Así se utilizan los neumáticos viejos de nuestro coche
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Uno de los principales problemas que tienen los coches de hoy en día es que se siguen presentando con elementos y materiales que, de un modo u otro, son bastante dañinos para el medioambiente. Entre ellos se encuentran los neumáticos; ya sean neumáticos de coche nuevo, eléctrico e inteligente como otro más antiguo, estos representan un quebradero de cabeza para contribuir al ecologismo. Pero hay solución.
Los neumáticos y su influencia sobre las emisiones
Uno de los componentes más importantes de un coche son los neumáticos, sino el que más. Es el único elemento que está en contacto con el suelo, y por tanto de él depende la adherencia, la estabilidad y la distancia de frenado. Pero también tiene una influencia sobre el consumo de nuestro coche y, por ende, sobre las emisiones.
Así, el tipo de neumáticos y su estado, no solamente influye sobre nuestra seguridad y la de los otros usuarios de la carretera, también tiene un impacto en el medioambiente. La intención es que, pasado el tiempo y los vehículos vayan evolucionando por su cuenta, este tipo de compuestos tengan una vida más útil y provechosa, también en lo que respecta al entorno.
Es lo que se ha demostrado con un estudio reciente, del cual se hace palpable la demostración de que es posible reducir estas emisiones y hacer de estos neumáticos más ecológicos y resistentes. ¿Cómo? Con la ayuda de, precisamente, neumáticos viejos con los que poder favorecer nuestro entorno de una manera convincente.
Consiste en darle una segunda vida al caucho usado
Actualmente, lo que conocemos es que los neumáticos que se usan para nuestro coche figuran entre los contaminantes plásticos más habituales del planeta. Un estudio de 2017 de Pieter Jan Kole de la Universidad Abierta de los Países Bajos estimaba que los neumáticos representan hasta un 10% del total de microplásticos presentes en los mares del mundo.
Del mismo modo, y a coalición de ello, se observó también un informe del mismo año de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el cual esta vez situaba la cifra en un 28%. «El desgaste de los neumáticos es una fuente sigilosa de microplásticos en el medio ambiente», explican los investigadores. «Pero hay poca información al respecto y actualmente carecemos de alternativas a los neumáticos».
Hasta ahora. Porque se ha descubierto un método con el que es posible desarrollar el viejo caucho de estos compuestos para que sean una fuente renovable y beneficiosa para el medioambiente. Pero sobre todo para aquellos vehículos que puedan ser más nuevos para erradicar los elementos más contaminantes como este.
Esto se conoce como el concreto granulado de caucho. Su producción consiste en triturar neumáticos de caucho, que podrían ser para nuestro coche, hasta convertirlos en granulados de una consistencia similar a la arena. Estas migas se pueden usar para reemplazar una cierta proporción de la arena que normalmente se mezcla con el cemento, el agua y otros ingredientes para formar ese concreto granulado. Esto hace por reducir la dependencia del material natural y le da una segunda vida al caucho desechado.
Facilitar la reutilización, principal objetivo
La firma de Continental es una de las más sensibilizadas con los temas medioambientales. Muy consciente de la importancia que supone una producción y consumo responsable de sus productos, lo que le ha llevado a formar parte de Signus, una entidad sin ánimo de lucro creada en 2005 por los principales fabricantes de neumáticos.
Esta está destinada a buscar soluciones para alargar la vida o facilitar la reutilización y el reciclado de estos de diversas formas distintas, y entre ellas se encuentra esta reutilización de los neumáticos para nuestro coche y los automóviles del futuro, como es el proceso de concreto granulado.
Además, gracias a este proceso, lo que se consigue es lograr separar sus principales componentes (caucho, acero y fibras). En el caso del acero, este se separa magnéticamente y se emplea como materia prima para la fabricación de acero en bruto por parte de las empresas siderúrgicas. En cuanto a las fibras, se separan a través de mesas densimétricas o sistemas de aspiración. Allí, su destino principal es la valorización energética transformándolo en un combustible sólido recuperado en la industria cementera.
De todos ellos, el caucho es el que más utilizaciones recibe. Por ejemplo, puede ser destinado para la creación de césped artificial, de la cual muchos campos de fútbol y rugby se interesan por él año a año. Como muestra, en el caso de que el Real Madrid así lo quisiera, serían necesarios 80.000 kilos de gaucho granulado para cubrir el Santiago Bernabéu.
La cantidad exacta de residuos que acaba en los cursos de agua depende de muchos factores, como la ubicación de la carretera o el tiempo atmosférico. La lluvia, por ejemplo, puede hacer que fluyan más partículas al medio ambiente. La investigación acerca de este posible proceso de concreto granulado para los neumáticos de nuestro coche es relativamente nueva, así que las estimaciones mejorarán con futuros estudios.