Está claro que la fibra es no solamente el presente, sino el futuro. Y, si bien recomendamos que tengáis una conexión de este tipo, puede haber algunas excepciones en las que sería mejor no contratarla de momento.

Temporalidad

Teniendo en cuenta que la fibra óptica requiere de una instalación y la visita de un instalador de la operadora al domicilio para la colocación de diversos elementos, como la roseta óptica, la ONT o el router. Si estás de alquiler solamente para unos meses, en pisos compartidos o una situación similar, puede que no te interese (o que no tengas permiso del casero) contratar una tarifa de fibra óptica que requiera dicha instalación.

En cambio, puede que te interese más el ADSL, ya que la instalación no requiere de dicha instalación y los datos se transmiten a través del cableado de cobre de la línea telefónica tradicional, o un módem 4G o 5G que contratar con tu empresa de telefonía. Esta alternativa es mucho más portátil ante eventuales mudanzas.

Por ejemplo, para Vodafone, los clientes que dispongan de Hogar 5G podrán alcanzar velocidades de hasta 1 Gbps y disfrutar de todo lo que ofrece el 5G sin pérdida de velocidad. Lo mejor de esta tecnología es que para usarla solo hará falta un dispositivo autoinstalable muy sencillo, que además permitirá conectar hasta 35 dispositivos a la misma red.

Permanencia

Relacionado con el apartado anterior, piensa que muchas de las tarifas de fibra óptica conllevan algún tipo de permanencia y costes de penalización en el caso de no cumplir el contrato mínimo (generalmente 12 meses).

Si no vas a poder cumplir este periodo, se te van a cargar los costes de la instalación, ya que suele ser gratuita solamente si se cumple el contrato al completo. En casos en los que no estés seguro de si vas a poder estar todos los meses mínimos necesarios, quizás convenga echar un ojo a otra alternativa.

No la necesitas realmente

Piensa bien si realmente necesitas conexión por cable. Con el aumento de las capacidades de las tarifas móviles, si tu principal uso en casa sigue siendo el teléfono inteligente y los mil usos que se le puede dar, quizás realmente no necesitas una instalación de fibra óptica y puedes usar el incremento de dinero que supondría en tu factura para dar el salto a una tarifa móvil de datos ilimitados.

Si en algún momento necesitas conectar puntualmente algún dispositivo como un ordenador portátil o cualquier otro que se pudiera conectar por WiFi, siempre puedes hacer tethering y usar tu móvil como router improvisado.

Zonas remotas

La expansión de la fibra óptica avanza poco a poco, pero todavía no llega a todos los lugares, especialmente en pequeñas poblaciones o zonas rurales. Una vez más, las redes móviles pueden ir un paso por delante de la instalación de fibra y que este servicio te dé mejores resultados si ya ha llegado el 4G o incluso el 5G.

En estos lugares, si la línea de fibra no llega también puede ser una buena opción el Internet por satélite. Servicios como Starlink ofrece actualmente velocidades de entre 100 y 200 Mbps de manera muy estable, con apenas cortes en el uso. Gracias a ello, es posible disfrutar de Internet satélite en cualquier punto de España, incluyendo zonas de montaña aisladas donde no llega ni siquiera la cobertura 4G. La velocidad, la latencia y la capacidad irán mejorando a lo largo de los años conforme Starlink vaya desplegando más satélites en el espacio, donde actualmente tienen ya más de mil orbitando constantemente el planeta a alturas de unos 550 km.