Así se celebró el Día Mundial del Libro en Bellas Artes
Durante todo el día se celebraron actividades simultáneas, como talleres para niños y para adultos, lecturas compartidas, lecturas en voz alta, rotomurales, etc. Fue una jornada alegre en la que probablemente el público infantil fue el que más se benefició. Ojalá muchos de esos niños se hayan quedado con ganas de leer, de escuchar historias y tal vez incluso de escribirlas.Hablando sobre Etgar Keret
A pesar de los problemas técnicos que impidieron la comunicación con el escritor israelí Etgar Keret, me parece que la conversación entre Diego Rabasa, su editor en México, y Mauricio Montiel fue una de las presentaciones más interesantes del día de ayer. La conversación trató no sólo de la importancia de escribir y publicar cuentos en una época en la cual el cuento es devaluado por la gran mayoría de las editoriales.
Rabasa comentó sobre la inclinación de Keret por los cuentos ante la novela:
“… es la única alternativa que tiene como creador, se dice incapaz de hacerlo con otra estructura con el argumento de que el tipo de literatura que hace es representativa de la realidad del Medio Oriente en la que vive. La narrativa, como la realidad, se van reconstituyendo cada día, entre la constante amenaza y la tensión. Lo que puede parecer una exageración en sus relatos, más bien excede lo que él vive. Encapsula, entonces, esa la realidad para quienes no la conocen.”
Etgar Keret, también explicó su editor…
“…es un cuentista que crea textos delirantes, exóticos, entre el humor negro y la ternura. Es un autor que tiene la capacidad de cautivar a lectores de muy distintos tipos. En México, por ejemplo, es leído por lectores iniciales que se identifican son su imaginación desbordada y también por escritores que se interesan por su habilidad para contar algo muy poderoso en un espacio tan concreto”.
El homenaje a Fernando del Paso
Coincidieron el Día del libro con la celebración del cumpleaños número 80 del gran Fernando del Paso. Pero, ¿quién es Fernando del Paso y por qué es tan importante para México? Muchos argumentan que es de hecho el mejor escritor mexicano vivo y que hace mucha falta reconocérselo.
Fernando del Paso es sobre todo escritor y sus obras más leídas son su debut literario José Trigo (1966), premio Xavier Villaurrutia, un libro que se comenzó a imprimir antes de que Fernando del Paso lo terminara de escribir; Palinuro de México (1982), premio Rómulo Gallegos y “la versión mexicana de la Odisea», en palabras de Vicente Quirarte; y Noticias del imperio (1988), biografía apócrifa de la emperatriz Carlota que ganó el premio Mazatlán de literatura. Sin embargo, del Paso también es dibujante y pintor, ha sido diplomático y fue director y becario de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz de la Universidad de Guadalajara, ciudad en la que hasta estos días vive.
Para Élmer Mendoza, la obra de del Paso es patrimonio de la humanidad, se mantiene nueva y estimulante. Es difícil hacerle justicia a la obra de del Paso con una recomendación o reseña. Más allá de los elogios que ayer fueron pronunciados para validarlo como se merece, a Fernando del Paso hay que leerlo porque si no nos perdemos de un trabajo muy delicado del lenguaje y de la historia, de la obra de un gran lector y observador, que resulta en el origen de mucha de nuestra narrativa. Pero, como toda la literatura, debe de ser, ante todo, una experiencia.
La ceremonia terminó con las palabras de Fernando del Pasó:
“…hoy quiero estar alegre. Hoy quiero quererlos a todos, quererme a mí mismo, hoy quiero querer a este México.”
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A estos eventos hay que replicarlos nosotros mismos: llevemos la hechura y lectura de cuentos como manualidades a casa, la tradición de la lectura en voz alta y mantengamos la curiosidad.
Por Elvira Liceaga (@shubidubi)