Los líderes de una protesta que busca verdaderas reformas democráticas para Hong Kong, y que ha ocupado las principales calles de la ciudad durante más de una semana, están elevando su campaña de desobediencia civil un nivel mientras se preparan para conversaciones con el gobierno.

Los representantes de los manifestantes están pidiendo a sus seguidores que vuelvan a sacar tiendas a la calle el viernes en el principal foco de las protestas – fuera de la sede del gobierno, que han renombrado como «Plaza paraguas».

Los paraguas se convirtieron en el símbolo del movimiento no violento cuando fueron empleados por los manifestantes para repeler el espray de pimienta y los gases lacrimógenos lanzados por la policía.

Decenas de miles de manifestantes bloquearon las calles para exigir al gobierno continental de China que abandonase sus planes de seleccionar a los candidatos para las primeras elecciones en las que la región semiautónoma elegirá a su jefe ejecutivo. Pero el número de activistas ha disminuido esta semana.