
Adiós al GPS China lanza su propio sistema
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El GPS es una tecnología que usamos todos los días, incluso cuando no nos damos cuenta, ya que nuestros dispositivos móvil están constantemente recibiendo y emitiendo señales de localización para poder acceder a servicios como la app del tiempo, la hora, o poder registrar nuestras rutas por la montaña. Y esta tecnología puede dejar de ser un estándar, al menos tal y como la conocemos hasta ahora.
China ha desplegado su propio sistema de geolocalización por satélite, BeiDou, y no solo ha conseguido igualar a la tecnología estadounidense, sino que ha introducido capacidades únicas que podrían alterar el equilibrio de poder global en sectores clave como el transporte, la defensa, las telecomunicaciones o la navegación a través de aplicaciones como Google Maps.
China planea derribar la dependencia del GPS
Con más de un billón de localizaciones diarias y una red de 30 satélites operativos, el sistema BeiDou ya funciona con precisión mundial y se expande rápidamente por Asia, África y América Latina. Su impacto no solo se verá en el campo tecnológico, sino también en la geopolítica.
BeiDou, que en chino significa Osa Mayor, comenzó a gestarse en los años 90, cuando Pekín comprendió que depender del GPS de Estados Unidos era una vulnerabilidad en términos estratégicos. Las guerras del Golfo, el bombardeo de su embajada en Belgrado en 1999 y otras crisis internacionales hicieron evidente la necesidad de un sistema autónomo. Ahora, décadas después, China no solo ha terminado su constelación satelital, sino que la ha convertido en una alternativa real al sistema estadounidense. Es el único país, aparte de Estados Unidos, que ha desarrollado un Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) completamente operativo, de alcance mundial y bajo su total control soberano.
¿Qué diferencias tiene con el resto tecnologías?
BeiDou ofrece una precisión de entre 2 y 5 metros para uso civil, pero puede reducirse a centímetros cuando trabaja en conjunto con una estación terrestre. Esto le permite ofrecer servicios avanzados como la navegación de drones o la sincronización de redes de telecomunicaciones o sistemas bancarios. Además, incorpora funciones que se antojan necesarias en nuestros días, como la mensajería por satélite en zonas sin cobertura móvil y alertas tempranas ante terremotos u otras emergencias.
Sistema | Operador | Nº Satélites Operativos | Precisión Civil Pública | Alcance |
---|---|---|---|---|
BeiDou | China | 30 | 2-5 m (mejorable a cm con RTK) | Global |
GPS | EE.UU. | 31 | 3-5 m | Global |
Galileo | Unión Europea | 23 | ~1 m (mejorable a cm) | Global |
GLONASS | Rusia | 24 | 5-10 m | Global |
BeiDou se compara favorablemente con los otros grandes sistemas de navegación satelital global como el propio GPS estadounidense, Galileo (UE) y GLONASS (Rusia). Mientras el GPS sigue siendo el más utilizado a nivel mundial, BeiDou ofrece una precisión similar en usos civiles, e incluso superior en Asia-Pacífico gracias a los servicios regionales mejorados. Galileo destaca por su precisión submétrica en Europa y su enfoque civil desde el diseño, mientras que GLONASS ofrece buena cobertura global pero con una precisión generalmente menor. BeiDou, además, incorpora funciones únicas como mensajería por satélite o alertas.
El sistema ya es una infraestructura esencial en la vida diaria de China. Millones de vehículos, trenes, barcos y repartidores lo utilizan cada día. De hecho, muchas ciudades lo emplean para controlar sus semáforos, guiar a vehículos autónomos y coordinar servicios públicos. Por otro lado, en el campo, se está usando en tractores automatizados y drones agrícolas. Los bancos no se están quedando atrás, ya que están usando su reloj atómico para sincronizar redes y transacciones. La cifra total, según el último informe de rendimiento publicado por la Oficina de Navegación por Satélite de China en julio de 2025, el sistema ya procesa más de 1,2 billones de solicitudes de posicionamiento diarias, con un crecimiento interanual del 15%.
China no se ha limitado a implementar BeiDou en su territorio. Está expandiendo activamente su uso en países aliados o socios estratégicos, muchos de ellos en desarrollo. Lo hace mediante acuerdos bilaterales, formación técnica y exportación de infraestructura, integrándolo con tecnologías como el 5G de Huawei o los satélites de observación terrestre. Países como Egipto, Arabia Saudí, Laos, Pakistán o Tailandia ya han firmado acuerdos de cooperación. En algunos de ellos, BeiDou está sustituyendo parcial o totalmente al GPS.
La expansión de BeiDou ha encendido alarmas en Occidente. La general estadounidense Laura Richardson advirtió sobre su posible uso militar global, citando la estación espacial china en Neuquén. Además, un informe del Pentágono filtrado por WIRED alerta del riesgo de dependencia estratégica para los países que integren BeiDou en infraestructuras clave.
Hablamos de un sistema robusto, preciso, autónomo y en expansión. Y si su despliegue sigue a este ritmo, puede que en unos años los móviles, coches o aviones no se orienten exclusivamente gracias al GPS, sino con esta nueva tecnología de satélites chinos.