Chery Tiggo 7 PHEV el nuevo híbrido enchufable que llego a Colombia
Así es el Chery Tiggo 7 PHEV : el nuevo híbrido enchufable que llego a Colombia. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
Híbridos. Mild Hybrid o ligeros, y enchufables. De la mano del Grupo Vardí —que también comercializa localmente marcas como Nissan—, Chery regresó a Colombia con un portafolio al que le cabe el adjetivo de ambicioso, pues incluye únicamente productos de uno de los segmentos con mayor crecimiento en el país: el de las nuevas tecnologías.
Uno que a septiembre de 2024 llegó a cifras históricas. Fueron 4.121 unidades matriculadas tan solo en el noveno mes del año. El acumulado llegó a las 28.417 y es ese rubro del mercado colombiano de automotores en donde el fabricante chino espera hacerse un espacio. Así, anunció su regreso e hizo preventas en el Salón del Automóvil de Bogotá . Luego, a mediados de 2024, entregó sus primeras unidades. Recientemente abrió sus primeras vitrinas, consolidó alianzas y hoy sus productos ya están a disposición de sus interesados.
Para hacerse referente en hibridación, la marca confió en vehículos como el Tiggo 4, la entrada a su portafolio, una SUV compacta dotada de un sistema híbrido ligero basado en una batería eléctrica de 48 voltios. Hizo lo mismo con el Tiggo 7, base de esta reseña en su versión híbrida enchufable, y el Tiggo 8, un vehículo que representa, llamémoslo, el tope de su oferta.
Afuera y adentro del capó
Cromo, negro y el tono del carro. Esos tres componentes priman en la estética exterior de la SUV mediana (1.696 mm de alto, 1.862 de ancho y 4.513 de largo). Sobresale una llamativa parrilla frontal, donde interactúan unas formas casi triangulares que apuntan hacia el suelo. Entre el cuerpo lumínico frontal, en LED, y en medio de la parrilla, sobresale el logo de Chery, en cromo, el mismo tono del contorno de la parrilla.
Llama la atención el diseño de sus rines, de 18”, bitono, y con una cubierta que impide ver el freno de disco —que lleva en ambos ejes—, tan característica de los cero emisiones. Atrás es llamativa una luz LED que cubre el ancho del vehículo, así como esa, simulada, doble salida de escape.
Bajo el capo se encuentra el mismo motor que da vida a cada una de las camionetas del portafolio de Chery en el país. Se trata de un bloque turbo, de 1,5 litros, el cual entrega 145 caballos de potencia y 210 Nm de torque. Es ese sistema híbrido enchufable, con batería de litio de 19,27 kWh, el que le permite una potencia total de 308 hp y hasta 510 Nm.
El tren motor PHEV (Plug in Hybrid Electric Vehicle) se complementa con una transmisión tipo DHT. Con su carga completa y eligiendo un modo de manejo 100 % eléctrico, la SUV mediana de los chinos logra una autonomía de 75 a 100 km. La marca promete una autonomía de más de 1.000 km, cuando tanque y batería están con su carga máxima.
Interior
Adentro hay una superlativa sensación de amplitud. Comienza desde la plaza de la persona al volante, donde también hay un amplio campo de visión que promueve esa impresión de conducir un carro de mayores dimensiones, y se potencia en una segunda fila de asientos con espacio suficiente para ser fiel a la tarjeta y que tres personas se ubiquen de forma cómoda.
Resalta la pantalla Widescreen Control Center de 24,6 pulgadas, que funge como panel de instrumentos, radio, GPS…, en fin, las funciones de un sistema multimedia moderno. Familiarizarse con todas las funciones disponibles requiere un par de horas de uso.
Ahora bien, la fabricación —o tal vez el ensamble— de Chery a su Tiggo 7 híbrida enchufable propone una dualidad auditiva. En una primera instancia, a bajas velocidades y en la mayoría de los escenarios que ofrece una ciudad como Bogotá (trancón, pitos, motos, contaminación auditiva…), son pocos los sonidos que llegan a la cabina. En un segundo, en carretera y a mayor velocidad que la que permite la ciudad, el PHEV de Chery es menos, digamos, sutil. Al habitáculo llegan los sonidos del neumático con el asfalto, el viento y su resistencia a la SUV, el bloque de un litro y medio entregando su mejor cara y sí, algunas piezas —sobre todo en la parte trasera del carro— que generan algún ruido cuyo origen es, al parecer, estructural.
El asiento que recibe a la persona al volante ofrece un agarre adecuado. La tapicería es de ecocuero, indica la ficha y, vale la pena resaltar que las dos plazas delanteras poseen ajuste eléctrico y calefacción. Hay luces ambientales que pueden variar en su tonalidad según se indique en el sistema de infoentretenimiento.
Seguridad y sensaciones
Parte del equipo de seguridad presente en la Tiggo 7 incluye sistema de frenos ABS, EBD, BAS, asistente de arranque en pendiente, control de descenso en pendiente, ESP, TCS, monitoreo de presión de las llantas, sensores de parqueo delanteros y traseros, seis bolsas de aire y barras de impacto lateral, entre otros.
No hay que pasar por alto los sistemas avanzados de asistencia que ofrece la SUV, donde resalta el monitoreo de punto ciego, asistente de atascos de tráfico, advertencia de cambio de carril, control crucero adaptativo, control crucero inteligente y sistema de frenado de emergencia.
Al volante la Tiggo 7 expresa una sobresaliente reactividad al pedal derecho… y al izquierdo, el del freno es muy corto e igual de reactivo. La suspensión es amigable con los ocupantes frente a la mayoría de imperfecciones y reductores de la vía. Sin embargo, ese ímpetu con el que el tren motor híbrido da vida al vehículo contrasta con algún movimiento del eje trasero que aparece en carretera al hacer giros bruscos, en momentos como adelantos. En ciudad, el consumo anunciado fue de 71 km/gal.