AMD Ryzen 7 5800X3D, análisis: así rinde el procesador
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AMD Ryzen 7 5800X3D, análisis: así rinde el procesador con el que AMD está decidida a seducir a los entusiastas de los juegos
Los entusiastas de los videojuegos son importantes para AMD. El lanzamiento de este procesador lo confirma. Y es que el nuevo Ryzen 7 5800X3D se suma al porfolio de chips de la familia Ryzen 5000 con microarquitectura Zen 3 con el propósito de afianzarse como la opción más atractiva para los jugones. Esto es, al menos, lo que nos prometió esta marca durante la presentación de este chip.
La característica que, según AMD, debería permitirle alcanzar este objetivo es una nueva arquitectura de memoria caché de nivel 3 con una capacidad de nada menos que 96 MB. Esta cifra es una auténtica monstruosidad. Para ponerla en contexto solo tenemos que fijarnos en que los Ryzen 9 5950X y 5900X, que tienen una mayor cantidad de núcleos, incorporan ‘solo’ 64 MB de caché L3.
La tecnología 3D V-Cache, que es como se llama esta innovación, ya ha sido utilizada por AMD en algunas de sus soluciones profesionales, como los procesadores EPYC para centros de datos. A grandes rasgos, hace posible el apilado de chiplets, de manera que en vez de colocarse uno al lado del otro se emplazan uno encima del otro.
De esta forma es posible incrementar notablemente la capacidad de la memoria caché de nivel 3, y, además, la latencia de este subsistema se reduce. Sobre el papel esta estrategia pinta bien. Muy bien. Veamos si los ingenieros de esta marca realmente han puesto toda la carne en el asador.
AMD Ryzen 7 5800X3D: especificaciones técnicas
Al igual que los demás procesadores de la familia Ryzen 5000, el Ryzen 7 5800X3D está siendo fabricado por TSMC empleando su fotolitografía FinFET de 7 nm. Su tecnología de fabricación y su microarquitectura son las mismas utilizadas por los otros chips de esta serie, pero si nos ceñimos a su estructura lógica hay una diferencia importante entre el nuevo Ryzen y sus predecesores.
En todos los procesadores de esta familia cada chiplet CCD (Core Complex Die) aglutina 8 núcleos y una caché de nivel 3 compartida entre todos ellos con una capacidad de 32 MB, entre otros elementos funcionales. El nuevo Ryzen 7 5800X3D incorpora 8 núcleos y es capaz de procesar simultáneamente hasta 16 hilos de ejecución (threads), por lo que tiene un solo chiplet CCD, y, al igual que los demás chips de esta familia, un chiplet IOD (Input Output Die). Este último contiene la lógica de acceso a la memoria principal y se encarga de la interconexión de los CCD y de la comunicación con el chipset de la placa base.
Curiosamente, en los microprocesadores Ryzen 5000 los CCD se fabrican utilizando fotolitografía FinFET de 7 nm, pero el IOD se produce mediante tecnología de integración de 12 nm. En cualquier caso, ya sabemos de dónde salen 32 de los 96 MB que tiene la caché L3 del Ryzen 7 5800X3D. Los 64 MB restantes proceden de un chiplet adicional conocido como L3 Die (L3D) que está fabricado, al igual que el CCD, empleando fotolitografía FinFET de 7 nm. Esta es la razón por la que la caché L3 está físicamente dividida en dos unidades diferentes: 32 MB están alojados en el CCD y los 64 MB restantes en el L3D.
Un apunte interesante: la complejidad y el tamaño de cada chiplet son diferentes. El CCD aglutina 4150 millones de transistores y tiene una superficie de 80,7 mm². El L3D integra 5500 millones de transistores y mide 41 mm². Y, por último, el IOD tiene algo más de 2000 millones de transistores y su superficie es de unos 125 mm². En la siguiente tabla hemos reunido las especificaciones de varios microprocesadores de la familia Ryzen 5000 para poner las características del Ryzen 7 5800X3D en contexto:
La microarquitectura Zen 3, a fondo
La primera diapositiva en la que merece la pena que nos detengamos refleja con claridad lo diferente que es la estructura de los CCD utilizados por los Ryzen con microarquitectura Zen 2 y Zen 3. Cada conjunto de cuatro núcleos en los procesadores Ryzen 3000 tiene acceso a una memoria caché compartida de nivel 3 con una capacidad de 16 MB, mientras que, como acabamos de ver, cada conjunto de ocho núcleos en los Ryzen 5000 accede a una caché de nivel 3 unificada de 32 MB.
Según AMD este cambio de estrategia tiene un impacto perceptible en el rendimiento de la CPU debido a que cada uno de los núcleos en Zen 3 tiene acceso a una memoria caché de nivel 3 con el doble de capacidad que en Zen 2. El tamaño total de la caché L3 de cada CCD es el mismo en Zen 2 y Zen 3, pero esta última microarquitectura consigue optimizar el aprovechamiento de este subnivel de caché al permitir que cada uno de los núcleos «vea» toda la memoria L3.
AMD también asegura que esta estrategia les ha permitido reducir la latencia derivada del acceso de los núcleos a esta caché, lo que según esta compañía tiene un impacto positivo en el rendimiento de sus CPU con videojuegos.
Todos los núcleos de los procesadores Ryzen 5000 implementan la tecnología SMT (Simultaneous MultiThreading), por lo que cada uno de ellos es capaz de procesar simultáneamente dos hilos de ejecución (threads). Además, AMD asegura haber mejorado su algoritmo de predicción de bifurcaciones del código, y sus microprocesadores son capaces de decodificar cuatro instrucciones por ciclo de reloj y de llevar a cabo tres operaciones de acceso a memoria durante cada uno de los ciclos de la señal de reloj.
En la siguiente diapositiva podemos ver que los ingenieros de AMD han refinado el cauce de ejecución de instrucciones, que en Zen 3 es ligeramente diferente al de los procesadores con microarquitectura Zen 2. Entre otras mejoras han conseguido invertir menos tiempo en la recuperación de una predicción fallida de una bifurcación del código; han optimizado la secuenciación de las microinstrucciones que conlleva la ejecución de cada instrucción; han reducido la latencia asociada a algunas operaciones en coma flotante y con enteros, y también han mejorado la detección de las dependencias existentes entre varias posiciones de memoria.
Las modificaciones que los ingenieros de AMD han introducido en el cauce de ejecución persiguen un objetivo bastante ambicioso: incrementar un 19% el número de instrucciones que los Ryzen 5000 consiguen ejecutar en cada ciclo de la señal de reloj.
El front end tiene una responsabilidad diferente a la del back end o motor de ejecución. Muy a grandes rasgos y sin entrar en detalles complicados este último se encarga de ejecutar las instrucciones, mientras que el front end se responsabiliza de recogerlas desde la memoria principal o la caché y de decodificarlas para que posteriormente puedan ser procesadas por el motor de ejecución.
Además de predecir con más eficacia las bifurcaciones del código, el front end de Zen 3 conmuta con más rapidez entre las cachés de microoperaciones e instrucciones, y, como hemos visto unos párrafos más arriba, se recupera en menos tiempo de las predicciones de bifurcaciones fallidas.
Las mejoras de la lógica de predicción de bifurcaciones del código de las que hemos hablado contribuyen a optimizar el proceso de precarga en el registro de instrucción de la siguiente instrucción que va a ser ejecutada, y también, por tanto, su decodificación, pero hay otra mejora relevante en el front end que también nos interesa conocer: la caché de nivel 1 encargada de almacenar las instrucciones también ha sido refinada para optimizar la precarga e incrementar la tasa de aciertos de esta memoria intermedia.
Las novedades que introduce Zen 3 no involucran únicamente al front end; el motor de ejecución, o back end, también ha sido refinado por los ingenieros de AMD en esta microarquitectura. Una de las mejoras más relevantes consiste en que cada uno de los cuatro planificadores de la unidad de números enteros expide hacia dos unidades de ejecución, lo que, según AMD, contribuye a incrementar la eficiencia de las operaciones con enteros. Por otro lado, cada uno de los dos planificadores de la unidad de coma flotante expide hacia tres unidades de ejecución.
Cada uno de los ocho núcleos activos que puede incorporar como máximo un chiplet CCD de los procesadores Ryzen 5000 integra una caché de nivel 1 de 64 KB (32 KB para instrucciones y 32 KB para datos), y también una memoria caché de nivel 2 con una capacidad de 512 KB en la que se almacenan tanto datos como instrucciones. El siguiente subnivel, como hemos visto, es una caché compartida de nivel 3 con una capacidad de 32 MB que está colocada junto a los núcleos en el chiplet.
Esta estrategia permite que cada núcleo tenga acceso a toda la caché L3 unificada, lo que, en teoría, debería reducir el número de fallos de caché. Como hemos visto, los procesadores Ryzen 9 5950X y 5900X incorporan dos chiplets CCD, cada uno con su propia caché L3, por lo que la capacidad global de esta memoria en cada CPU asciende a 64 MB.
La tecnología 3D V-Cache del Ryzen 7 5800X3D, en detalle
Los ingenieros de AMD han trabajado codo con codo con los de TSMC para desarrollar la tecnología de empaquetado necesaria para incorporar en el Ryzen 7 5800X3D el chiplet adicional L3D, pero sin incrementar la superficie del encapsulado. Y lo han logrado haciendo posible el apilado de los chiplets CCD y L3D. Esto significa, sencillamente, que este último no está colocado al lado del chiplet que aglutina los núcleos; está alojado justo encima del CCD.
Ahí va un dato sorprendente: el chiplet L3D, que, como hemos visto, incorpora los transistores que integran los 64 MB de caché L3 adicionales, está acoplado a nivel molecular al CCD que aglutina los núcleos Zen 3 mediante las fuerzas de Van der Waals (os hablamos de ellas con cierto detalle en este artículo).
Por otro lado, la interfaz que hace posible la comunicación entre los dos chiplets apilados en la dimensión vertical, el CCD y el L3D, es capaz de alcanzar una velocidad de transferencia máxima de 2 TB/s. Es crucial que esta cifra sea lo más elevada posible para que cada acceso a los 64 MB de caché alojados en el chiplet L3D conlleve una latencia mínima.
Además, la tecnología de empaquetado utilizada por TSMC en el nuevo procesador Ryzen 7 5800X3D consigue, según AMD, que la altura Z de esta CPU sea la misma de los procesadores Ryzen 5000 que carecen de 3D V-Cache.
La altura Z es el parámetro que refleja la distancia que existe entre la superficie del PCB (placa de circuito impreso) de la placa base y la superficie del IHS (Integrated Heat Spreader), que es el disipador metálico que recubre los chiplets para optimizar la transferencia de energía térmica mediante conducción.
En la práctica esto significa que tanto el Ryzen 7 5800X3D como los procesadores de AMD que utilicen en el futuro la tecnología 3D V-Cache serán compatibles desde un punto de vista físico con el empaquetado, el zócalo y los sistemas de refrigeración utilizados con los procesadores Ryzen 5000 que carecen de esta innovación.
Ponemos a prueba el impacto de 3D V-Cache en el rendimiento de esta CPU
La configuración de la plataforma de pruebas que hemos utilizado para evaluar el rendimiento tanto del nuevo Ryzen 7 5800X3D como de los demás Ryzen 5000 es la siguiente: dos módulos de memoria Corsair Dominator Platinum DDR4-3600 con una capacidad conjunta de 16 GB y una latencia de 18-19-19-39; una placa base ASUS ROG Crosshair VIII Hero con chipset AMD X570; una tarjeta gráfica AMD Radeon RX 6800 XT con 16 GB GDDR6; una unidad SSD Samsung 970 EVO Plus con interfaz NVMe M.2 y una capacidad de 500 GB; un sistema de refrigeración por aire para la CPU Corsair A500 con ventilador de rodamientos por levitación magnética y una fuente de alimentación modular Corsair RM 750x.
Los procesadores de Intel los hemos probado exactamente con los mismos componentes que hemos empleado para evaluar el rendimiento de los chips de AMD, con la única salvedad de la placa base, como es lógico. Con el Intel Core i9-10900K hemos utilizado una placa base Gigabyte Z490 AORUS Master con chipset Intel Z490; con los Intel Core i9-11900K y Core i5-11600K una placa ASUS ROG Maximus XIII Hero con chipset Intel Z590; y, por último, con los Intel Core i9-12900K y Core i5-12600K una placa base MPG Z690 Carbon WiFi de MSI equipada con el chipset Intel Z690.
El monitor que hemos utilizado en las pruebas es un ROG Strix XG27UQ de ASUS equipado con un panel LCD IPS de 27 pulgadas con resolución 4K UHD y capaz de trabajar a una frecuencia de refresco máxima de 144 Hz. Las pruebas gráficas las hemos ejecutado con la máxima calidad implementada en cada juego o test y habilitando la API DirectX 12 en aquellos títulos en los que está disponible. Y, por último, las herramientas que hemos utilizado para recoger los datos son OCAT, de AMD; FrameView, de NVIDIA; y FRAPS. Las tres están disponibles gratuitamente.
PCMark 10 no nos ha deparado ninguna sorpresa. En la gráfica podemos ver que el Ryzen 7 5800X y el nuevo Ryzen 7 5800X3D han arrojado un rendimiento casi idéntico. Este resultado refleja que la presencia de los 64 MB adicionales de caché L3 en esta última CPU no tiene un impacto claramente perceptible en las aplicaciones que incorpora esta herramienta de prueba.
A pesar de su veteranía, Cinebench R20 sigue siendo útil para evaluar el rendimiento de un microprocesador en un escenario multihilo exigente. No obstante, en este test sucede algo similar a lo que hemos observado en PCMark 10: los dos Ryzen 7 han arrojado un resultado parecido, aunque el 5800X se ha impuesto ligeramente al 5800X3D.
En la prueba multihilo de Cinebench R23 nos topamos con más de lo mismo: los dos Ryzen 7, una vez más, arrojan un resultado muy similar. Eso sí, hasta ahora siempre se ha impuesto ligeramente el 5800X, que está demostrando ser ligerísimamente más rápido en estas primeras pruebas que el 5800X3D.
En el test monohilo de Cinebench R23 se ha impuesto, de nuevo, el 5800X, aunque, una vez más, la diferencia de rendimiento entre los dos Ryzen 7 es moderada. En cualquier caso, no es nada raro. AMD propone sobre todo el nuevo Ryzen 7 5800X3D para los jugadores. De hecho, esta marca defiende que «es un procesador para juegos, por lo que no conlleva una mejora del rendimiento en las aplicaciones de creación de contenidos».
Esto se debe a que, sobre el papel, la caché L3 adicional marca la diferencia cuando se producen accesos muy frecuentes y relativamente impredecibles al subsistema de memoria. Y este comportamiento es típico de los juegos. Según AMD el incremento del rendimiento es especialmente notable a 1080p (de hasta el 15% de acuerdo con la información que ha comunicado esta compañía).
Y por fin nos topamos con una pequeña sorpresa. En la siguiente gráfica podemos ver que en Corona 1.3 el procesador 5800X3D ha batido al 5800X, aunque, eso sí, tan solo por tres segundos. Esta prueba es muy útil para evaluar el rendimiento global de un microprocesador bajo estrés intenso debido a que lo somete al renderizado de una imagen mediante trazado de rayos sin que medie el hardware dedicado de la GPU. Una CPU es más potente a medida que invierte menos tiempo en este test.
Nada nuevo bajo el sol. En el test monohilo de Geekbench 5 el procesador 5800X ha superado ligeramente al 5800X3D, aunque, por enésima vez, la diferencia de rendimiento entre ambos chips es moderada. Probablemente se debe en cierta medida al hecho de que tanto la frecuencia de reloj base como la frecuencia máxima a las que trabajan estas dos CPU son ligeramente mayores en el Ryzen 7 5800X.
Curiosamente, en la prueba multihilo de Geekbench 5 el Ryzen 7 5800X3D ha conseguido superar ligeramente al 5800X. No obstante, la siguiente gráfica no deja lugar a dudas acerca de la ventaja con la que cuentan en este escenario de uso los procesadores que son capaces de procesar simultáneamente una gran cantidad de hilos de ejecución (threads). En este ámbito el Ryzen 9 5950X de AMD y el Intel Core i9-12900K son intratables.
Octane 2.0 es un test desarrollado en JavaScript que resulta muy útil para evaluar la capacidad de cálculo de un microprocesador. Esta prueba define un número elevado de escenarios de análisis, y, sorprendentemente, la contienda que mantienen el Ryzen 7 5800X3D y el 5800X ha estado más reñida que nunca debido a que en unos se ha impuesto uno de estos chips, y en otros, el otro. En cualquier caso, su rendimiento global en este test favorece ligeramente al 5800X3D.
Y, por fin, llegamos al territorio en el que, según AMD, se siente más cómodo el nuevo Ryzen 7 5800X3D: los videojuegos. Y empieza fuerte. En la siguiente gráfica podemos ver que en el escenario Time Spy de 3DMark este chip ha superado con cierta claridad al 5800X. De hecho, se ha erigido como el procesador de AMD más rápido de todos, batiendo con contundencia incluso a los poderosos Ryzen 9 5950X y 5900X.
En ‘Doom Eternal’ a 1080p la victoria se la lleva de nuevo el Ryzen 5800X3D, que, al igual que en el test anterior, se alza como el procesador más rápido de AMD. Solo el Intel Core i9-12900K y el Core i9-11900K lo aventajan a esta resolución. Y, además, este último lo supera por unos exiguos dos fotogramas por segundo. A resoluciones más altas, como refleja la gráfica, el nuevo procesador de AMD no es tan fiero como a 1080p.
En ‘Wolfenstein: Youngblood’ la diferencia de rendimiento que arrojan todos los procesadores que hemos probado es mínima. Y, además, este pseudoempate múltiple se produce a todas las resoluciones. El único chip que se queda descolgado es el Core i5-11600K de Intel, aunque incluso este procesador consigue mover este juego con mucha solvencia a 2160p.
En el motor gráfico de ‘Control’ y con el trazado de rayos activado el Ryzen 7 5800X3D vuelve a las andadas. Y es que, una vez más, a 1080p se consolida como el procesador de AMD más rápido. Solo los dos chips de Intel con microarquitectura Alder Lake lo superan, aunque, eso sí, como veremos más adelante arrojan un consumo mucho más alto y se calientan notablemente más. Otro juego en el que el nuevo procesador de AMD sale bien parado.
Ya no nos deja margen para que nos llevemos una sorpresa: en ‘Final Fantasy XV’ y a 1080p, una vez más, el Ryzen 7 5800X3D se siente muy cómodo. Tanto, de hecho, que no solo ha batido a los demás procesadores de AMD, sino también a todos los chips de Intel que hemos analizado (aunque por poco). Eso sí, a medida que incrementamos la resolución su fortaleza se diluye y algunos de sus competidores lo superan. En cualquier caso, este resultado confirma lo que nos había prometido AMD: este chip nos entrega lo mejor de sí mismo a 1080p.
Para evaluar qué temperatura máxima alcanzan bajo estrés estos microprocesadores hemos recurrido al test Multi Core de Cinebench R23, una prueba muy rigurosa que somete a una carga muy intensa todos los núcleos de la CPU de forma iterativa durante 10 minutos.
Las temperaturas que hemos recogido en la siguiente gráfica reflejan el pico máximo alcanzado por cada microprocesador durante la ejecución de este test. El procesador Ryzen 7 5800X3D ha arrojado unos razonables 81 ºC, por lo que se calienta menos bajo la misma carga que el 5800X.
Y concluimos la sección de este artículo dedicada a nuestro banco de pruebas con una sorpresa agradable. Para evaluar el consumo máximo de cada microprocesador hemos utilizado la misma metodología a la que hemos recurrido para medir la temperatura máxima: el test Multi Core de Cinebench R23.
Y, como refleja la gráfica, el Ryzen 7 5800X3D ha arrojado un consumo máximo de 88,7 vatios, una cifra notablemente menor que la de los demás procesadores tanto de Intel como de AMD. El único que consume menos es el algo más modesto, pero también atractivo, Ryzen 5 5600X.
AMD Ryzen 7 5800X3D: la opinión de Xataka
Nuestro banco de pruebas no deja lugar a dudas: este nuevo procesador de la familia Ryzen 5000 es una opción muy atractiva para aquellos entusiastas que sobre todo juegan a 1080p. De hecho, como hemos comprobado, se siente tan cómodo en este territorio que en algunos títulos incluso consigue superar con cierta claridad a unos chips tan ambiciosos como los Ryzen 9 5950X y 5900X. Ahí es nada.
El Ryzen 7 5800X3D es una opción muy atractiva para aquellos entusiastas que sobre todo juegan a 1080p
Los tests también reflejan con claridad que si no lo vamos a utilizar para jugar, y lo que buscamos es un procesador para productividad o creación de contenidos, el Ryzen 5800X es mejor opción. Ambos chips tienen un rendimiento similar. Pero este último se impone ligeramente al 5800X3D en buena parte de las aplicaciones en las que los hemos probado.
Tampoco debemos pasar por alto que el consumo del nuevo procesador de AMD es muy razonable. Además, bajo estrés raramente supera los 81 ºC, por lo que para refrigerarlo correctamente no necesitamos invertir en un sistema de refrigeración especialmente ambicioso. El Ryzen 7 5800X3D estará disponible a partir del próximo 20 de abril con un precio de 449 dólares (408 euros aproximadamente). Crucemos los dedos para que quien lo quiera pueda conseguirlo sin dificultad al precio fijado oficialmente por AMD.