
Apple iPad Air M3 análisis review con características precio y especificaciones
iPad Air. Pocos productos hay tan asentados en el mercado como los iPad. No las tablets, no. Los iPad. Con el paso del tiempo, Apple ha conseguido que sus iPad se conviertan en un producto maduro, tan maduro que analizar las iteraciones anuales supone todo un reto. Y lo es no porque sea un dispositivo rompedor o radicalmente innovador, sino porque la generación anterior ya era buena, como lo era la que vino antes. Ha llegado un punto en el que las mejoras anuales son café para los muy cafeteros y eso es, precisamente, lo que sucede con el iPad Air con chip M3. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
Durante las últimas semanas hemos estado usando el modelo de 13 pulgadas para navegar, escribir, jugar, leer… para lo que se usa una tablet, en definitiva. ¿El resumen? Es un iPad. Uno que destaca y se queda cojo en exactamente los mismos apartados que sus antecesores, solo que ahora es más potente y tiene Apple Intelligence.
Ficha técnica del iPad Air M3 (2025)
iPad Air M3 (2025), nuestra experiencia
Diseño: es un iPad Air. Podríamos copiar y pegar lo que dijimos en el análisis del iPad Air con chip M2 porque las sensaciones son exactamente las mismas. Es un dispositivo que se siente premium al tacto, con un acabado muy bueno, sorprendentemente ligero para su diagonal y con un grosor de tan solo 6,1 milímetros. Seguimos echando de menos FaceID, que sería mucho más cómodo que el lector de huellas situado en el canto superior, pero es un «problema del primer mundo» como lo era en la generación anterior.

Pantalla: sentimientos encontrados. ¿La pantalla se ve bien? Sí. ¿Es la mejor pantalla en una tablet? Ni de lejos. Dentro de que el panel responde bien al tacto y se ve perfectamente en interiores, su brillo de 600 nits es escaso para usarlo en exteriores si el sol aprieta. Además, por 949 euros que cuesta el modelo base de 13 pulgadas se esperaría como mínimo un panel OLED a 120 Hz, algo que Apple sigue reservando para los modelos Pro.
Y no es una cuestión de ver mejor una película. Es una cuestión de que el iPad Air es compatible con el Apple Pencil y Pencil Pro y está enfocado a los creadores, diseñadores, etc., por lo que una pantalla OLED de 120 Hz le vendría como anillo al dedo. Pero no. A estas alturas de la película, por el precio que tiene y siendo una pantalla buena, el panel de este iPad Air M3 no está a altura de las expectativas.

Sonido: suena bien. Lo que sí ha cumplido es el sistema de sonido. De nuevo, si ser el mejor que hemos probado en una tablet, los altavoces reproducen los bajos con rotundidad y ofrecen buena resolución de medios y agudos. Muy correcto para escuchar música, jugar, ver contenido en YouTube o usar plataformas de VOD. También hay compatibilidad con códecs como FLAC y Dolby Atmos, además de Apple Lossless, por lo que sin quejas en este aspecto.
La importancia de los accesorios. El gran problema que tiene el iPad es que parte de su razón de ser depende de pasar por caja y comprar accesorios. Este iPad cambia radicalmente si lo usamos solo o con el nuevo Magic Keyboard y el Apple Pencil Pro. El Apple Pencil Pro tiene un buen puñado de funciones interesantes enfocadas al diseño (que no todos los usuarios aprovecharán), como el hover o abrir la suite de herramientas de una app apretando el lápiz. Es muy buen lápiz, pero salvo para casos puntuales (que seamos diseñadores), puede ser más prescindible.


Lo que el iPad no perdona es el teclado. El nuevo Magic Keyboard tiene una fila con teclas de función (gracias, Apple), un trackpad más grande y un puerto USB tipo C para carga. Este puerto libera el del iPad para que podamos conectarle accesorios, como un lector de tarjetas SD o un ratón. El diseño de apoyo flotante es sensacional e ideal para trabajar o ver contenido sobre la marcha. El problema es que cuesta la friolera de 349 euros y sin él el iPad pierde bastante sentido.
El M3 puede con todo. ¿Recuerdas que hablábamos antes de café para los muy cafeteros? Pues eso es lo que pasa con el chip M3. El rendimiento de este procesador es sobresaliente en todos y cada uno de los apartados que miremos, ya sea editando vídeo, fotografías o jugando. No se calienta en exceso incluso después de sesiones largas de juego, mucho menos de consumo multimedia. Creo que es sensato decir que le demos el uso que le demos, el iPad Air nos ofrecerá un rendimiento propio de la gama más alta. Para los que gusten de comparar benchmarks, he aquí las cifras.
ipad air (m3) | ipad air (m2) | ipad air (m1)* | iPad Air (a14 Bionic)* | |
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geekbench 6 (Single/multi) | 3.110/11.748 | 2.622/9.965 | 1.707/6.8989 | 1.495/4.205 |
3D mark (wild life extreme) | 6.108 | 5.449 | 4.924 | 2.483 |
*Estos tests se realizaron con Geekbench 5.
Ahora bien, hay una realidad impepinable y es que este procesador solo lo vamos a exprimir en casos muy concretos: diseño 3D, gestión y edición de archivos pesados, juegos de corte triple A, etc. Si es nuestro caso, este dispositivo cumplirá con creces su cometido. Yo no diseño en 3D, pero sí edito vídeo y juego y el iPad Air ha resultado ser un dispositivo de lo más versátil.
Este iPad pide otro software. No puedo evitar tener la sensación de que iPadOS no está a la altura de los iPad. Siendo un sistema que funciona perfectamente, con un rendimiento sobresaliente y un ecosistema de apps muy nutrido y adaptado que ya quisiera Android, tengo la sensación de que un sistema como macOS añadiría muchísimas opciones al dispositivo. iPadOS se comporta de miedo con el chip M3, pero sigue sin tener opciones como poder usar varias apps en ventanas.
Me sigue pareciendo algo del pasado no poder abrir cualquier app en una ventana flotante mientras uso otras, o que solo pueda tener dos apps abiertas a la vez en pantalla. Es decir, que aunque iPadOS es un sistema maduro capaz de sustituir a un ordenador en varios flujos de trabajo (para escribir esto, por ejemplo, me bastaría y me sobraría), creo que es momento de dar el salto y plantear el iPad como un sustituto real de un portátil, no como un dispositivo con una pantalla grande. En cualquier caso, todo lo bueno de iPadOS sigue estando aquí: sencillez, eficiencia, buen rendimiento y la garantía de actualizaciones de Apple.
Sobre Apple Intelligence. Esta tecnología no ha estado disponible durante el tiempo que he estado probando el iPad Air. Escribo este párrafo el 2 de abril y la IA llegó ayer con iPadOS 18.4. Durante el tiempo que podido trastear con ella no le he encontrado demasiada utilidad.
No ofrece nada que no ofrezcan otras propuestas mucho más potentes (aunque menos privadas) y, aunque la asistencia de escritura puede ser útil en un contexto profesional, coincido con la conclusión de las pruebas que hicimos hace unas semanas: Apple Intelligence es como pillar a un alumno con los deberes a medio hacer. A día de hoy, Apple Intelligence no ofrece un valor diferencial y la nueva Siri, que es algo más inteligente cortesía de ChatGPT, sigue teniendo margen de mejora.
Unas palabras para la cámara. La cámara del iPad vuelve a estar colocada en el marco superior si usamos el iPad en horizontal, que es la mejor posición sin lugar a dudas. Este iPad pide ser usado en horizontal y tiene todo el sentido del mundo tener la cámara en la misma posición en la que la que tendríamos en un portátil. Su calidad es muy buena, de las mejores en su segmento, así que tenemos garantizada una buena imagen en videollamadas, siempre que la luz acompañe.
Batería sin preocupaciones. Terminamos hablando de la batería, un apartado que nunca ha sido un problema en los iPad y no lo es en este nuevo modelo. El iPad Air con chip M3 de 13 pulgadas es capaz de aguantar más de una jornada de trabajo. Lo he podido usar para trabajar, escribir, editar alguna foto y hasta un vídeo y ha aguantado el día sin problema. Si le apretamos un poco con juegos y edición pesada la autonomía se resiente, pero la experiencia general es muy positiva.
La potencia de carga, por su parte, se mantiene en 20W, lo que significa que es lenta. El dispositivo tarda algo más de dos horas en cargarse por completo, algo que no es un problema si lo vamos a cargar por la noche y si aprovechamos el puerto de carga del Magic Keyboard durante el uso. Sea como fuere, es uno de los grandes puntos de mejora.