Iker Casillas, capitán del Real Madrid, conquistó el Mundial de Clubes, el único título a nivel de equipos que faltaba en su largo historial, el día que cumplió 700 partidos oficiales con el conjunto de su corazón.

Con el trofeo que levantó el sábado en Marruecos, tras vencer en la final 2-0 al San Lorenzo, ya son tres los títulos mundiales que lucen en el palmarés de Casillas. Y todos ellos han sido conquistados en África.

Este continente es sin duda un talismán para el portero español, que con la selección sub-20 española logró su primera gran alegría internacional formando parte del plantel que ganó el Mundial de esa categoría en Nigeria en 1999 y, sobre todo, fue el capitán del histórico equipo que dio a España el primer título mundial absoluto de su historia, en Sudáfrica 2010.

Lagos, Johannesburgo y ahora Marrakech son las ciudades africanas inolvidables para uno de los emblemas del madridismo y del fútbol español.

Casillas vivió su primer gran éxito africano en 1999 con la Rojita. Lo hizo como suplente de Daniel Aranzubia, un arquero que luego tuvo una carrera menos brillante que él y que la pasada temporada ganó la Liga española como suplente del belga Thibaut Courtois en el Atlético de Madrid. Casillas no jugó ni la semifinal ni la final de ese Mundial sub-20, pero fue el héroe de los cuartos. España venció en penales (8-7) a Ghana tras haber empatado a 1.

La siguiente gran historia de Casillas en África fue en el Mundial Sudáfrica 2010. El arquero del Real Madrid fue el titular de aquella Roja que comenzó perdiendo contra Suiza (1-0) en el primer partido, pero que luego fue encadenando victorias sucesivas contra hondureños, chilenos, portugueses, paraguayos, alemanes y finalmente holandeses, hasta conseguir el ansiado trofeo.

En aquella noche de julio, Casillas no pudo contener las lágrimas e incluso se emocionó y besó a la periodista que lo entrevistaba en vivo, su novia Sara Carbonero, con quien finalmente se casó.

Luego las cosas cambiaron para él. En las siguientes temporadas, su relación con el entonces entrenador del Real Madrid José Mourinho se deterioró sensiblemente y se vio relegado a la suplencia, reemplazado por Diego López.

Pero ahora, bajo la dirección del italiano Carlo Ancelotti, Casillas se ha vuelto a adueñar de la portería merengue y fue uno de los protagonistas de la semifinal del Mundial de Clubes ganada el martes 4-0 al Cruz Azul, deteniendo un penal, y en la final controló bien la situación, manteniéndose también imbatido. Fue un título más para olvidar el fracaso del Mundial Brasil 2014, en el que España se hundió en la primera fase, y un éxito más para un palmarés envidiable que continúa ampliándose. (D)