Exministro de Salud cometió peculado al privilegiar la vacuna para un puñado de ciudadanos, a criterio del abogado penalista Adolfo Moreno
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A criterio del sociólogo David Chávez, Ecuador siempre ha sido una república de privilegios.
Punto Noticias. Adolfo Moreno, experto en derecho, considera que el exministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, cometió el delito de peculado, al privilegiar la vacuna en contra del COVID-19 a favor de sus familiares, amigos y allegados del Gobierno Nacional, antes que para quienes lo necesitaban de manera prioritaria, como el personal sanitario que atiende a los enfermos de coronavirus.
Este delito, explicó, está tipificado en el artículo 278 del Código Integral Penal (COIP), que establece que los servidores públicos que actúen en virtud de una potestad estatal en beneficio propio o de terceros, abusando de bienes, dinero o efectos, responderán por esta infracción, cuya sanción es una pena de privación de libertad de 10 a 13 años.
Según el jurista, si se analizan los hechos que son de conocimiento público; esto es, el entonces ministro de salud y sus subalternos, que estuvieron a cargo del proceso de inmunización, al actuar no en beneficio de la sociedad, sino en busca de fortalecer determinados privilegios, estarían involucrados en la comisión de este grave delito.
En opinión del abogado Moreno, esconder la lista de beneficiarios de las vacunas, so pretexto de que es información reservada, es parte de un elemento del peculado, que es el dolo; esto es, la acción dolosa con la que Zevallos y compañía actuaron en beneficio de terceros.
A decir del jurisconsulto, al esconder el listado de vacunados VIP, no hacen sino acreditar la mala fe, el ánimo de causar perjuicio, con el que estos individuos han procedido, en contra de los intereses de la sociedad en general, para favorecer únicamente a un puñado de ciudadanos.
República de notables
A criterio del sociólogo David Chávez, respecto a la lista de vacunados VIP que se saltaron la fila para beneficiarse de las dosis, no es que el Ecuador se ha vuelto un país de privilegios, sino que siempre lo ha sido.
Ha tenido sí, dice, pequeños paréntesis de intentos democratizadores, pero que casi siempre han terminado siendo incompletos, interrumpidos o saboteados políticamente. Intentos pequeños, históricamente; el más largo fue el gobierno de la Revolución Ciudadana, apunta.
Destaca que el del expresidente Rafael Correa y los anteriores, fueron intentos por suspender, suprimir esta sociedad de privilegios, de las argollas, de los nombres, que llamó la “república de los notables”, que es la que siempre ha gobernado.
Este tipo de república vuelve a cualquiera en una sociedad de privilegios y anula la posibilidad de que sea una sociedad de derechos, en la que, por principio, no importan los antecedentes, la familia, el grupo étnico, la condición de género, ni nada de esto para acceder a un derecho, sostuvo.
En opinión de este experto, la institucionalidad en el Ecuador ha tenido siempre dos características: por un lado es informal; es decir, se mueve siempre por debajo o por detrás de la institucionalidad formal. Por otro lado, está muy atravesada por la lógica de los privilegios, del compadrazgo, etc.
Anotó que hay una larguísima tradicional, pues sus raíces más viejas están en las prácticas coloniales, desde donde viene hasta ahora.
De ahí surge la necesidad enorme que tiene la sociedad de democratizarse en serio, señala.
“No es posible democracia alguna, por más que los políticos se llenen la boca hablando de democracia, si no se echan abajo estas enormes barreras de una sociedad de privilegios y de una república de casas”, sentenció.