asus Zenfone 9 quedan tal y como siguen:
- 5 minutos de carga: 11 % de batería.
- 10 minutos de carga: 24 % de batería.
- 20 minutos de carga: 44 % de batería.
- 30 minutos de carga: 59 % de batería.
- 50 minutos de carga: 83 % de batería.
- Total: 1 hora y 12 minutos.
Software: ¿Google Pixel, eres tú? – Asus Zenfone 9
No es que Asus prescinda de darle el toque a los teléfonos con su pertinente capa, pero ésta se mantiene tan ligera y paralela a la visión que Google tiene de Android que usar el Asus Zenfone 9 desprende sensaciones similares a las que me regala el Google Pixel 6. Y esto me parece una notable ventaja, sobre todo por el hecho de ofrecer prestaciones extra a pesar de que mantiene el halo de «Android puro».
Zenfone UI en su versión 9 llega basada en Android 12 y con un mínimo de apps añadidas a las propias de Google. Están incluidos los servicios de Facebook, aplicaciones como LinkedIN o Instagram, Asus duplica servicios clave como el teléfono y no demasiado más. Gran parte de estos añadidos puede desinstalarse o inhabilitarse.
Asus incluye un completo analizador del sistema con distintas optimizaciones automáticas, permite personalizar el comportamiento del botón de encendido/lector de huellas dactilares, incluye un modo juegos muy potente (heredado de los ROG Phone y cargado de posibilidades) y Zenfone UI permite duplicar aplicaciones para usar varias cuentas a la vez.
La capa facilita de forma notable el uso con una mano (incluso añade un gesto en la parte inferior que hace descender la pantalla), ofrece doble toque trasero para ejecutar acciones (muy personalizable), acelera el arranque de apps gracias al modo OptiFlex… Bajo mi opinión, la capa del Asus Zenfone 9 añade una gran cantidad de utilidades sin recargar la apariencia nativa de Android.
Fotografía: el estabilizador gimbal marca la diferencia – Asus Zenfone 9
Que la captura multimedia es importante en el Asus Zenfone 9 queda reflejado en el teléfono por sus dos grandes protuberancias posteriores donde se alojan los objetivos de la cámara principal y gran angular. Teniendo en cuenta que el móvil no es precisamente fino, sobresalir en tal medida desestabiliza el dispositivo al ponerlo sobre la mesa y también es más sencillo que el cristal que protege las lentes se lleve golpes o arañazos.
Entremos en lo que respecta a las características puras y duras de la fotografía. El Asus Zenfone 9 se olvida de cámaras de relleno para apostar por una pareja que cubre la mayor parte de situaciones. Asus comentó que no incluyen una tercera cámara porque no hay espacio físico en el móvil para añadirla; de esta manera se ahorran un sensor macro dedicado que poco tendría que añadir al teléfono, por ejemplo (aunque un buen teleobjetivo tampoco habría estado mal).
Veamos qué características concretas ofrecen las cámaras del Asus Zenfone 9.
- Cámara principal Sony IMX766 de 50 megapíxeles. Apertura f/1.9, tamaño del sensor de 1/1.56 pulgadas, ángulos de visión de 84,6º, tamaño efectivo del píxel de 1.0/2.0 μm (Quad Bayer), EIS, estabilizador OIS gimbal de seis ejes y enfoque 2×2 OCL PDAF.
- Cámara gran angular Sony IMX363 de 12 megapíxeles. Apertura f/2.2, tamaño del sensor de 1/2.55 pulgadas, ángulos de visión de 113º, tamaño del píxel de 1.4 μm, enfoque Dual PDAF y soporte para captura macro a 4 cm.
- Cámara frontal Sony IMX663 de 12 megapíxeles. Apertura f/2.45, tamaño del sensor de 1/2.93 pulgadas, ángulos de visión de 76,5º, tamaño del píxel de 1.22 μm y enfoque Dual PDAF.
A priori, la fotografía del Asus Zenfone 9 parte con ventaja en la salida, pero acostumbra a perder tiempo en la carrera debido al procesado que realiza Asus. Como norma general, las fotos están a la altura de un gama alta; sufre cierta tendencia a una temperatura de color cálida y el HDR suele marcar en exceso el contraste.
De día la cámara principal se desenvuelve con soltura ofreciendo un buen rango dinámico para un HDR automático que no acostumbra a tener dificultades equilibrando la luz entre las áreas oscuras y claras. El procesado tiende a eliminar detalle del segundo plano, a veces incluso se aprecian algunas acuarelas sin hacer zoom sobre la imagen. Esto se incrementa en escenas con iluminación media.
De noche no desempeña un mal papel por más que destaque en mayor medida las tonalidades naranjas de la iluminación. En modo automático pueden salir unas fotos algo oscuras; una situación que se corrige con el modo manual: gracias a la impresionante capacidad del gimbal, resulta factible ampliar el tiempo de exposición para así obtener mucha más luz sin que las trepidaciones empañen la toma.
De hecho, me sorprendió especialmente este aspecto: nunca había podido fotografiar móvil en mano con un tiempo de exposición de 30 segundos (en modo manual). Pese a que la toma salió mal (quemé la foto aunque fuera de noche), no se mostró excesivamente movida.
El desempeño del gran angular es correcto con la correspondiente disminución en detalle de la imagen (tampoco demasiado con respecto a cómo procesa el Zenfone 9 las fotos de la cámara principal). Suele marcar algo más de contraste y las tomas pueden quedar ligeramente más oscuras que las del sensor principal (la colorimetría suele mantenerse entre el salto de sensores). Las deformaciones ópticas provocadas por la lente quedan bien corregidas.
La aplicación de cámara está a un excelente nivel, tanto en opciones de captura manual como en posibilidades lúdicas. El Asus Zenfone incluye modo retrato (ajustable en bokeh y con margen de mejora en el recorte de contornos), posee modo noche (también se selecciona automáticamente con baja luz), Asus le saca partido al gimbal con distintos disparos aprovechando la excelente estabilización (la toma de rastros de luz o la difusión de movimiento están a un gran nivel) y echo en falta el guardado en RAW y la toma con el tamaño completo de las imágenes, los 50 megapíxeles. Detalles como el nivel virtual, el efecto del gimbal (aparece un pequeño círculo sobreimpreso en pantalla) o el focus peaking suman muchos puntos.
La cámara frontal ofrece un buen detalle, permite el modo retrato con resultados decentes (y ajuste de bokeh antes de disparar, no después), acusa las tonalidades ligeramente cálidas del procesado y tiende a respetar el tono de la piel. No hace mal trabajo en interiores y con iluminación media.
Vayamos con la grabación de vídeo. Aquí es donde se aprovecha especialmente el gimbal de seis ejes integrado en la cámara principal: hacer tomas móvil en mano es una delicia. Incluso caminando: pese a que se nota el vaivén de los pasos, el gimbal mantiene tal estabilización que aleja por completo las trepidaciones. También a máxima resolución.
El Asus Zenfone 9 permite grabar hasta en 8K con estabilización gimbal activada (sin EIS, no ofrece el modo ultraestable) y 30 fps. El 4k mantiene la estabilización gimbal ampliando los cuadros por segundo a 60; siempre sin permitir el HDR en la grabación. Y con 1080p se libera gran parte del potencial del teléfono: grabación ultraestable (OIS + EIS) y hasta 60 fps (sin HDR, éste sólo está disponible en 30 fps). El Asus Zenfone 9 incluye grabación por intervalo de tiempo y cámara lenta hasta 480 fps en HD (y 120 fps en 4K).
Asus Zenfone 9, la opinión de Xataka
Quizá remarcar constantemente su tamaño no haga justicia a la gran categoría que rezuma el móvil por cada milímetro, pero es que sienta de fábula tener en la mano el Asus Zenfone 9 y sentir que las diagonales superiores no tienen demasiado sentido más allá de ofrecer mayor soporte para ver vídeos o disfrutar de los juegos. Sin que estos dos aspectos queden cortos en el nuevo Zenfone, es perfectamente apto para el disfrute multimedia.
Es potente y con un consumo tan frío como contenido. Algo grueso, las cámaras sobresalen mucho, encuentro el panel algo saturado, no procesa las imágenes todo lo bien que podría y la cámara de resonancia de los altavoces externos vibra demasiado con un volumen algo alto. Estas pegas son minucias que no logran empañar el lema del teléfono: lograr el modelo más compacto y potente posible para que utilizarlo con una mano no sólo sea fácil, también cómodo. El Asus Zenfone 9 es el móvil más manejable que ha pasado por mis manos en meses.
Con el Asus Zenfone 9 constaté el error que supone apostar siempre por lo más grande: no hay necesidad de sufrir sólo porque busquemos la máxima potencia, una excelente autonomía o una cámara de altura, todo cabe en un teléfono superlativo en todo menos en el tamaño. El precio camina en el sentido contrario, aunque sin ser exagerados dados los cánones actuales de la gama premium (es caro, resulta innegable). Me va a costar mucho devolverlo.