Del ordenador a la impresora y de ahí a la camiseta. Rápido y sencillo y sin tener conocimientos de diseño. Solo necesitarás un ordenador, conexión a internet y un puñado de ideas originales. Así que si alguna vez has soñado con llevar una camiseta única, hecha por ti, este es el momento de aprender cómo hacerlo paso a paso con Canva.

Cómo crear camisetas con Canva

Antes de nada, deberemos tener una cuenta de Canva. Con la versión gratuita podemos hacer uso de muchas funciones, pero si quieres acceder a ciertos recursos premium, habrá que pagar la suscripción. Aunque es posible que para diseñar camisetas básicas no necesites mucho más que la versión sin coste.

1. Dirígete al menú de plantillas y busca el término «camiseta» o «t-shirt». Así accederás a múltiples diseños preestablecidos que te servirán como punto de partida. Estas plantillas son totalmente personalizables, así que podrás cambiar los colores, los textos, las ilustraciones y todo lo demás.
2. Personaliza la plantilla. Canva cuenta con una enorme biblioteca de de elementos gráficos, desde iconos hasta ilustraciones o fotografías sin derechos de autor. Podrás arrastrar cualquier elemento a tu diseño, además de cambiar su tamaño, rotarlo o combinarlo con otros. Y también podrás importar tus propios elementos, para introducirlos en la camiseta.

Realmente el proceso es bien sencillo y no es más que ese, pero habrá varios aspectos que tendrás que tener en cuenta:

• El texto es clave. Tendrás que elegir una frase divertida que tenga sentido para ti, y la tipografía marcará la diferencia en el resultado final. Canva ofrece cientos de tipografías, desde estilos minimalistas hasta fuentes manuscritas o retro. Lo importante es asegurarse de que el texto sea legible y armonice con el resto de elementos visuales. Puedes probar diferentes combinaciones de color, sombra y espaciado para darle el efecto deseado.
• Cuidado con la resolución. Aunque Canva trabaja con alta calidad, debes comprobar que el diseño se exporte con una resolución adecuada para impresión. Lo ideal es que exportes el archivo final en formato PNG, seleccionando la opción de fondo transparente y con la mayor calidad disponible, para así evitar problemas de pixelado o mala definición al estampar la imagen en la tela. De hecho, muchas plataformas de impresión bajo demanda incluso aceptan directamente los archivos exportados desde Canva.

Y ahora que has terminado con el diseño, solo te quedará mandarla a imprimir. Como lo más probable es que en tu casa no tengas una impresora que lo haga sobre tela, tendrás que recurrir a empresas especializadas. Por suerte, hoy en día prácticamente cualquier tienda de fotos hacen estos estampados a un coste bastante asequible, por lo que solo tendrás que ir a la tienda de tu barrio y preguntar.

Aunque el proceso técnico de diseñar en Canva es sencillo, el verdadero reto está en la creatividad. Para inspirarte, siempre puedes echar un vistazo a las tendencias actuales en redes sociales, estudiar qué tipos de diseños triunfan en las principales plataformas de venta o simplemente dejarte llevar por tus propios gustos.

Además, Canva ha ido incorporando en los últimos años funciones de inteligencia artificial que pueden facilitar aún más el trabajo. Por ejemplo, puedes generar paletas de colores armónicas automáticamente, eliminar fondos de imágenes con un solo clic o ajustar el tamaño de los elementos de forma inteligente para mantener el equilibrio visual.