Argentina tiene interés en transferir sus conocimientos en tecnología nuclear y asociarse con Bolivia, cuyo gobierno anunció la construcción de un reactor para producir y exportar electricidad.

«Nuestro interés es que todo lo que vaya a generar Bolivia en materia de energía nuclear sea con apoyo argentino. No es nuestro propósito vender tecnología sino trabajar en esquemas asociativos», dijo el jueves el ministro de Planificación de Argentina Julio De Vido.

De Vido se reunió con el presidente Evo Morales y autoridades bolivianas para hablar de «integración tecnológica» en la ciudad oriental de Santa Cruz.

«Tenemos la firme intención de aumentar nuestro intercambio no sólo comercial sino tecnológico», dijo por su parte la ministra boliviana de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro.

El mes pasado Morales anunció una inversión de 2.000 millones de dólares hasta 2025 para desarrollar energía nuclear para usos médicos y generación de electricidad para exportación. El mandatario busca convertir a su país en el «corazón energético» de Suramérica.

En el encuentro del jueves se acordó la visita de una delegación técnica argentina en los próximos días para hablar sobre energía nuclear y también sobre radares y televisión digital.

Morales anunció la compra de radares para mejorar el control aéreo y combatir el tráfico de cocaína. Aunque ya inició contactos con Francia, Argentina también está interesada en proveerlos. El cambio a la televisión digital también está en marcha en Bolivia.

De Vido recordó que este año cuatro ingenieros nucleares bolivianos se graduarán en Argentina en el marco de un plan de cooperación.

Después de Brasil, Argentina es el mayor socio comercial de Bolivia. A ambos países se exporta gas natural, que el año pasado representó 53% de las ventas al exterior bolivianas.

La balanza comercial con Argentina fue favorable a Bolivia en 2013 por la venta de gas.

Hace unos días un centenar de personalidades internacionales y ambientalistas, entre ellas la Nobel de la Paz irlandesa Mairead Maguire, le enviaron una carta a Morales para disuadirlo y pedirle que abra un debate con la sociedad boliviana argumentando que la «carrera nuclear no tiene vuelta ni salida».