Las protestas de los estudiantes del colegio Mejía siguieron la noche de este jueves y como consecuencia de las manifestaciones, más de un centenar de jóvenes fueron detenidos y ahora esperan la decisión de los jueces en su casos. 

 

Madres y padres de familia se mostraron desconcertados cuando conocieron que sus hijos habían sido detenidos la noche del jueves, durante las manifestaciones en las cercanías del plantel. Los chicos protestan ante una posible alza de la tarifa de los pasajes del transporte público.

 

En total, 126 jóvenes fueron detenidos, de ellos 51 son mayores de edad que ahora esperan la decisión de los jueces. 

 

Según el parte informativo, elaborado por la Policía, los jóvenes atacaron a los uniformados con piedras y otros objetos, provocando heridas en 17 de ellos. Además, da cuenta de los daños en la estación del trolebús, ubicada a dos cuadras del colegio.

 

Elizabeth Piñán, madre de uno de los detenidos, dijo que a su hijo lo aprehendieron dentro del colegio. María Mejía, madre de otro estudiante, le hizo un pedido al presidente de la República, Rafael Correa. “Señor presidente, usted tiene hijos, ahora dicen que les van a expulsar y eso no es justo”.

 

Hasta el mediodía de este viernes, en la Policía se elaboraban los partes de las detenciones que permitirán que se instalen las audiencias de flagrancia. Los detenidos serían acusados de ataque a los uniformados, delito reprimido con prisión de hasta tres años.

 

No obstante, los jóvenes podrían beneficiarse de medidas sustitutivas a la prisión, tal como sucedió con los 52 detenidos por los incidentes del miércoles durante las primera jornada de protestas, un grupo de menores de edad salió en libertad luego de que sus representantes firmaran un acuerdo, elaborado por el Ministerio del Interior, en el que se comprometen a no volver a alterar el orden público.