Adrián Jarrín Sevilla es un ecuatoriano, de 28 años, que estudia un posgrado en la escuela de negocios EAE Business School, en España. Debido a la pandemia de coronavirus, decidió quedarse allá porque pensó que las restricciones se levantarían pronto, pero luego vio que no podría regresar en el corto plazo a Ecuador.

«Ahora, viéndolo en perspectiva, tal vez hubiera sido una mejor decisión regresar a Ecuador y seguir las clases en línea desde allí, para ahorrarme gastos de alquiler, alimentación, etcétera», contó Jarrín en una entrevista con Yasss.

Debido al aislamiento, empezó a recibir sus clases en línea, pero él cree que eso ha afectado la calidad del curso, porque «el aprendizaje es mucho menor». Además, cuestiona la organización del centro de estudios, que no les ha informado con claridad el proceso a seguir.

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Cree que ha sido un acierto compartir departamento, porque ante la crisis económica se ahorran gastos. Además, puede compartir con otras personas, ante la rutina que se vive con la pandemia. «Por las mañanas tengo clases, por las tardes hago deberes y trabajos grupales; además adelanto mi TFM (Trabajo Final de Máster). Después busco distraerme con ejercicio y practicando boxeo en mi habitación».

Por eso, él -al igual que sus compañeros- ansía que llegue el momento de volver a salir, sin riesgo al contagio. «Hacer ejercicio al aire libre y disfrutar del clima que ya viene, compartir el tiempo con amigos y, en cuanto pueda, viajar y conocer muchos más lugares de España y de Europa». (I)